Otro de esos dibujos de los cuales perdí la pista: es de un Super Zipi y Zape del final de 1983.
Es claramente una reedición o refrito de una historieta de hacia 1972 o 1973. No voy a comprobarlo. Os lo creeis y punto.
En 1971 se inicia la Colección Olé, una sustancial mejora del modelo francobelgas de álbumes: un número constante de páginas, que serán como 80, aunque luego pasarán a 64, pero es que recordemos que hay sacacuartos de tapa dura con 48 páginas o con menos incluso. Precio muy competitivo hasta el año 2000... el que quiera que pruebe. Constancia y longevidad en la serialización.
Lo peor es que se acabaron estancando con Mortadelo y Filemón y otras cosas ibañezcas y con Zipi y Zape, y casi nada más. Es decir, una buenísima idea que podría haber dado mucha diversión y diversidad, pierde la diversidad y, con ella, bastante de la diversión, cosa que se agudiza al toparte con los superhumores monotemáticos que, a partir del 2008 alguien denominaría "integrales" porque son eso, todo lo que pilles de Mortadelo lo metes ahí dentro. Una pena el monocultivo. Se pierde sabor y empeora la raza.
Para la primavera de 1971 sale a la venta la primera tanda de la Colección Olé! Siempre me dejo la admiración final (no lleva inicial: ¿por qué?).
Ya hacia 1969 Bruguera había copiado el álbum francobelga, más el de estilo Astérix, para la colección Ases del Humor (para Mortadelo y Filemón y poco más) o Alegres Historietas (personajes variados, según mi apreciación y la de aquí que he mirado luego).
Son productos caros pensados para El Corte Inglés, cuando había uno sitios exquisitos, y que no llegaban al vulgo... puede que en algún sonado aniversario o regalo de Reyes Magos.
A la vista está que solamente se han hecho visibles en mercadillos ya entrado el siglo XXI, habiendo sido residuales o inexistentes anteriormente: un nombre en un listado de "títulos publicados". Compárese con las revistas, los coleccionesole o los superhumores.
A partir de ese binomito producto recopilatorio caro con tapa dura y escenario consistente en unos grandes almacenes cuyo nombre no queremos decir, se origina un proceso de marketing, el de las "firmas de autores", que ha ido a más pero que, para el bloque general de los tebeos son "las firmas de Ibáñez".
Suponemos que Escobar también firmaba, y eso es lo que sale reflejado en la firma de los gemelos Zipi y Zape en unos grandes almacenes con sus historietas. Puede que sea una de las primeras apariciones de los hermanos con un trato como famosos que firman autógrafos porque aparecen en las historietas. En este caso, además, es que firman sus propios tebeos a los lectores-fans.
En parte, nos recuerda aquello de que Marvel tendría un contrato con varios superhéroes, según contaban los textos de Stan Lee. Mediante ese contrato podían acceder a publicar lo que se sabía de esos superhéroes. ¡Así que los tebeos de superhéroes de Marvel serían com una revista periodística que contaría noticias sobre ellos!
Creo que se puede considerar una aportación por parte de Escobar para publicitar esos más o menos nuevos productos.
Las firmas pueden ser agotadoras cuando hay muchos en la cola o cuando los apellidos son complicados, que es el caso: es un largo apellido vasco, que no os pongo pues para que os busquéis la vida en leer esa historieta.
El tebeos en un Alegres Historietas. No se ha molestado mucho Escobar en dibujar la portada, la verdad, ni el entintador anónimo en mejorarlo.
Lo de "gracias, muchas" me recuerda al anuncio de la Gula del Norte (que es mezcluja de pescados machacados): "la gula hay una; recetas, muchas". Así que se puede mezclujear la mezcluja.
Luego Peloto hace referencia directa al "último tomo de la Colección "Olé" , sin acento final por cierto y con esas extrañas comillas.
La Colección OIé! comienza hacia 1971, como hemos dicho, y el estilo de dibujo es anterior al de la segunda mitad de los años 1970. Claramente se trata de una forma de publicitar esas colecciones.
Según Tebeosfera, Alegres Historietas dura entre 1970 y 1973. Por tanto, "el último número de la Colección OIé! "es, digamos, uno de los primeros. Ejem: de los cien primeros, ¡que eso sí es una colección como toca, que no se cancela y que dura, hombreeeeeeee!
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