Como teleadicto vuestro que soy... instrucciones para hacer tele desde casa

Data Estel·lar telespectadora Dissabte 20200425

Como teleadicto vuestro que soy, me debéis una explicación, y esa explicación que me debéis, YO OS LA VOY A PROPORCIONAR. 

No sé ustedes. Yo llevo toda la vida viendo la tele. Pensaba que los demás, y que además estaban jartoh de youtubes, emules, netflises y qué sé yo.

Ahora resulta que es factible hacer tele en casa. Que incluso te lo exigen en muchos trabajos. Y me he dado cuenta de que casi nadie sabe o el resultado no vale. Y varios salen por la tele.

Explicaciones para salir en la tele o para participar en tertulias desde casa, teletrabajo, tele-educación, teletiendas o mesas redondas virtuales, arf-arf, qué cansau

desde el ordenador o el móvil: 

Luz: por Canal En VIVO - Universidad EAFIT Escuela de Administración, Finanzas e Instituto Tecnológico

Iluminación por YOS Contenidos. Te meten propaganda mientras hablan pero el contenido es muy claro y fácil de aplicar 

Resumen: mucha luz. Dos focos elevados en donde la cámara. Uno en un lado. 

Separarse de la pared.

Del mismo director y del mismo productor: Cómo hablar con naturalidad a la cámara. 

Resumen: hablar más lento que en una conversación normal. Antes de empezar, marcar con el dedo dónde va la cámara para hablar a ese punto que es donde están todos y cada uno de los espectadores. Mover las manos... o no moverlas (esconderlas con un plano medio en el que no se vean las manos y no se muevan).

 Escenario con croma verde: por Joe Works:

Un estudio en casa por RunbenGuo. Hace un par de semanas que pienso en "una tele en un maletín". El siguiente vídeo tiene demasiada propaganda pero tambien varias ideas: donde él dice tal cortina, a mí me ha venido una cortina de ducha que venden los chinos a 18€. Lo del aislamiento sonoro (hueveras) esta claro. Y lo de un espacio cómodo, con una silla que no se bambolee, con una luz tras el ordenador que permita descansar la vista:

Y me pregunto qué pasa con "estoy en casa" y los demás están hablando como si estuvieran "en casa". Pues: aislamiento. El neoliberalismo ha llegado a tu casa y se llama Teletrabajo.

Pensé hasta 1998 (Crónicas Marcianas) que los demás sabían lo que era ver la tele... me equivoqué. Me volví a equivocar años después (Gran Hermano y sus debates, 2001). Me volví a equivocar años después (Sálvame). Me  volví a equivocar años después (2019: hola soy el Cejas). Los espectadores que han vivido rodeados de cultura audiovisual no sabían descodificar lo que eran actores, lo que eran un gran teatro, una farsa, un entretenimiento. Así que era lógico que cayeran en las zarpas de las noticias falsas (fake news, porque mola más si el nombre es pintinglish).

Y ahora llevo muchos años viendo a gente y gente y gente haciendo el pena con el móvil. Ahora sé  y digo en voz alta que era hacer el pena, porque de fotos que no se ven estaba harto de ver... pero lo de vídeos con morro de perro estoy cansado de ver en la tele, en los youtubes.

Confinamiento primavera 2020: periodistas multimedia presuntamente encerrados en sus presuntas casas desde las cuales emiten "piezas" o "colaboran" en tertulias televisivas. Mala iluminación, sombras, enfocados desde la barbilla. Cosas muy raras. El epítome fue un tal "jefe de comunicación del Museo del Prado" en La Noche en 24Horas (dudo que dimita o lo despidan porque no ganará dos duros, no).

Sobretodo cuando sabes que te encuentras con personas del mundo de la comunicación, que llevan cobrando una media de 20 o 30 años de salir en las teles y todo eso, que se pasan medio programa mirándose una tablet con supuestos datos.

Y luego llega lo del teletrabajo. Vamos a los centros educativos. Vamos a cursos que se hacen. De golpe y porrazo te obligan a cosas que a varios les parecen chupilerendis, ponerse el Skype, el Zoom, el GoogleMeet, el... lo que sea de una empresa privada, de accionistas desconocidos, impuestos inexistentes y sedes en paraísos fiscales, que exigen, extraen y chupan de nuestros datos, de nuestra geolocalización, forma de vestir, de actuar, de buscar, de las temáticas, para fabricar datos y datos y datos en unos bigdata para una futura casi presente dictadura electrónica telemática que controle mentes y almas. 

Ya está el exagerado. 

Pues vale: pero el precio eres tú cuando usas algo así... el problema es que ahora no lo eliges por capricho personal sino por obligación empresarial.

Vamos a lo siguiente: montones de docentes y alumnos de todas las edades en conferencias telemáticas. 

El teletrabajo es una pesadez agotadora. Un sinfín de implantar programas, de pensar si la conexión se pierde o no, de si han recibido un archivo, enviar, recibir, corregir, rellenar e-formularios, atender foros... la CANTIDAD INEFICIENTEMENTE INMENSA DE BUROCRACIA INFORMÁTICA ha crecido como nunca nos imaginamos ni los que, como yo, pensábamos que ya era excesivo en el 2015 o 2016. 

Me contaron algo extraño que deseo sea falso: una teletrabajadora confinada se compra una impresora para teletrabajar. Osea, que el trabajador del siglo XXI cede su fuerza de trabajo (L) y su capital (K) y su espacio (T) y su Tecnología (A). Siendo propietario de un medio de producción (la impresora) con la tecnología que conlleva de conexiones informáticas y de uso (A) resulta que no es dueño de esa propiedad. Lo es la empresa. 

Es flipante. La vida doméstica queda a expensas de la empresa. 

Es una evolución de la cruel telefonía móvil (tienes que estar disponible siempre que sea posible) y de la recepción continua de mensajes (móvil, whatsapp, correo electrónico) laborales. 

Son varios aspecto pero quiero centrarme en: ¿no está todo el mundo enviando vídeos, vídeollamadas y demás? ¿No era medio mundo nativo digital? ¿No tenían cámaras de video desde el año 1985 y teléfonos con cámara desde el 2008 y están todos acostumbrados a hacer flashmobs y vídeos de youtube, y ver esos vídeos? 

Pues entonces, ¿por qué tantos son vídeos con sombras, mirando al suelo, a un lado, con la cabeza girada, con la silla bamboleándose...? 

Así que me pongo a buscar cuatro cosas... facilísimo: