En el 2018 e incluso antes toda la gente que viaja en avión a hacer "escapaditas" soltando queroseno y miles de gases tóxicos y que van al gimnasio lleno de elementos artificiales en coche se alegraron muchísimo de que se prohibieran las bolsas de plástico. La hipocresía en Catalunya y España había alcanzado un nuevo hito histórico.
Se habían puesto en marcha la venta a precios caros de bolsas de plástico más grueso que "daban" previo pago en el Mercadona, Aldi, Lidl, Caprabo, Eroski, Carrefour y mercados municipales. Los mismos que habían aplaudido con las orejas la prohibición de las bolsas de presunto único uso, compraban las otras bolsas con cada compra... y luego se veían tiradas en las basuras generando aún más porquería que las anteriores, aunque fuera solamente por el volumen.
Las bolsas de plástico. como todo, como la iluminación, el aparcamiento (espacio, líneas del suelo, asfaltado, limpieza), el carro de la compra, los estantes, los sueldos de los empleados... todo entra en los costes de producción. Así pues, esas bolsas de plástico ya eran cobradas. Ahora, se volvían a cobrar: dos veces, y añadían un nuevo tipo de bolsa de plástico.
Se suele dar una estadística: las bolsas de plástico tienen una duración de 10 minutos.
Si incluimos las bolsas que, desde 1999, los supermercados daban taradas de tal manera que había que poner 2 o 3 para meter productos que las rajaban, el problema era ecológico por creación de basura porque los supermercados y las empresas de fabricación de plástico granujeaban sin parar. Cuidado con comprar una botella de aceite o de lejía y meterla junta con otros productos: el riesgo de acabar pringado tú, el suelo y con riesgo de resbalo, el maletero del coche o el rellano del piso, era un riesgo muy alto.
Además, los tamaños no eran adecuados: los diseñadores en España y Catalunya solamente vencieron en una ocasión: en hacer marketing sobre ellos mismos. "Barcelona: capital del diseño". En sus sueños y nuestras pesadillas, puede que sí. En la realidad, es obvio que no o las rampas serían adecuadas. Los edificios tendrían ventanas que se podrían abrir. Los contenedores de basura serían autolimpiabbles, tendrían oberturas cómodas... y así con todo tipo de productos, como los famosos abrefáciles. Las bolsas tampoco eran del tamaño de los elementos.
Podemos añadir el formato de unos frascos o envases de productos fluidos como gel, jabones, aceites, productos de limpieza, alcoholes, colonias, zumos, leches, vinos... formatos inaprensibles, en los cuales la ergonomía es un palabro ridículo usado en las clases de diseño.
Lo curioso es que todo eso se fabrica en plástico o en aluminio y cartón (tetra-brik: el gran contaminador), osea que se pueden fabricar con la forma que uno quiera. Véase el Pato-WC o véase cualquier juguete. Pues no: la forma, el diseño siempre es para que se te resbale y se caiga o para que no quepa en una mano grande o gigante. Podría ser con forma de aro, con forma de asa, con montones de posibilidades. El epítome del mal envase es del Cola Cao.
Que las bolsas de plástico se usan una única vez, en el caso de que estén limpias y no rajadas y con las asas en condiciones, deriva mucho de la educación de la población; si es una mala educación, el usuario tirará las bolsas a la basura a la primera de cambio. Son los mismos que llevan 30 años tirando el pan a la basura porque lo compraron por la mañana. Una nefasta educación, precisamente en gente que ya ha estado alfabetizada en instituciones educativas organizadas y legalizadas por el gobierno. Habría que plantearse muchísimo qué tipo de escolarización obligatroria se está dando para que haya salido tanto mal educado y tanto analfabeto vocacional.
El espacio... ridículo. Cien o mil bolsas ocupan super poco en un trozo de armario. Pierden el aire al ser aplastadas.
Reutilización: mucha.
Que el uso del plástico ha de ser moderado es evidente. Echarle meramente la culpa a las bolsas de plástico y no al uso y mal uso que se ha hecho de ellas es hipocresía.
Juzgando por el anagrama, la siguiente bolsa de Ediciones B-Grupo Zeta es de 1993 o más allá, de cuando cambiaron el primer anagrama tan sencilo (una "B" gigante) por ese otro tan feo y pesado e ilegible. ¿Hemos hablado ya de los diseñadores?
De esta bolsa ya hablamos: el asa es una birria que te puede cortar la mano en dos.
La bolsa sigue entera. No todas las bolsas de aquella época están enteras pero, teniendo en cuenta el uso que se les ha dado, no está mal.
Misteriosamente, esta bolsa ha soportado el asa completa. Lo habitual ¿hemos hablado de los diseñadores y de los fabricantes? las bolsas para libros no soportan el peso de los volúmenes y además se rajan con las aristas. Imagina un libro para regalo que raja la bolsa, choca con algo, o cae por el agujero de la bolsa nueva. La culpa no es de usar bolsas de plásticos que irán a la basura sino de un mal diseño y una fabricación delictiva de un elemento procedente del petróleo con el que se tendría que ir con mucho esmero.
Son bolsas que suelen parecer resistentes. Te lo crees pero es un engaño.
En este caso, en la que aún no sabíamos que iba a ser la última o penúltima reactivación de Ediciones B-Grupo Zeta y de su interés por los tebeos, la bolsa era de buena calidad.
Fíjense que no se han borrado los dibujos. Lo habitual, ya en los primeros días, ya al llegar a casa, es que el dibujo pierda calidad, se aje, se le vaya el negro.
La bolsa ha resistido ese primer paso y los montones de papeles, libros, libretas, tebeos que ha guardado en cajas, armarios o transportado en coches para llevar lectura en vacaciones.
Así que, como suelo quejarme bastante del maltrato que hizo Ediciones B-Grupo Zeta (sus editores, sus directores, directivos, empresarios, gestores todos) sobre los tebeos de autores y series variadas, siempre recuerdo que hubo momentos de exquisitez: los tomos naranjas de Fuentes Man, el libro de Scott McCloud, la renovación con guardas distintas en cada tomo de los Magos del Humor, el Carpanta 50 Aniversario (eso fue su canto del cisne)...
Esa bolsa de esa época es un rasgo de los momentos de excelencia de Ediciones B-Grupo Zeta.
Lo chulo que es que te den el tebeo envuelto en una bolsa así.
Ahora, si los demás lo único que hacen con esas cosas es tirarlas... pues como cuando tiran colchones al campo, como cuando tiran aceite de coches al asfalto (visto), cuando tiran los envoltorios de BurgerKing y MacDonalds ¿y esos envoltorios no se prohíben? a las calles adyacentes a esos bares, como cuando las empresas se dedican a contaminar sin parar alegremente...
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