20200414

Roberto Alcázar y Pedrín y los delincuentes solícitos

Data Estel·lar postpasc Dimarts 20200414

Si algo sorprende en las historietas de Roberto Alcázar y Pedrín es la cantidad de bandas de delincuentes verdaderamente solícitos, atentos, considerados, mirados, casi corteses, y pendientes de las necesidades de las víctimas.

Mientras Roberto, Pedrín o puede que el capitán del barco gritan: ¡Nos seguiremos defendiendo!
..., en cambio El jefe de los piratas de En Los Mares de China clama: 
Jefe pirata asiático: ¡No seais locos! ¡Rendíos!



Y que lo vuelve a suplicar:


Jefe pirata asiático: Si lo hacéis, respetaremos vuestras vidas. ¡De lo contrario os echaremos al mar a todos
Capitán de barco: Lo mejor es obedecerles. ¡Cese la lucha!
Pedrín (tiene tela el niñito): ¡Caramba! ¡Ahora que le estaba tomando gsuto!



Muchos años antes, en los primeros números, otro chino, jefe de otra banda que había capturado a Pedrín

Jefe bandido chino: Mal genio tienes. Cálmate. Me eres simpático y no te quiero mal.
Compinche capitán marinero: Este sabrá dónde está escondido Arturo.


Por esas épocas, unos bandidos adoptan a Pedrín y se hacen cargo de su educación para que sea algún día un delincuente de provecho:  

Richard Bandido 1: Rudy no tardará. ¿Tú quieres ganarte bien la vida?
Pedrín: Sí, señor.
Bandido 2:  Con nosotros tienes un porvenir.

Y Rudy no tarda, bien es cierto, así que le tienen que convencer de tan humanitaria acción:

Rudy Bandido 3: Hola, Richard. ¿Te has hecho protector de menores?
Richard Bandido 1: Verás; es un chico extrangero recién desembarcado.
Bandido 2: Es listo y nos será útil.


Pero es que, en otros momentos, vemos que a Pedrín, una lima que ríase usted de Obélix, todos los bandidos que se encuentra y lo secuestran, le dan de comer y lo tratan muy bien. Los bandidos, files a su mala educación, malcrían al mozo:

Bandido con bombín: No temas nada, muchacho. Solo estarás unas horas aquí encerrado.
Pedrín, que se queja de puro vicio, de ser como el hijo único mimados de todos los gangsters: Pero... ¿no me van a dejar salir?


¿Y cómo creeis que paga Pedrín todas esas atenciones de todos esos solícitos delincuentes? ¡Juventud ingrata!

Y los hay que ofrecen trabajo.