20200705

Desconfinamiento en preconfinamiento

Data Estel·lar des i pre Diumenge 20200705

Estamos aquí desconfinándonos en el preconfinamiento. No nos habían contado que el sector agrícola (40% del presupuesto europeo desde 1986, hasta 2020, usaba mano de obra super-precaria, temporera africana trans-euro-migrante para los cuales las fronteras italianas confinadas no eran nada y atravesaron la Italia cerrada, la Francia cerrada y llegaron a la cerrada España, hasta quedarse por las calles de Lleida y repartirse por entre Huesca y Lleida porque se mueven por fincas y empresas que son las mismas: no sé cuáles tendrán bandera estelada y estrelladas y cuáles bandera del toro borracho de Osborne. No nos contaron que los empresarios agrícolas, que son los que más dinero en subvenciones reciben no se hacen cargo de ellos. Alojamientos malos, hacinados o en la calle. Que los ayuntamientos de pueblos muy solidarios cuando salen en La Marató de TV3 pasan de todo, pero viven a cuerpo de rey de la recogida de la fruta. No nos contaron que en montones de "comarcas" no les interesaba abrir para moverse porque ellos no se mueven sino que solamente quieren recibir dinero de los turistas barceloneses o madrileños, así que presionaron empresarios de bares, hoteles y demás alojamientos para abrir, que no querían el movimiento intracatalán o intraespañol sino que buscaron que vinieran británicos sin control, alemanes hacia sus colonias. En fin que, tras llorar mucho antes, durante y después, y extender la enfermedad, ahora Pedro Sánchez dice la misma sandez que el presidente de México: que la gente vaya a la calle, a los bares, a emborracharse. Emborracharse es glorioso... pero con responsabilidad individual, como cuando no imponen sanciones ni controles a las empresas contaminantes y luego te marcan a ti como un insolidario malvado que no separas los envases que no has pedido, que los ponen las empresas y sus socios del marketing porque les va bien para transportarlo.


Alba Vergés i Bosch, consellera del Buit (en castellano, de Salud), sale en una extraña rueda de prensa con un médico del hospital de juguete Arnau de Vilanova que no habrá confinamiento. El médico se había levantado con una cara de asco que tiraba de espaldas. Por cierto, de separación, nada: ella se sentó en la misma silla que él, acabado de levantarse. Supongo que los médicos le cantaron las cuarenta, así que ni diez horas después, las noticias de la radio matutina del sábado ya decían que la ciudad de Lleida, capital del Segrià (la comarca del río Segre), quedaba confinada y daban de plazo hasta las 16h del mismo sábado para que regresaran los que habían marchado. El domingo se sospecha que el confinamiento será de más de 15 días. Es decir, que llegará a principios de agosto. 

Si no tenían ni idea de la estructura social, laboral y de ocio del sector agrícola es muy grave, por tanto salen de las universidades catalanas muchos sociólogos y politólogos desde 1997, y no me voy más atrás. 

Si lo sabían, es criminal el haber levantado el confinamiento en junio, solamente para que el Gremio de los Borrachos esté contento. No es casualidad esa reemisión continua de bares cutres llamada Pesadilla en la Cocina, que demuestra que ni al gremio oficial ni a las autoridades sanitarias ni a los centros de formación profesional ni a las oficinas de empleo ni a Hacienda ni a la Seguridad Social les importa nada en qué manos está la alimentación. Lo importante es mostrarlo para que la gente quiera volver a ir, así se reemite sin cesar dicho programa durante abril, mayo y junio de 2020, con ese desconocimiento total de la Sociedad: no era necesario reabrir las ganas de ir a los bares porque todos estaban deseándolo.

Me entero de que, además de barbacoas vecinales y familiares, con gente que se han rozado con todo, hay muchos maestros que se han estado toquiteando con niños y madres y con otros maestros. Besuqueos, abrazos, arrumacos. El grupo ese de imbéciles que se han ido a Ibiza a "una despedida de solteros" y ya han pillado a uno... eso, barato no es, prisa no hay, se puede hacer algo sencillo y emotivo en Barcelona... pero la chulería puede más, y las autoridades han optado por extender la enfermedad. El neoliberalismo gana y la enfermedad y la muerte avanzan. Y oigo de comidas de empresa por final de temporada y cosas así. ¡Caramba, qué prudencia, qué crisis de la hostelería, qué ciudadanos tan ejemplares! Y Fernando Simón, el típico alto funcionario pero con engañosa cara de individuo corriente, sale en una foto de portada de El País Semanal con una motarrona de lujo (de lujo de los años 1990, porque valía quinientas mil pelas del ala, cuando un coche barato valía uns 750000 pesetas). Lo dijo Pedro Sánchez a mediados de marzo de 2020: "vienen semanas difíciles", vienen tiempos difíciles. Se refería a que habían decidido dejar morir, o sea matar porque la función básica del Estado es la del monopolio de la violencia legítima (el único que te puede pegar es el policía, el único que te puede meter en la cárcel es el juez) y que se entiende, en el Estado moderno y contemporáneo como que el Estado tiene que garantizar la vida y la salud (física, psíquica, medioambiental: léanse de una maldita vez la Constitución, anda). Pero sabía lo que decía: que decidieron dejar de garantizar la vida y la salud a un número que no sabemos de ciudadanos que han pagado impuestos... ¿a cuántos? ¿a cuarenta mil, setenta mil, cien mil, trescientos mil...? ¿Cuántos de los que no suelen pagar impuestos tienen ya sus clínicas privadas preparadas, sus respiradores en casa, sus tratamientos médicos listos para ser usado en caso necesario, sus medicamentos...?

¿Dónde está la chulería de Alberto Núñez Feijóo cuando dijo que Galicia, como si fuera otro planeta, ya podría pasar al desconfinamiento total? Epidemia y cierre en la Marina Lucense, solamente tras Lleida, para exponerse poco a las críticas de una oposición gallega, incapaz de tener ni voz ni voto ni ideas.

¿Y en qué lugar queda ese gran pope del cuñadismo pero que tan bien lo disimula tantas veces con ese estilo de hipnosis pujolista, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla Roiz, cuando dice que es peor la crisis económica que la sanitaria: que es la nueva matraca de la derecha y sus periodistas voceros cuando hablan de "es peor el hambre que la muerte", que parece un slogan de algún grupo guerrillero comunista centroamericano.

Me pregunto dónde está Podemos, si es que alguna vez ha existido.

Me pregunto por qué casi nadie, nadie de entre los políticos en el gobierno o en la oposición, dice que los decisores públicos están más vendidos que nunca a los empresarios.

Ahora han abierto para volver a cerrar: ¿no les importa la imagen de inseguridad de España, dado que era lo único que les importaba, y no la salud de sus habitantes?

Y Pedro Sánchez dijo hacia abril del 2020 que, igual que se ha dicho durante décadas que el sistema sanitario español era de los mejores del mundo (ha caído casi por completo, pero eso ya lo sabíamos desde el 2003 algunos de nosotros, los que lo hemos tenido que usar por necesidades), y que el sistema financiero español era el más sólido del mundo (y se derrumbó en 2007, logrando el mayor negocio de su existencia porque los contribuyentes les dimos 60000 millones de euros, todos los inmuebles de la burbuja inmobiliaria a coste cero, los inmuebles adquiridos y rapiñados vía deshaucios, y les damos ingentes cantidades en forma de malos servicios, horarios cortos, trabajo gratis telemático y pago de comisiones desorbitadas)... pues añadió que también el sistema de alimentación (agropecuario, agroindustrial, logístico, distribución) era óptimo... y yo pensé que llegaba el hambre: en julio de 2020 sabemos que los enfermos están en la recogida de fruta y verdura y en las empresas de procesamiento agrícola, así como en las industrias cárnicas. Eso tiene que afectar a una caída de la producción: aumento de precio, menos cantidad, menos calidad... escasez. ¿HAMBRE?