Data Estel·lar desnonaninaninana Dissabte 20210515
Escribir sobre desahucios un 15M es demostrar que NO SIRVIÓ PARA NADA. Que los poderes fácticos fueron más fuertes y consiguieron tragarse las protestas.
Makoki en la encrucijada
R.P.B. -Sobre el artista burgalés Juan Mediavilla pesa una orden de desahucio por impago. Abonó lo que debía pero el proceso siguió su curso. Si nada lo remedia el desalojo se ejecutará el día 20
Da rabia que tengamo que hablar del tema Desahucios cuando hay famosete de por medio.
La Generalitat, el Consell per la República solamente ha parado el desahucio de un individuo: le pusieron una casa en Waterloo pagada por todos.
A nivel español, triste y duro es comentar que nada: que Podemos nada, que Más Madrid, que PSOE, nada... que, para ellos los desahucios son un medio más para captar votos, para llegar al poder. Luego ya solamente se lanzan chilindrainas con el lanzador de aceitunas, y así pasa el tiempo.
Lo de la vivienda de alquiler es un robo.
Si "la propiedad es un robo", el alquiler es una estafa. Es algo para ricos que puedan cambiar de vivienda ipso facto, que se dedican a jugar con vivir en "barrios con artistaszzzz" cuando tienen 21 años, a dar vueltas por las ciudades de moda cuando tienen 29 años, etc, etc. Los que tienen que vivir de un sueldo, de una pensión, de algo que no es que no suba de sueldo sino que más bien baja... lo óptimo es comprar vivienda. Lo óptimo es LA VIVIENDA DE PROTECCIÓN OFICIAL DE PROPIEDAD. Es lo que no quieren los ayuntamientos y ya en el 2019 oí algunos casos de gentea la que los ayuntamientos les exigían devolver la vivienda de protección oficial de alquiler porque ya llevaban los 5 años preceptivos o el tiempo que fuera que no era mucho más... en definitiva, menos tiempo que el que los niños se están en la educación infantil y primaria. Así que, cuidado, familias con hijos y cuidado, familias votantes y cuidado, listos de los ayuntamientos y de las universidades que eso ni es eficaz ni eficiente ni humanitario ni permite sostener planes a medio o largo plazo.
El problema es la megaespeculación inmobiliaria. Ya hablamos de eso en el 2007-2010 en la Maginoteca. La Era la Gran Especulación que explota con la burbuja inmobiliaria se transfora en algo más ominoso: ricos del mundo unidos que quieren la playa que es donde vive la población de la Península Ibérica... los fondos buitre, los hijos de Aznar y Botella, que se quedan con edificios, manzanas y barrios enteros de los siglos XIX y principios del siglo XX, con esa gran idea del PSOE y amparada y tutelada por el PP que fue la ley Boyer. A los aumentos de precios de vivienda, a los aumentos del precio del suelo, prohibitivos, impagables, en las ciudades en las que nos vemos obligados a vivir porque es donde nos han dicho que hay trabajo aunque tengamos que hacer 20, 30, 40 o 70 kilómetros diarios. En todo eso, hay mucho culpable interior: mucha gente que iba de turismo a otros sitios con lo mismo que aquí era un problema y un peligro, las plataformas de alquiler de pisos residenciales para molestar al resto de los vecinos con borracheras y fiestas. Ideal para hacer negocio con el bullying inmobiliario.
La propuesta molesta porque da propiedad a los de abajo, asalariados, precarios, pobretones, muertos de hambre: viviendas de 200m2 a lo sumo en bloques de 3 plantas. Sí, se puede hacer. Hay que extender la ciudad más allá de las Regiones Metropolitanas y optar por esa "España Vaciada" . Aunque sé la trampa: los pueblos de la España Vacía o Vaciada no quieren asalariados, lo que quieren son empresarios que manejen pasta, nuevas clases medias con dinero fresco... ellos ya tienen la solución a los asalariados y son los temporeros que hacen recorridos como los que llegaron en junio del 2020 de la Italia presuntamente cerrada a cal y canto a la Lleida y Huesca cerradas y generaron un grave problema de salud pública con el covid-19, con gente que año tras año vegetan por callejones sin techo a la espera de ser recolectores de peras, manzanas, uvas... en una transhumancia que permite que los pueblos no tengan que soportar a esas herramientas humanas más allá de 15 o 20 días al año. Ni sueldos mensuales ni problemas de convivencia ni enriquecimiento cultural. A cambio, pues gente envejecida, claro, cuyos hijos son gente que viven en las capitales en ese tránsito que hemos comentado antes. En realidad, hay que regresar a La Ciudad No Es Para Mí, para comprobar lo acertado del guión pasadas las décadas. Pensamos también en ciudades pequeñas tipo Berga o Vic o o Cervera.
Esa vivienda pública de propiedad no se puede vender. El derecho de compra, recuperación o tanteo lo tendrá siempre el organismo público municipal de la vivienda el cual reintegrará el dinero a precio de mercado en caso de ser preciso y podrá disponer de esa vivienda para otro individuo, es decir, no necesariamente una familia ¿o es que los solteros o familias unipersonales por haberse quedado sin nadie no tienen derecho más que a pagar impuestos y a no recibir ni las migajas?
Eso genera una bolsa de vivienda ajena al mercado, y cuyo control del precio, a unas malas, lo ejercerá el ayuntamiento con una supervisión dura de jueces y administraciones superiores pero nunca privadas, nunca fondos buitre ni de inversión ni bancos privados ni organizaciones que funcionen como empresas privadas tipo fundaciones.
Bancos y cajas mirando para otro lado.
Partidos y Administraciones siempre como si no fuera con ellos la cosa, como si les sobrepasase todo lo que no sea cobrar sueldazos...
Y llegamos al ejemplo. Makoki fue una serie de comics que logró incluso una revista propia a principios de los años 1990. Allí recaló Vázquez cuando lo echaron de Edciones B-Grupo Zeta ¡atentos! por su "falta de calidad". Que eso lo dijera el Grupo Zeta es cinismo del bueno y paja en el ojo ajeno y viga en el propio.
En la noticia, notaréis algo que ya me empieza a mosquear cada vez que leo noticias "sociales": no se entiendo qué ha pasado, si es que no tenían dinero, si es que no querían pagar, si es que algún miembro de la familia optó por no pagar o si es que la empresa Caixabank o
BuildingCenter NO aceptaron e, pago, cosa que ha sucedido en muchas ocasiones para fomentar la eliminación de los inquilinos en años anteriores a lo largo y ancho del país.
Anda hecho polvo el dibujante Juanito Mediavilla, padre de Makoki, Juan Jaravaca o El Niñato, personajes de cómic alumbrados en aquella Barcelona fascinante de los años 70, cuando las Ramblas, el Raval o la Boquería eran de verdad y lo mismo alternaba con Vázquez Montalbán que con Javier Mariscal y compañía. Anda triste e indignado porque por una carambola de lo más tonta e inocente, por ingenuidad y cierta desidia, puede quedarse «en la puta calle» la semana que viene: una orden de desahucio pesa sobre él y su pareja, Isabel, inquilinos ambos de un bajo en el 67 de la calle Calzadas. No sólo es la casa familiar de Juanito Mediavilla -desde mediados de los años 50, cuando él tenía apenas cuatro años- sino también, y no menos importante, el lugar en el que se ubica el estudio en el que sigue dando rienda suelta a su talento artístico desde que volviera a instalarse con sus láminas, sus lápices, sus rotuladores y sus pinturas en su Burgos natal.
Es el suyo un largo, interminable lamento. Hace unos meses, Caixabank, la entidad propietaria de estos bloques de viviendas ubicados entre las calles Calzadas, Segovia y avenida de la Paz, propuso a los inquilinos -a través de su filial inmobiliaria BuildingCenter- la posibilidad de adquirir en propiedad los pisos a un precio menor al del mercado y de forma voluntaria. Ya en la setentena, Juanito y su pareja echaron cuentas y decidieron no acogerse a esa oferta. Hasta ahí, todo bien: la entidad financiera no obligaba en absoluto a ello; esto es, la adquisición era voluntaria y BuildingCenter respetaba así el contrato de alquiler de quienes no compraran hasta que éste expirara.
Así las cosas, sin que ninguno de los dos ofrezca una razón muy precisa (apuntan a que quizás la anomalía se produjo cuando la titularidad del piso pasó de ser de una hermana a serlo de Juan), «dejaron de llegar los recibos del alquiler durante varios meses», hasta que un día llegaron todos de golpe acompañados por una orden de desahucio por impago. «En ese mismo momento fuimos a la entidad y pagamos todo lo que se debía, y creímos que con eso ya estaba todo arreglado pero resulta que el proceso judicial siguió su curso hasta derivar en demanda. Y aunque a día de hoy estamos al corriente de pago en todo, el día 20 de este mes [el jueves que viene] se va a ejecutar esa orden. Y estamos desesperados», explican. Han intentado por todos los medios que el proceso judicial se detuviera al entender que habiendo hecho aquel pago y no habiéndose retrasado en ninguno más, no tiene justificación el deshaucio.
Juan, con una de sus obras asomado a la ventana de su estudio. - Foto: Jesús J. MatíasEn Caixabank lamentan la situación pero dejan claro y aseguran que nada de esto hubiese sucedido si no llega a producirse el impago; y que, cuando esto sucedió, estudiaron bien el caso. «Y en este caso no había vulnerabilidad. Caixabank jamás echaría de su casa a nadie vulnerable. Tienen ingresos y otro lugar en el que vivir. La causa de todo fue el impago. Y si el juez hubiese visto alguna irregularidad hubiera invalidado el proceso», señalan fuentes de la entidad financiera propietaria del inmueble.
«No lo vamos a permitir». Juanito Mediavilla tiene una legión de amigos que lleva tiempo tratando de echarle una mano para impedir que se ejecute el lanzamiento. Lo han intentado de todas las maneras, haciendo todo tipo de consultas, recurriendo a distintos abogados. Esperan que una de las últimas intentonas -la presentación de un preconcurso de acreedores para personas físicas- paralice el proceso ejecutivo para, a partir de ese momento, poder deshacer el entuerto y reconducir la situación. Con todo, los amigos de Mediavilla se han conjurado para hacer todo el ruido posible si no hay novedades antes de ese día 20. «No lo vamos a permitir», aseguran.
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