20210213

Elecciones Menú para Grupos

 Data Estel·lar menudilla Dissabte 20210213

La gente vota lo que quiere. El elector es sabio. La Fiesta de la Democracia. Son frase carcomidas por su propia mentira. 

Lo que la gente ansía el día de las Elecciones es que no le toque estar en una mesa electoral, y menos aún en tiempos de pandemia.

El elector no es sabio porque no tiene conocimientos sobre lo que pasa ni en los partidos, ni conoce los programas porque no se le han facilitado más que patrañas y frases estúpidas que no sirven para nada. Ni sabe ni quiere ni puede saber. Ni tiene tiempo. Si lo tuviera, lo usaría para otras actividades en vez de informarse. Y luego está la maraña internacional y empresarial, desconocida, opaca o que, si la conoces un poco, genera apatía y ganas de no participar. "No se puede hacer nada porque no nos van dejar". Los americanos nos bombardearán. Los rusos falsificarán las elecciones. Europa no lo permitirá. Las empresas tienen todo el poder. Ideas difusas que generan alejamiento de la política.

La gente NO vota la que quiere. 

Vota, elige, entre lo que se le ofrece, que es poco, repetitivo y de mala calidad. 

 

Las Elecciones son como el Menú navideño para grupos de empresa. O ese menú para el verano. Siempre hay lo mismo. A elegir dos o tres ranchos mal cocinados, uno de 25 y otro de 30€, con unos aperitivos o entremeses que, si no te gustan sufres, pero, como te gustes, que no te toque al final de la mesa porque no hay para todos. Te pondrán sal tibetana con peste a huevo frito y cosas así, para que alguien diga que ya sabe lo que es y que está muy bien. Entre los menús "de segundo" estarán escondidos dos elementos bajo la salsa (slogans y campaña) que sirve para tantos cocineros y restauradores esconder su ignorancia sobre el arte de cocinar: 

1.-Una carne que será "meloso de ternera" o "redondo" o algo así, con un nombre que a algunos paletohipstesrs les suene importante. Es carne triturada por la que se desprecia al animal del que procede convertida en un estofado pringado de salsucha. Masticar es dejarse un diente en el chicle: es la exposición a los debates y declaraciones y querer encontrar qué tiene que ver con los intereses del ciudadano. Es un estofado mal hecho. Mi abuela lo hace mejor, con mejor carne y sale más barato. Ah, y pone pan y todo.

2.-Un pescado desconocido, o conocido pero con nombre raro. " Suprema de merluza". ¿Suprema? Los que se apuntan a ir a votar tienen que preguntar qué pescado es aquel. Como los votantes comunistas intentando encontrar las mil y un a candidadturas por las que se disolvieron, que si Izquierda Unida, que si Iniciativa, que si PSUC, PCC, EUiA, Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP), EnComúPodem. Que se negaron a poner "Comunistas" o "Podemos" o "Podem", porque no les parecía fino. La de votos que perdieron por culpa de eso no lo sabrá nadie. Sí me consta de gente que dijo haber votado a los comunistas pero que seguramente votó a una candidatura extraparlamentaria, así que muchos se debieron ir quedando por el camino. Que me voy a mi pescadería y me ponen un lenguado buenísimo, oiga.

Pero lo más importante es que vas a un restaurante, que pagas el gusto y la gana, que vas por obligación, para no quedar mal con la empresa, o porque piensas "mira, vamos un rato a relajarnos con los de la empresa después de tanto trabajo" pero NO PUEDES ELEGIR LO QUE QUIERES COMER NI BEBER. Te ponen el rancho del día: 


Ejemplo:

Carrillera de ternera blanca en salsa c/ puré de patata

o

Suprema de merluza a la vizcaína con verduritas de temporada

 No vas a poder ir y pedir unas bravas, unos calamares, de aquello que tienen en aquella mesa. ¿Queréis algo más? Y nos trae gaseosa para el vino.  Y vas a tener que implorar una cocacola porque se ve que no les entra en la cabeza... o el pan, siempre el pan, desdeñado, despreciado, ultracongelado y sin harina ni levadura.

Todos hablan de "autónomos y empresas" pero ninguno de "asalariados". Así que resulta que ya no existen. Es una nueva manera de meter lo de "todo es clase media" pero no es así. Y es una forma de esconder a los "asalariados que son falsos autónomos". Son esos nombres de ingredientes, condimentos y nombres ridículos para platos.

¿Quién montó el menú? 

Yo no. 

Te pueden poner 5 platos a elegir... pero no 50. Es que 5 son menos que los que tenemos en casa, o de los que podemos encontrar en el Mercadona. Osea, que podemos encontrar más variedad más cercana y más lógica con nuestros intereses fuera del mercado electoral.

El mercado electoral lo montan las candidaturas y aquí entra una cosa de la que igual habéis oído hablar: dinero. A paladas. Gente que no son de tu barrio o, que si lo son, procurará no rozarse con nadie más que con los de su secta para no tener ni que dar opiniones ni que ser influido por fuera. Se reúnen, hacen las firmas de manera organizada entre los suyos y adiós, y tienen información sobre las fechas del día del menú. 

¿Por qué en las candidaturas hay tan pocos "Pérez" o "López" frente a tantos apellidos compuestos? ¿Nadie se lo pregunta nunca? Estoy por tabular esos datos. ¿Cómo es que hay no pocos apellidos tipo italianos-argentinos o alemanes? Pues porque todo va con dinero, escrito de muchas maneras en forma de profesores universitarios, de empresarios y ejecutivos y artistas que, para serlo son del remolino de un partido, una gran agencia de colocación laboral con buenos sueldos y carreras profesionales variadas. Parece que representan a la sociedad porque parecen ser de varios ámbitos pero son todos ámbitos burgueses, inaccesibles para el común de los mortales ni con tu título y el libro de escolaridad con buenas notas bajo el brazo.

Las candidaturas grandes, las 9 que pueden salir, mal que les pese que se diga, no tienen gente común. Si los tiene, durante años, los han ido extirpando de su origen. Que mantengan algo, un poder ir a aquel sitio en época electoral, un deje o unas palabras que lo aparenten de tal localidad. Pero, así y con todo, son una minoría. Son la sal tibetana que sabe a huevo frito y que no pega ni con cola. Son el pan sin cocer.

Y después de la comida de grupo, todo el mundo a su casa. Se quedarán los más mindundis a recoger la basura, a sumar los pagos para dárselos al restaurante, si no paga la empresa, se dirá que a ver si otra vez se hace de otra manera... no se hace porque no hay coordinación posible entre las clases bajas por muchas razones no bien explicadas nunca pero que incluyen la desconfianza mutua, la ignorancia, el analfabetismo funcional y militante y una falta de tiempo o de organización que sí tienes cuando tienes chofer, horarios de 9 a 14h (muchas oposiciones comienzan telemáticamente a las 15 o incluso a las 16h, así como muchos cursos de formación gratis y de pago por internet), y cuando no tienes que preocuparte por temas familiares, desde hijos, separaciones, ancianos o familiares con problemas de salud ni por trabajos en los que, gracias a tu talento, ejem, te van enchufando por todos lados. ¿Me puedes llevar en el coche? ¡Pero si no me ha hablado en el trabajo en todo el año!

¿Me meto con los autónomos o me meto con los que solamente hablan de los autónomos despreciando y olvidando a los asalariados? ¿O acaso no están usando el vocablo "autónomos" como lo de "ya no hay clases" o "todos somos clase media" que estuvo en boga hasta la crisis del 2007?

2 comentaris:

Anònim ha dit...

De acuerdo en casi todo menos en la visión tan negativa que sueles tener del trabajador autónomo, al que ves como un quejica defraudador.
carlos

Anònim ha dit...

Bueno, pero te disculpo; al fin y al cabo, mi visión de los funcionarios también es negativa: la de tergiversadores de las ideas comunistas para su propio bienestar.
carlos