20190117

De diálogos difíciles de entender: Pulgarcito

Data Estel·lar trossetsalacassola Dijous 20180117

Esto tiene que ser un articulillo rápido y con poca letra.

Imaginad que tenéis, no sé, 6 años, y os toca leer la siguiente página:



Pulgarcito: El Brontosaurio. Autor en guión y dibujo: Jan (Juan López Fernández) publicada en revista Pulgarcito número 7 segunda época, fecha 1981


  
Igual es la primera vez que os encontráis con un pesonaje como Pulgarcito, con un dibujo redondeado, atractivo, que nos recuerda a los animes o dibujos animados "chinos" osea japoneses.

Unos niños salen de un colegio con una pared y unas vallas viejas que parecen de verdad aunque no sea así vuestra escuela.. 

¡Pero es que no entiendes casi ninguna palabra!

¿Qué dicen los personajes?

Pero piensas que es que "hablan como los mayores", lo lees varias veces para intentar descifras algo: "quia" puede ser "quizás" porque muchas palabras cambian, no sabemos por qué, de lo oral a lo escrito, o de lo oral que conocemos familiarmente a lo que nos dicen que es lo bien escrito.

Ahora yo tengo que poner lo siguiente: ¿qué pasa? ¿que solamente saben hablar bien los que tienen un diploma acreditativo? ¿Y los otros millones de hablantes, durante siglos no sabían hablar? Entonces, ¿de qué los refranes? ¿o es que no son de origen popular? ¿de qué los dialectos, las formas de hablar? Oh, claro, que a la RAE no le gusta... de igual modo que al IEC y a los fabrianos les molestan las formas ajenas al dialecto central-oriental con palabras de cuatro burgueses de Barcelona. Eso sí: sometámonos, arrodillémonos ante la RAE, ante el IEC, ante los que dicen cómo se tienen que pronunciar las cosas, las palabras bien dichas, los sonidos correctos... 

Pero no es eso... "¡quia!" es una extraña interjección que solamente vemos escrita por aquí o en alguna obra de teatro o medio-zarzuela... significa "no". Pero ese "quizás" que es un "quizás no", "casi que no"...

El resto de palabras y su contexto es igual de complejo.

¡Pero seguimos leyendo y nos fascina la historieta!

Luego nos dicen que para aprender vocabulario hay que leer libros... ¿cuánto vocabulario se aprende en una página como ésta? Y... caramba, anda que no hay amplio vocabulario en no pocos analfabetos de los de toda la vida (no de los vocacionales y funcionales creados por la educación obligatoria universal en un contexto de fútbol, alcohol, salidas de marcha y demás). 

No os cuento lo que pasa porque la serie Pulgarcito, sus guiones, sus dibujos, su entintado, e incluso su color original, y sus personajes personajes, secundarios y extras, son tan fascinantes que seguramente las editoriales que disponen de sus derechos lo habrán estado reeditando con profusión y alegría desde 1986...


Transcripción de la página: 

Pulgarcito El BRONTOSAURIO

Página 1 Viñeta 1 (p1v1): en la puerte de lo que nos enteramos que es un colegio (hay un rótulo que se lee a medias), sito en el número 13 (qué mala suerte) de una calle  corriente por la que pasa un coche con matrícula "M-1961" (númeración común en las matrículas de Jan). Una mujer con un carrito de la compra espera: puede ser una madre. Unos ojos miran desde dentro de una cloaca de las que había hasta los años 1980, en los bordillos. Un lápiz en el suelo. El colegio parece un edificio antiguo por el tipo de persianas y porque tiene árboles (uno de los grandes) y arbustos y tiene vallas de metal con puntas de flecha en la parte superior, así que es antiguo, no es un colegio de los comunes, la verdad. Será el centro de alguna ciudad. La calle está casi en la esquina porque se un bloque de pisos en perpendicular.
Policía cierra los ojos (guardia Marcelo, aunque no sale su nombre aquí): QUÉ... ¿FALTAN CINCO MINUTOS PARA LA SALIDA, VERDAD...?

Conserje: ¡QUIÁ!... UN MINUTO ESCASO...

Nota: no es que cierre los ojos, sino que mira el reloj y "entorna los ojos" o los baja. 

El conserje está apoyado con una bata o algo así (¿llevaban bata? ¿de color azul como en la viñeta? ¿blanca como varios maestros hasta los años 1980?): su actitud da la sensación de que es un momento normal, pero parece más extraordinario para el policía. La mujer mira a ningún sitio, puede que la pareja de policía y conserje sin ninguna expresión. 

Hay un gato sobre el pilar izquierdo visto desde la calle de la puerta, junto al policía: el gato pasa desapercibido en las primeras lecturas. :
 

 p1v2: El gato sigue en el pilar tras el guarda.

Guardia Marcelo: ¡BAH! ¡TIRE USTES SU RELOJ, CONSERJE! ¡EL MÍO FUNCIONA AL KILO! ¡UN TROLEX TAPONÉS DE MUARZO...! ¡LA PERA!

Conserje:  ¡ALLÁ USTED! ¡YO ME LAS LAVO...!

El guardia saca y se muerde la lengua, que es un gesto muy típico de los personajes de Jan

El reloj no se ve: apenas la correa un poco. Levanta lel brazo y vemos una manaza porque Jan dibuja unas manos y unas cabezas muy grandes. Años después uno piensa que es como en las caricaturas de los dibujantes de ídems, y porque cabeza-cara y manos son los elementos más expresivos de los personajes, por lo que conviene que destaquen más en las habitualmente pequeñas viñetas. No es el caso porque aquí hay 3-4 viñetas por página, toda una sorpresa en la rigidez de las páginas multiviñetas del tebeo español y de Editorial Bruguera en concreto entre 1940 y 198y.

El conserje está de espaldas. Sabemos que es el conserje (aunque no tengamos por qué saber qué cosa o qué profesión es la de conserje) porque lo dice el guardia, que va vestido con uniforme, así que no hay que enfatizar sobre su profesión.

La conversación entre ambos es totalmente anómala. ¿Qué dicen? ¿Qué taponés, qué muarzo, qué se lava, que es "funcionar al kilo". ¿A qué viene lo de "Allá usted"?

Si uno es lector de historietas o va leyendo las del Profesor Tragacanto, sí que sabe lo que es un conserje aunque en su centro escolar no exista esa figura o la llamen de otra manera: en Tragacanto del Pulgarcito número 7 no aparece pero otras veces sí, y lo llaman "bedel" (en catalán: "bidell"): el bedel Petronio, que es un nombre que suena a intelectual romano, pero no es oro todo lo que reluce. El conserje o la conserje es el que encargado de abrir y cerrar puertas (aunque es más que un portero). Atiende a familias, a brigadas de obras del ayuntamiento, a informáticos (no en 1980 pero sí desde el 2010), a comerciales,  a gente que viene a la escuela como primera persona que los atiende y desvía hacia su destino. También puede atender a alumnos por pequeñas heridas, recibe órdenes de dirección (Administración autonómica; si es de instituto se llama "subalterno" y depende únicamente de esta administración) pero también del ayuntamiento (Administración local, de la que depende si es de una escuela de infantil y primaria). Hace fotocopias, reparte documentos, ejerce algo de vigilancia... y sabe por experiencia lo que va a suceder....

Asi que sabe lo que va a pasar en p1v3 y que responde a la pregunta señalada en violeta: 

En tropel y desorden salen a toda pastilla los alumnos (pueden ser 7)y alumnas (se distinguen unas tres). De eso me fijo en esta lectura pero es destacable porque, salvo en La Señorita Ana (por Galileo, serie setentera que parecía muy moderna en reediciones ochenteras). Aquí la clase es tan desastrosa como la de Tragacanto, aunque la señorita Ana no se dedique a perseguir a los alumnos en la última viñeta.

Y luego en la serie Cristina (por Ambrosio ¿o Cristina Ambrosio?, y publicada o tal vez reeditada en la revista Pulgarcito de 1981). Es una serie muy curiosa: dos niños, uno moreno y otro rubio, sobretodo el moreno, tienen por objeto molestar a la niña de forma indirecta (asustarla, quitarle algo, pero casi siempre que no se entere ella) y salen chasqueados. Si los protagonistas de otras historietas suelen perder, y si son niños también (Tragacanto: el profe o los alumnos; no digamos Zipi y Zape), en cambio, Cristina siempre gana. Por otro lado, el papel de los niños como malos recurrentes y la bondad de la niña es curioso. Puede que sea feministamente reivindicable.

Si nos vamos a Anibal (nunca le veo el acento en la "í"), los protagonistas son niños que acaban escaladados, más ellos que ellas, pero ellas también. Aunque los porrazos de Gemma contra Anibal son dolorosos incluso en el 2D de los dibujos.

En el resto,  el papel de las niñas es escaso, salvo en historietas de escolares para revistas femeninas como Lily.

 En la escuela de Don Minervo, hay apenas 12 niños (sentados en pares) y ninguna niña. En la clase de espanto de Tragacanto, tres cuartos de lo mismo. En ambos casos, nos recuerda la clase de Playmobil de los años 1980, con pupitres dobles, nunca unitarios (mesas amarillas o verdes, tan famosas en los centros educativos, de 56, 60 o 74 centímetros de altura, por si tenéis curiosidad, o de tablero marron claro). Asi que siempre son clases más antiguas, evidentemente existentes aún en los años 1980 de una u otra manera (hum... recuerdo unas de color azul con topitos o puntitos blancos o algo así, como de fórmica, o puede que verdosa o con rayas verdosas-marinas como las algas). ¡
¡Ah, y con maestra!


 Pues luego, entrado el siglo XXI los playmobiles aún tuvieron menos alumnos que una escuela rural unitaria.



La imagen se ve desde arriba, así que vemos los pilares de los extremos de la puerta, ¡sin la puerta! ¿La habrán arrancado? Y otra vez el gato negro sobre el pilar izquierdo, que ahora sí destaca. 

Un niño de pelo rubio y rizado corre hacia la derecha... destacará en la siguente página porque, junto con el gato, se une a un grupo de otros niños rubios (o sospechamos o "hacemos el cerrado" para inferir una causa y una consecuencia entre ambas viñetas de dos páginas distintas). Es uno de los hermanos de Pulgarcito, quintillizos (aunque solamente son "muchos" las primeras veces y no sabemos cuántos son) y todos de pelo rubio y rizado.... y el gato del pilar va con el niño de la gorra grande, y coincide ¡ahora lo vemos claro con la pequeña imagen junto al título previo a la p1v1.

Onomatopeya común a la estampida de los alumnos saliendo del colegio:
 ¡BROOOMM...!

 en letras rojas y no rectas sino con unas letras delante y tras otras, como girando o moviéndose, ante la nube blanca generada por los alumnos (posible si el suelo es de tierra o polvo).

Bocadillo común a varios niños, por lo menos dos porque tiene dos rabitos indicativos de quién lo lee: ¡VIVA LA LIBERTAD!

Ídem: ¡ABAJO EL BOMBILLA!

¿Qué cosa es "el bombilla"? Otra vez tenemos que irnos a Tragacanto: Vicentito Fenelón es "el bombilla" o empollón, el niño más estudioso de la clase. Pregunta clave: ¿asiste Pulgarcito al mismo colegio del profesor Tragacanto? ¿A la vez, años depués? ¿Hay más niños "bombilla"? ¿Quiénes son? En l lectura de la historieta sabemos que Pulgarcito no va a jugar porque quiere repasar o estudiar el tema de los dinosaurios pero no nos parece que se refieran a él como "el bombilla".

"Allá usted" es que pueden atropellar a cualquier, al guardia Marcelo, que se ponga junto, ante, pegado al lado, cercano, próximo o en la puerta de salida de los alumnos. Eso sí lo entendemos enseguida.

*************
¡Qué cosas que pasaban en 1981! 

En el siglo XXI los niños corren PARA ENTRAR en el colegio pero salen más bien lentos.

Y entre los años 1980 y 1990 recordamos que tontamente me consta que se corría gritando "biieeeen" al final de los patios para ir a la fila o entrar en la clase: ahí empezó la tontuna que acompaña a esta sociedad.

4 comentaris:

Anònim ha dit...

ME ha gustado mucho tu análisis...Tengo que decir que en mi tierra el "quiá" era común -yo he sabido qué quiere decir Jan-, aunque, ahora que lo dices, hace años que no lo escucho; significa "¡Qué va!", para negar algo...
carlos

maginelmago ha dit...

Pues ya nos contarás más sobre el "quiá" porque para mí sigue siendo un misterio. ;D

Anònim ha dit...

¡Pues si veo que es común a toda España...! Como Jan era de León, se lo traería de allí. Etimología: "¡qué ha de ser...!"; de ahí pasaría a "quíhadeser", todo junto al hablar coloquialmente, y de ahí a sólo "¡quiá!", je,je,je
carlos

Anònim ha dit...

Y deberías mirar esto de la identificación del comentarista porque se pega uno media hora eligiendo casillas de las fotos para demostrar que no es un robot...
carlos