Data Estel·lar descarrilada Dimarts 20200512
TEORÍA DEL DESCARRILAMIENTO.
También la hemos denominado Teoría del Raíl o de Miedo a Salirse del Carril.
Consiste en lo siguiente: tendencia a seguir con la actividad tradicional, habitual, planificada, prevista incluso ante cambios severos de escenario, como puede ser un terremoto, una epidemia, pandemia o enfermedad gravísima, una revolución, una guerra o cualquier otro escenario de mayor o de menor rango que los mencionados pero suficientemente complejos. Afecta a todo tipo de actores; Empresas, Administraciones Públicas, Particulares (individuos, ciudadanos, consumidores, familias, cada uno en el rol que le toque), Centros Educativos, Partidos Políticos y otros actores del conflicto político pero también de la Sociedad. El miedo es que el cambio de opción, visión, actividad o gestión (en una enumeración no exhaustiva) lleve a un colapso de la organización, es decir, a que descarrile como un tren repleto y pesado que tiene que ejercer su recorrido contra viento y marea.
El colapso ya habría llegado por esa nueva situación de emergencia, pero la organización solamente ve el colapso fatal (que no es tal) de su día a día.
El colapso ya habría llegado por esa nueva situación de emergencia, pero la organización solamente ve el colapso fatal (que no es tal) de su día a día.
A veces, puede estar basado en una nefasta visión economicista (salvar las empresas, que se convierte en salvar los puestos de trabajo para que quede mejor) pero, con frecuencia, es que "toca hacer esto porque siempre se ha hecho así" porque la agenda tradicional lo dice.
[Editado en 20211207: ratificadísimo. La mala decisión basada en la avaricia empresarial con la apertura a lo bestia de todo tipo de acontecimientos con aglomeraciones mientras la pandemia sigue, la victoria de todas las Ayusos en todos lados dejando a la avaricia de los bares y a la irracionalidad de las barrigas cerveceras ]
Ejemplos basados en Covid-19, y seguramente encontraréis más por vuestra cuenta:
-La Liga de Fútbol Profesional o de Aficionados, a nivel local, estatal o europeo o mundial querrá continuar sus competiciones. No admitirán considerar que la clasificación final es la ya establecida.
-Las Administraciones Públicas querrán continuar con sus programas y políticas públicas de todo tipo. Incluso forzarán sus maquinarías para ofrecer lo que legalmente deberían haber ofrecido pero se hacían los remolones. La importancia principal es que las Administraciones Públicas (locales, comarcales, provinciales, isleñas, cabildeñas, metropolitanas, autonómicas, estatales....) son Estado. El Estado tiene el Monopolio de la Violencia Legítima: frase muy chula que significa que es el único que puede castigar (o que puede pegar, multar, censurar, disparar...) al que se salga de las normativas que suelen estar constituidas en leyes que, en los Estados formalmente democráticos, derivan de las Elecciones de los ciudadanos.
Es decir, que el ciudadano decide cómo castigarse a sí mismo.
Tomos somos conscientes de que eso no es así de manera directa y que cuesta incluso verlo de manera indirecta, porque la toma de decisiones tiene mucho de antidemocrático, pero hay un poso de certeza: la combinación de partidos en los gobiernos decide una u otra ley.
Así que el no salirse del carril, el temer el descarrilamiento es algo muy peligroso en un caso de grave alteración de la sociedad, como pasa en el 2020 y lo que siga con el Sars Covid-19 alias Sars Covid-2.
-Eso nos lleva a otro ejemplo del que ya hemos hablado: ¿era necesario el cambio de hora alargando la tarde en esta situación?
-¿Era necesario poner en marcha la campaña de declaración de la renta que perfectamente podría haberse aplazado para cuando la gente hubiera podido salir a la calle, a ver a los gestores, a mirarse las cosas con calma y no enmedio de enfermos, muertos y noticias catastróficas, así como teletrabajo o trabajos esenciales que se acaban alargando o alterando horarios y modos de vida? No costaba el haber hecho la campaña en noviembre, señalando que los datos fiscales iban, no sé de mayo 2019 a mayo 2020, por ejemplo.
-Preinscripciones y matriculaciones escolares: lo ha retrasado un mes en Catalunya. Venden que es "derecho a la educación" lo que es un trámite burocrático: perfectamente se pueden incorporar alumnos sin molestar a las familias con un montón de tecnoburocracia: a partir del 20200513 hay que rellenar un formulario online que nadie ha visto, del que saldrá un resguardo, que se tendrá que descargar, y que se tendrá que enviar a cada centro escolar "escogido en primera opción", junto con los documentos. Si en mano, ya hay problemas para que la gente entienda los papeles que se necesitan, imagínese por internet.
-Bares abiertos: Madrid, Tarragona, Sabadell... son algunos de los lugares que han optado por ser ciudades de borrachos suprimiendo a los peatones para que las calles sean bares inmensos. Los bares no se pueden salir del carril o descarrilan: en dos meses cerrados, tras mil años de máquinas tragaperras y de cobrar por cuatro olivas 2 euros, resulta que pueden quebrar.
-Usuarios de los bares: la necesidad loca por ir al bar, al café, a la terracita, a las tapas por parte de los particulares es otro caso, junto con el de los corredores, ciclistas y todos los vándalos que ponen sus pezuñas sobre los escasos bancos de la calle para hacer ejercicio. No se pueden salir del carril porque descarrilan y pierden la forma física o pierden el contacto con el bar.
Dejo fuera la gente que tiene que ir al bar porque les ha tocado trabajar.
Por eficiencia económica, hay que
plantearse seriamente la no reincorporación a la actividad económica de
empresas no saneadas, que no sean capaces de tener provisiones contables
para aguantar una tormenta de recesión de 4 a 6 meses.
Porque
recordemos que los asalariados parados tienen que aguantar meses y años
sin ingresos y sin posibilidad de llorar en público.
-Me contaron que en un mercado municipal de una localidad de menos de 20000 habitantes de la Segunda Corona Metropolitana de Barcelona (ya si doy más pistas que me paguen) la gente se pegaba por entrar en mayo de 2020... no podían salirse de su carril de ir a chocarse, abrazarse, toser sin mascarilla o pegarse y pelearse por entrar... la policía local siguó con su tónica de quedarse de brazos cruzados en una oficina del cercano ayuntamiento. Dos conserjeruchos sin material adecuado estaban sobrepasados. Con varias puertas, se dejó solamente una: no es que solamente se hiciera lo contrario para los compradores, para los trabajadores vigilante y para la sanidad general, sino que además se hizo lo habitual: cerrar puertas y hacer un mal servicio con los jefes escondidos en algún sitio oculto y sin entender nada. La directiva del mercado municipal simplemente tenía una orden, siguiendo su carril del que no se podían salir: vender el máximo de pescado, ternera y fresas. Preocuparse de la salud o de la gestión del establecimiento era salirse del carril. Eso explica la suciedad congénita de muchos edificios de mercados municipales: la limpieza es salirse de un carril por el que solamente transita el dinero fresco de las ventas.
-Salirse del carril es no hacer electoralismo: estamos viendo a partidos políticos, como Vox o el Partido Popular hacer electoralismo barato... a Vox, las encuestas le dan mal, pero al PP, y publicadas por su prensa afín, le dan bien.
-Salirse del carril es la buena gestión, con transparencia y participación autonónica. El Estado de Alarma, dicen los juristas que no pueden salirse del carril, y los políticos implicados, que implica la decisión única del Estado. Aunque realizada la normativa en la Constitución de 1978 y en la ley de 1981, cuando aún se desconocía el papel de los mesogobiernos (comunidades autónomas, ayuntamientos, sobretodo los grandes como Madrid o Barcelona, que acabarían teniendo normas propias de funcionamiento, etc.), la Constitución tiene una disposición derogatoria contra lo que incumpla la misma, que se puede interpretar antiguas leyes bajo el prisma de la nueva situación (creada por la Constitución, como Estado compuesto cuasi-federal y no centralista), aprovechando la habitual tendencia a mantener leyes antiguas (por eso hay esos líos normativos: se deroga lo mínimo).
[AMPLIADO EL 20211207: durante la segunda mitad del 2021, las sentencias contra los Estados de Alarma e incluso las llamadas judiciales contra la cooperación o coberganza entre Estado central y autonomías nos marca otra teoría del descarrilamiento: los jueces fachas quieren descarrilar el Estado Social y Democrático de Derecho porque no es de Derechas Anticonstitucional... o que no entienden la Constitución pero cobran por eso]
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