20181205

Cosas modernas de entonces en Bob Morane

Data Estel·lar morana Dimecres 20181205

Una de las mejores, si no la mejor, sorpresa del Saló del Comic del año 2018, celebrado en Barcelona, fue poder encontrarme con tebeos EN FRANÇAIS de Bob Morane. Que si hubieran sido de otros personajes, también, pero no los había. Sí: había una cosa suelta que no me interesaba nada. 

Eran de una librería del Triángulo Friki barcelonés que se dedica a vender tebeos de saldo. Pero en su tienda no hay más Bob Moranes. Snif, snif. 

Se ve que la civilización llegó a Francia alguna vez y por eso se venden álbums en kioskos en el siglo XXI y a precio de kiosko de antes que es un precio que no existe aquí desde 1992, por lo menos. Y, encima saldados: pues perfecto.

Me di cuenta de que las aventuras hacen referencia a acontecimientos pasados, cosa habitual en la bande dessinée del Territorio Francófono Europeo o TFE, pero ¡oh, la la! que luego no encontraba esas referencias en otras historietas. No sé por qué: puede que tuvieran que ver con novelas, y que entonces la lectura cronológica tuviera que hacerse a base de insertar BD y novelas, por ejemplo, pero no he encontrado respuesta y dudo que la encuentre nunca... vamos, dudo que jamás me pueda encontrar con una cole tan chula... porque no pienso pagar 20 euracos del ala. Sé que hay demasiada gente en España a la que el dinero le llueve del cielo. No me alegro de ello porque sus decisiones de consumo son irracionales y porque la desigualdad económica existe y es incluso fomentada por esas prácticas. Por tanto, entiendo que hay una falsa continuidad unificada, al menos en los tebeos y no demostrable fuera de ellos. Si se demuestra estaríamos ante un buen caso de Narrativa Transmedia, pero es misterioso que, de ser así, no se ponga una nota a pie de viñeta que indique: "Véase la novela Bob Morane y tal cosa".

Leyendo una de esas aventuras de las que HOY me callaré su título, me encuentro con algunas viñetas bastante modernas para la época, para 1980. Son cosas que no tengo memoria de haber visto dibujadas e incluso de haber visto en series de la tele, en película o en presentadores de la tele. 

La principal es el reloj digital, que se convirtió en muy común durante el primer tercio de los años 1980. No sé si ha habido una tecnología que viajara tan rápido desde Japón y que se expandiera tan rápido. Hoy es habitual: en el ordenador, el móvil/smartphone, en la tele, en relojes de pared, en hornos lo he visto, en radios, en anuncios... pero es que, aunque seguramente los habría muy caros, estaban a precios aceptables por todos lados. Los caros fueron los relojes analógicos de manera abrupta. 

Luego pasaron como de moda, aunque estén ahí. Para Navidad y para otros días de consumo señalado,





En la siguiente viñeta tenemos la fecha: 19800110, que nos da la medida "de la modernidad". Y hay una ambulancia que nunca he visto pero que es una variación de Citroën CX, que era un modelo común de encontrar por las calles, al contrario que tantos coches que vemos en los tebeos de superhéroes pero también en las películas de todo pelaje.

La estética de viñeta blanca en el paisaje inexistente, las líneas discontinuas blancas (lógico... ¿o eran amarillas en Francia?) y el asfalto blanco (en vez del espantoso gris negruzco)  da una sensación, no de que se han ahorrado el trabajo sino de irrealidad: "destination inconnue" o "destino desconocido". El coche es blanco con reflejo un poco lila (tal vez azul, que era un color que asocio a al Citroën CX), pero es que los cristales también reflejan blanco y HASTA LA LUZ superior de la ambulancia es blanca en vez de roja. Nótese que la luz trasera sí es roja (parece rojo anaranjado), así como la Cruz Roja, que  por entonces era el símbolo adecuado porque se distingue perfectamente de lejos frente al espanto de esa especie de asterisco azulado que surgió de las pelis yankis o las marcas estúpidas de empresas comerciales de ambulancias, un servicio que debería ser, como tantos otros, de GESTIÓN DIRECTA PÚBLICA sin pamplinas

Las luces de delante son amarillentas pero suavizadas. No son esas luces fuertemente amarillas que se solían ver en los coches franceses. 

El blanco de irrealidad tiene sentido al seguir leyendo la historia,.

El mayor misterio es que el coche no queda diluido por el monocolor blanco, sino que, para mí, obtiene una gran presencia. Será porque no me encuentro con ese tipo de modelos en ningún lado, como no salen Renauls 6, 8, 12, casi nunca, ni Opels Kadett ni Corsa ni Seat 131 ni Córdoba ni nada que no sean turismos de alto standing.

 


Luego seguimos con algo que aún es moderno en el 2018: es una sala de ordenadores, de computadoras diría uno, con unos individuos con un sueño inducido para que vivan una realidad virtual en sueños. No sé si está tan lejos del Mago Homnibus de Johan et Pirlouit y no sé si la tecnología del 2018 está tan cerca de eso en formato de realidad virtual y otras zarandajas. 

Incluso los cascos parecen como de realidad virtual, así que ya estaba inventado antes que el invento o no nos lo había contado cuando nos decían "un día habrá un vídeoteléfono y los diarios se leerán en una pantalla".


Ciertamente, y no es el único caso, la serie Bob Morane es de ciencia ficción pero con unos aciertos o una documentación o un tino o lo que sea fuera de toda medida.