20210217

Bermudillo el Grande

 Data Estel·lar obrecometes Dimecres 20210217

Durante el Confinamiento de la primavera del 2020 me estuve leyendo mis Bermudillos, comenzando por la excelente edición de Editorial Bruguera... cercana, agradable, legible,... y que lo publicaron oiga, frente a no menos de treinta editoriales posteriores que pasaron de eso. Una aventura suya fue publicada en los primeros números de la revista Pulgarcito de 1981.

Douwe Dabbert es un personaje holandés ¡y fue publicado durante los años de la misteriosa Conexión Holandesa por primera vez! Su singladura dura entre 1975 y 2001. 

¿Qué relación tendrá su nommbre con el de la empresa oligopólica transnacional Jacobs Douwe Egberts? De origen holandés, fundada en 1753, y propietriaa de Saimaza, Soley L'Or, Hornimans, Marcilla (bocadillos de Marcilla, huuuum) y hasta 2000 marcas.  Por los años que parece moverse Douwe Dabbert, podría tener relación, aunque luego mi sensación es que se los escenarion van hacia el siglo XIX. ¿Existe alguna imagen del fundador o de su hijo, que es el que se llamaba así, y que se pareciera al genio del hatillo?  

 

La Línea Fuera Borda de Dolmen Editorial hace años que lo publica... menos años que los que La Maginoteca o que magin habla de ese personaje por internet.  

Los tomos de Dolmen Editorial son caros y mediocres: los dibujos de los extras se ven menos que cualquier dibujo del personaje que te pesques por internet, pero te clavan tus 30 euros. La distribución es inexistente. Es una casualidad encontrar esos integrales en las tiendas. Pero es lo que hay, oiga, y con esos nos conformaremos mientras no existe la Unión Europea y las editoriales originales publiquen sus productos directamente en esta parte mediterránea del mercado europeo.

Un integral es un superhumor que incluye tres álbumes.

El dibujante es Piet Wijn, quien, según cuentan los textos de los extras, a mediados de los años 1980, se sobrepuso a una paralís (siempre hay nombres más modernos y censurantes para las enfermedades en ua interminable hermenéutica medicastra). Logró aprender a dibujar con la otra mano, Increíble. Intentadlo: dibujar, escribir, coger el vaso... es una lucha entre tu voluntad y el cerebro. El resultado es aceptable. La trayectoria de Piet Wijn es larguísima pero en España nunca conoceremos nada. Además, que no le importa a nadie porque no ha dibujado a Conan. 

El guionista es Thom Roep. También es el escritor habitual de los chascarrillos de los extras, una especie de anécdotas sin ligazón con unos títulos más extraños que los que usamos en La Maginoteca. Pero es bueno leer de la primera mano. Sus guiones van de más a menos. Lo que pasa es que los años 1980 y principios de los 1990 parecen ser malos para buena parte de las historietas europeas y no pocas estadounidenses, como si no encontrasen su camino.

La tetralogía de los caminos de los puntos cardinales, acaba en falso, con un final raro, con unas ganas de olvidarse de ella, con un episodio final flojo. Pero las no menos de 8 aventuras iniciales y algunas de las posteriores son muy interesantes, aunque solamente sean porque son distintas. 

Las iniciales, sobretodo, usan un dibujo y un entintado muy de cuento, muy encantador, realista sin complejos con algo de caricaturesco. 

Luego, Thom Roep, y él mismo lo escribe en los extras, lo que hace es alimentar a Piet Wijn, para que tenga trabajo, así que extrae guiones cómicos de historietas mal dibujadas de las revistas Disney de los años 1950 o 1960. Se mata poco. El guionista tiene otros trabajos que se ve que le interesan más. La sensación que extraigo es que todo el mundo -editores, guonista- esperan la muerte del dibujante, y de ese género de dibujo que ya no es de tinta tan oscura, aunque le pegaba mucho.

 Pero siguen surgiendo algunas chispas que no voy a contar para ver si le picamos a alguien la curiosidad y se lo lee. Que va a ser que no. Bien mirado va a ser un reto de redes sociales: a ver si encuentrar tebeos de Bermudillo o integrales de Línea Fuera Borda por algún lado.

Me pregunto por el tamaño de los originales. 

A por elllos. Va de verde. Es alto.
Voy a poner algunas imágenes de viñetas agrandadas. Hay detalles que se ven perfectamente por más que le des a la lupa. Es Bermudillo el Grande.


Ejemplo del entintado, del tipo de dibujo realista y de detallados dibujos pequeños al fondo


Al leer, nos fijaríamos en Bermudillo y su interlocutor pero el resto de asistentes al banquete ¡allí están!


 Por qué no podría ser la influencia de las viñetas de Hal Foster para Prince Valiant in the Days of King Arthur?

 

Ampliación de la viñeta anterior: los músicos tienen cara, ejem; el reloj tiene las horas, el instrumento tiene alguna cuerda, la vela del farolillo...

Todas las viñetas salen del Gran Bravo Bermudillo número 1, Editorial Bruguera, primera edición: "setiembre 1982", sin la "p". Un Gran Bravo es un Superhumor para personajes extranjeros, aunque Los Pitufos ya salieron en Colección Olé y Superhumor, y la serie Bugs Bunny y sus Amigos, ídem. 


Voy a poner la siguiente viñeta, aunque salió borrosa.

 
No voy a hablar de los percherones arrastrando la barca por el canal, de la calma que se respira, de la sensación costumbrista y cercana pese a que es un tipo de escena que no viviremos nunca.
 
¡Atentos a la ampliación del molino!
¡Y esa perfección con una foto que me quedó borrosa: 
 


¡Thom Roep es un gigante, no un molino! 


Y ahora ampliamos la viñeta del banquete de los lobos: un cuadro de las lanzas, con las lanzas al lado inverso que en la versión de Velázquez. Los lobos algo simplificados en su cara, pero con expresiones, con ojos, sonrisas, con el casco, los cuencos para beber, el lomo ensartado en una espada, el fuego y el humo... ¡y hay dibujantes que tienen problemas para meter menos que eso en 24 páginas!


Ahora vamos a lo opuesto: una foto de una ilustración de un tomo de Dolmen, tan pequeñaja que apenas se distingue ni ampliada.


Evidentemente, Dolmen no ha aprendido nada de Thom Roep.


1 comentari:

Anònim ha dit...

Totalmente desconocido para mí pero...¡magníficos dibujos y escenas como la de los caballos
carlos