Inserto este mensaje que tenía de borrador desde el 2012, tal y como se quedó. El resumen es el siguiente: Barcelona se puede poner muy chula pero le quitas la peste a cerveza y marihuana y el ruido de las motos y se queda en que no hay cultural, y mucho menos cosmopolita. Que no hay nada ni para encontrar publicaciones en francés, salvo contados lugares. Y ahí los demás idiomas. Y no digo un sitio oscuro a donde te lleva un embozado y pegas unos aldabonazos en plan contraseña, sino a lugares de venta públicos.
He aquí las pesquisas y sus resultados. Voilà, Marie Antoniette!
Barcelona. Capital cultural y de mil cosas del Mediterráneo... norte... occidental... pero ni muy p'arriba ni muy p'abajo.
Veamos en qué lugar está situada una capital cultural escudriñando cuántas librerías que vendan con profusión cosas en otros idiomas, sobretodo en francés, podemos encontrar en Barcelona.
En Catalunya las librerías de barrio sucumbieron hace muchos años. Fueron abatidas en el aspecto cultural por la desaparición de la Editorial Bruguera. Como canal de venta de productos culturales apenas resistieron en unos entornos hostiles a todo aquello que no llevara marcas tipo Naik o jotajaiber, tamogotchis o juguetes para el teléfono móvil. Son decisiones soberanas de consumidores cautivos.
Las librerías que vendían libros se circunscribieron a pocos lugares de los centros de las ciudades. De hecho, es posible que en ciudades pequeñas ni siquiera existiera ese tipo de lugar anómalo... ¿para qué? pudiendo haber un gimnasio con rayos UVA (para gente que tienen las persianas siempre bajadas para que no entre el sol que hace entrar el polvo).
Por lo tanto, para comprar libros te queda la capital... Barcelona. Una ciudad que se lo tiene muy creído. Sucumben las librerías pequeñas ante las grandes cadenas tipo FNAC o La Casa del Llibre/La Casa del Libro, las librerías Catalònia o La Formiga d'Or/Happy Books... pero, al menos, a veces, no siempre, es posible encontrar libros que sobrepasan los libros de golpistas que los cortingleses o los carrofules o los eroskis ponen en preferencia (libros de falsarios que pasan por historiadores, de franquistas que pasan por demócratas, de conspiradores que pasan por periodistas).
Vale. Pero eso no sirve para ser capital cultural. Necesitamos algo más variado, más cosmopolita. Entonces te vas a la estación de Sants o al FNAC y te compras "libros de aeropuerto" en ingles, que son unos tochitos que básicamente venden la Catedral del Mar en inglés.
He intentado buscar cosas en francés... ¡es el FNAC! Apenas hay nada.
Y en Abacus... si es para aprender idiomas, vale. Igual que en La Casa del Llibre... y ya está.
Pero sabemos que una típica ciudad cosmopolita, repleta de gente de todo el mundo, un hervidero de gafapastas, tiene que tener una amplia y rica oferta de productos culturales de muchos países. No en vano hay montones de pakistaníes, de chinos, de taiwaneses (me acaban de vetar en la PRC) , japoneses, alemanes, británicos, irlandeses, por no decir, argentinos, uruguayos, ecuatorianos... Nada.
Uno pensaba que la llegada de inmigrantes, en masa desde el año 2000, provocaría cambios en el mercado de productos de segunda mano: tebeos de Anteojito, argentinos, en el Mercado de Sant Antoni. No. Ni eso ni nada. Se están yendo los inmigrantes a sus países en el 2012, así que se está perdiendo la oportunidad de haber tenido cultura escrita en libro e historieta, nueva y de segunda mano, de esos países. Barcelona es una ciudad que ansía perder oportunidades, dado que es la capital de Catalunya, lugar pierdeoportunidades. Y no hay nada que hacer.
¿Habéis intentado buscar música que no sea en inglés? Pues se os van a reír en la cara todos los de la calle Tallers. Y el FNAC también, claro. No hay nada en alemán, posterior a Bach, me refiero.
Entonces toca ponerse serio. Ir a la página de la embajada francesa y tomar uno por uno su listado de librerías con material francés.
La conclusión es que la Embajada de Francia deja mucho que desear. Ça n'es pas suffit. Información pasada de moda, seguramente realizada por algún becario que no cobró, pero que tuvo la suerte de ir alli, frente a tantos que ni siquiera pudieron hacer prácticas en la embajada... o información directamente falsa, inútil y que no sirve.
No habrá más de tres librerías francesas en una ciudad de 2 millones de habitantes, a 2 horas en coche desde Francia, con libertad de circulación de bienes, servicios y mercancias dentro de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo.
Pasaremos a desmontar el tópico de la Barcelona cultural, capital mediterránea, centro del ombligo universal, a base de ver qué pasa con las librerías de material francés en la Ciudad Condal.