Intento reivindicar a Peñarroya (y a Conti). Así que me alegré mucho cuando encontré esta portada. Pulgarcito Extra de Verano 1973. No crea nadie que ha sido fácil localizar el año.
No conozco portadas de este elegante dibujante.
Fallece en 1975 pero yo lo veo aquí en plena forma. Lo mismo me pasa con Conti. En revistas de mediados de los 70, si no se trata de refritos, están en plena forma. Apenas hay pistas de saber si son refritos sus historietas, más allá de los numeritos (cuando hay numerito es historieta nueva). En este caso, es una portada: no van a poner un refrito en una portada.
La portada va de ir al pueblo en vacaciones. No creo que difiera mucho de la realidad, y es interesante compararla con la visión que en los años 90 dará Segura: el pueblo antes y ahora. en la revista TBO de Ediciones B que algún día tendremos que colocar.
Hay gente que tiene pueblo, y que bien entrados los años 80, iban allí y no había tele. O había un burro suelto y optaban por adoptarlo porque, verdad, pobrecito, hasta que llegaba el dueño y decía: "que sus hijos han robado mi burro"... "estaba solito"... Contrastes pueblo-ciudad. Luego ya llegaron los audis y en los pueblos comenzaron a fardar y a ir a 180 por hora por carreteras con arcén de medio metro y velocidad máxima de 70. Llegó la especulación y se pasaron a ser más de ciudad que los de ciudad y encima pretendían que a los de la ciudad les gustase. Eso sí: nunca fueorn capaces de poner aceras por done los peatones pudieran caminar.
A la vez, el concepto "hotel campestre" y el primitivo alquiler muestra los orígenes no tan lejanos del turismo. Los alemanes, franceses, suizos o belgas, procedentes de sitios aparentemente más contaminados, más industrializados y más artificiales optaron y siguen optando por ir a lugares lo más baratos posibles -y ese pueblo, en principio lo podía ser- y encontrarse con un paisaje rural y una ausencia de normas -poder hablar cuanto quieran y cenar a las ocho de la tarde en verano, beber, pescar, y hacer sus cosas-. La huida creciente de turistas a otros lugares como la costa croata obedece tanto a los bajos precios como al tener unos paisajes naturales bien conservados y que no han sido destruidos por la avaricia española de construir hasta alta mar.
Este romper con lo cotidiano molaba. Y que las cosas no estuvieran macdonalizadas también.
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