Data Estel·lar llegeixi Diumenge 20200719
Me he acabado de leer la Z número 81... habría 80 anteriores que nunca he visto ni oído sobre ellos. Es una revista gratis de editorial Laukatu.
Lo interesante es que hablan de autores autoeditados que vienen a decir que ellos no saben por dónde navegan pero que los editores profesionales tampoco.
Luego sueltan muchas imbecilidades todos, todos... la mayor y más insultante es que todos consideran que "una mujer fuerte" (concepto nuevo que todos repiten) tiene que llevar trenza y no el pelo suelto y no puede ser ama de casa. Sobre esto pensaba hacer un artículo entero. Vengo desde el 2017 advirtiendo que lo del Feminismo ha pasado de ser una cuestión intelectual, universitaria y social a ser un negocio más. Esta revista lo demuestra con creces. Es insultante y molesto que se considere por parte de tanto burgués a las amas de casa como infrahumanos. Lo han hecho en tiempos antiguos del patriarcado y en tiempos modernos del feminismo. Todo eso, patriarcado y feminismo y los que lo llevan son diferentes versiones de una misma sociedad birrosamente burguesa, aquellas cuyas universidades hablan de temas sociales que son la evolución de castas burguesas, a lo sumo artesanales en ascenso, y cierran los ojos hacia lo demás. En la Univesitat Autònoma de Barcelona era geográficamente claro: miraban hacia Sant Cugat i el Eixample barcelonés (a l suroeste y noroeste de la universidad) y cerraban ojos y oídos y estudios hacia Cerdanyola, Badia, Barberà, Campoamor, Espronceda, Les Termes, Polinyà, Santa Perpètua, lugares que ocupaban el noreste del paisaje. Así, claro, las mujeres NO trabajaban... excepto las que eran de clase trabajadora y campesina que trabajaban en fábricas y en el campo, con las gallinas, etc. Y las amas de casa no existían, salvo para hablar del trabajo reproductor. Como no forman del mercado capitalista, porque ese trabajo no se cuenta en el PIB, la progresía falsamente alternativa tampoco los tiene en cuenta. Y así hasta llegar a esa revista de propaganda de tebeos.
Hay un autor desconocido para mí, así que será muy renombrado, llamado Calo, que habla "los tiempos de las hambres". De lajambre. De lah jambreh. Hombre, alguien normal en el mundo. Gracias. Dudo que encuentre nada por ningún lado pero intentaré estar atento.
Me entero de que hay tebeos que solamente se venden en unas cuantas librerías o a cierta gente, con tiradas especialmente reducidas, o para otros países. Más aún, lo que veo es que mucho de eso no llega al pomposo Saló del Comic de Barcelona o Barcelona Comic.
Otra cosa que me llama la atención es la cantidad impresionante de entrevistadores de tebeos que hay en el planeta. Creo que hay más que lectores y más que dibujantes o que aspirantes a ello, lo que ya es decir. Con la nómina de esa revista se amplía bastante, sin doblarse la nómina (es un decir lo de nómina, salvo como en los autodefinidos: "rol, lista").
Lo interesante es que hablan de autores autoeditados que vienen a decir que ellos no saben por dónde navegan pero que los editores profesionales tampoco.
Luego sueltan muchas imbecilidades todos, todos... la mayor y más insultante es que todos consideran que "una mujer fuerte" (concepto nuevo que todos repiten) tiene que llevar trenza y no el pelo suelto y no puede ser ama de casa. Sobre esto pensaba hacer un artículo entero. Vengo desde el 2017 advirtiendo que lo del Feminismo ha pasado de ser una cuestión intelectual, universitaria y social a ser un negocio más. Esta revista lo demuestra con creces. Es insultante y molesto que se considere por parte de tanto burgués a las amas de casa como infrahumanos. Lo han hecho en tiempos antiguos del patriarcado y en tiempos modernos del feminismo. Todo eso, patriarcado y feminismo y los que lo llevan son diferentes versiones de una misma sociedad birrosamente burguesa, aquellas cuyas universidades hablan de temas sociales que son la evolución de castas burguesas, a lo sumo artesanales en ascenso, y cierran los ojos hacia lo demás. En la Univesitat Autònoma de Barcelona era geográficamente claro: miraban hacia Sant Cugat i el Eixample barcelonés (a l suroeste y noroeste de la universidad) y cerraban ojos y oídos y estudios hacia Cerdanyola, Badia, Barberà, Campoamor, Espronceda, Les Termes, Polinyà, Santa Perpètua, lugares que ocupaban el noreste del paisaje. Así, claro, las mujeres NO trabajaban... excepto las que eran de clase trabajadora y campesina que trabajaban en fábricas y en el campo, con las gallinas, etc. Y las amas de casa no existían, salvo para hablar del trabajo reproductor. Como no forman del mercado capitalista, porque ese trabajo no se cuenta en el PIB, la progresía falsamente alternativa tampoco los tiene en cuenta. Y así hasta llegar a esa revista de propaganda de tebeos.
Hay un autor desconocido para mí, así que será muy renombrado, llamado Calo, que habla "los tiempos de las hambres". De lajambre. De lah jambreh. Hombre, alguien normal en el mundo. Gracias. Dudo que encuentre nada por ningún lado pero intentaré estar atento.
Me entero de que hay tebeos que solamente se venden en unas cuantas librerías o a cierta gente, con tiradas especialmente reducidas, o para otros países. Más aún, lo que veo es que mucho de eso no llega al pomposo Saló del Comic de Barcelona o Barcelona Comic.
Otra cosa que me llama la atención es la cantidad impresionante de entrevistadores de tebeos que hay en el planeta. Creo que hay más que lectores y más que dibujantes o que aspirantes a ello, lo que ya es decir. Con la nómina de esa revista se amplía bastante, sin doblarse la nómina (es un decir lo de nómina, salvo como en los autodefinidos: "rol, lista").
Un insulto... otro, es el de que me doy cuenta de que en 1988 los dibujantes y editores sacaban basura para ellos mismos. El salón del comic era un espanto ciberpunkiano. Luego, en los 1990, los mismos que ponían escenas sexuales por todos lados, ahora van de hacer cosas para "sus hijos" y van justificando y hasta los escritos son ñoños. Queda claro que se jubiló Rafael González y no hubo editor por ningún lado. Solamente dejaron al nulo criterio de ellos como individuos lo que querían hacer. Si a eso unimos las críticas inmensas a los "trabajos alimenticios" (el consabido artículo para Carlos Giménez) pero lo bien que se callan y adaptan cuando les ponen a trabajar para Disney o para una editorial francesa que quiere A y B pero no C o para Marvel o DC y sus criterios de marketing y de ideología social (la que toque ese año)... pues como que no, oiga.
Ahora, leed los comentarios y regresad a este punto. Me espero.
"Unos días después..." Sonará a respuesta al comentario pero es que coincide en el tiempo. Me leo un par de revistas LyMás, que dicen enviar a "librerías independendientes". Lógicamente, son grandes librerías de toda la vida, algunas con varias sucursales o tiendas, las que parten el bacalao en ausencia del FNAC y la Casa del Llibro, teniendo en cuenta que estas solamente están en Barcelona o alguna otra capital.
De hecho, la independencia real librerística vino cuando pusieron un Cortinglés y accedí a una inmensa librería en la que se podían encontrar libros sin problemas de tocar, mirar, pasear... sin tener que dar explicaciones sobre "qué isbn o qué número de edición quieres".
Es una revista, como todas las de ese estilo, de propaganda de libros, que va bien para tener una idea de lo que venden.
Pues, la edición veraniega postconfinamiento del 2020 básicamente era un no parar de "feminismo", "papel de la mujer" y "cosas que hacen las mujeres"... y yo me pregunto dónde estuvieron las librerías, los escritores y las escritoras y la editoras (¿alguna no argentina-alemana-italiana?) desde 1970.
Entonces me di cuenta de que ya había visto fenómenos de negocio embudista (metidos como un enbudo) otras veces en el sector de libro. No confucir Cultura con el sector del negocio cultural (teatros, cines, editoriales) es complicado. En estos tiempos de confiamiento, para-confinamiento, etc, se ha visto que bares, hoteles, teatros, festivales de música, cines y restaurantes son lo mismo y piden lo mismo: dinero y que les dejen hacer lo que les dé la gana. En los museos públicos hace años que los que trabajan son de empresas privadas de trabajo temporal, poco sueldo, o ninguno, y han hecho huelgas unas cuentas que no salen en los tuiteres del "mundo de la cultura" porque el mundo de la cultura es el mundo del negocio, uno de los mundos del negocio, empresas y empresarios pidiendo dinero por lo que venden y por lo que no han vendido.
Ese contexto explica el montón de tebeos, libros y de autorías que se vinculan al feminismo como negocio. Y me ha venido a la cabeza los años de propaganda sin fin de "novela negra nórdica" que "rompe el mito de la vida plácida en Escandinavia". También los años de propaganda de detectives medievales y novelas históricas que van de detectives con asesionados en un palacio romano. No sé si entra en eso el filón indecible de los libros nacionalistas catalanes, independentistas, de agravios y de nacionalismo español con los mismos mitos de los libros de Historia franquista (en realidad, ya de la Segunda República y antes) pero puesto al día en novelones históricos, o libros reveladores de la verdad histórica frente a los otros, sobre esa independencia que está ahí (como ese On és l'Estel·la? que es una niña -uso del negocio de la imagen femenina para aprovechar la ola feminista- tipo Wally independentista... Estel·la porque es Estel·lada). Desde Pío Moa hasta Jordi Cuixart (y su cuento del erizo contra la golondrina, que tiene tela) , ese gran negocio del libro se aleja lo más que puede de la idea de cultura. Son libros para militantes o incautos o incautos militantes. No habrá el lector de ambos libros ni de uno que sea un volumen ecuánime.
Pero los libros del anterior párrafo no suelen ser mencionados en las revistillas sobre libros, aunque ocupen metros lineales, cuadrados y cúbicos en todas las librerías.
Sí que recuerdo años de recensiones propagandísticas de libros de autoyuda psicológica o empresarial y económica: sobre cómo salir de aquí (De aquí se sale, del gran literato y hombre de ética intachable, Mario Conde cuando todos los intereconomistas coperos y demás sacaban libros sin cesar). Las explicaciones sobre cómo esos autores te van a ayudar a salir de un bache, a vivir mejor, a coger el toro por los cuernos. Podemos remontarnos a 1997 o por ahí con lo de Quién se ha llevado mi queso (vi una nueva edición hacia 2019 cuando ya estaba olvidadísimo tras mil reediciones y mil copias con otros títulos).
En vez de promover su compra o interés, me producen rechazo por amontonamiento.
1 comentari:
Sí, al final, cualquier reinvidicación justiciera se convierte en el negocio de mucha gente: el cristianismo, la revolución burguesa, la revolución proletaria, esto otro, las reinvidicaciones de los gays, las de los negros...¡todo
carlos
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