Data Estel·lar f i t Dimecres 20210310
Historias de éxito es lo único que existe en conversaciones, medios de comunicación, etc.
Así que no hay un éxito perenne, que encima es siempre un "éxito individual".
En esta ocasión, mostramos un caso de no éxito o de casi éxito o de bibliocolage que, cuanto más lo miro, más me parece que no salió bien.
Se trata del Selecciones de Tintín número 4.
Un poco de Historia: Editorial Bruguera sacó al mercado 20 números de la publicación quincenal Tintín, que es una rara avis en la historia editorial española. Zendrera sacó entre 1967 y 1969 unos 9 números. Lo poco que he visto, tapapel, demasiado tintinero, no me ha entusiasmado, la verdad. La edición de Bruguera es verdaderamente interesante, salvo en lo relativo a la segunda y última aventura de Tintín: Tintin en el Congo. No es lo que te esperas, y menos tras El Cangrejo de las Pinzas de Oro.
Como suele suceder, lo de menos es el personaje que da título a la revista, salvo por las portadas, preciosas, los anuncios del "próximo número", que te hacen querer leerlo, incluso el número 21, que supuestamente no salió, aunque está anunciaod. El resto de series, de estilos gráficos, la sensación de que eso es distinto a lo demás. Ah, y los pasatiempos por Cervantes, con los personajes de la revista, y una sección de Tintín Detective para que el lector resuelva un misterio, escrito por X. Berraondo, curiosamente coincidente con un presentador del Telenotícies de años depués, Xavier Berraondo, de los primeros años de TV3 entre 1983-1987 aprox. Por edad, nos parecía joven el presentador, nos hace dudar de que fuera el mismo de los misterios.
El caso es que esas revistas son retapadas con tapa dura. A veces las revistas se desenganchan, con riesgo de perderse. Ay, sí, eso pasó con ¡el número 1!
Historias de éxito es lo único que existe. Generalmente, el éxito individual: "el youtuber que está solico en su habitáculo". Es mentira: es una empresa pero os lo tienen que contar, que son 5 o 6 y que mete cosas que le soplan al oido las empresas de publicidad, así que no está solico, sino que lo aparenta. Es un paso más en la ideología del neoliberalismo individualizante. Ni el Covid-19 llegó solico sino con montones de gente ni los tratamientos ni las vacunas se han inventado por alguien solico.
Así que no hay un éxito perenne, que encima es siempre un "éxito individual".
Los retapados 1 y 2 los encontré "en mi tienda habitual". Y además pone "Edición para coleccionistas Edición limitada". Nunca he visto más ejemplares, así que tendrían razón. Los 3 y 4 son de un mercadillo a precio más barato.
Pero un tebeo comprado en un mercadillo siempre tiene el riesgo de que le falte una revista. Peor: de que la tapa que queda esté rasgada por la grapa arrancada. Es un problema de la masa y de la fuerza de la gravedad.
Por lo que veo, Bruguera copia a Zendrera, editorial que también retapó las revistas en cuatro tomos. En aquella ocasión, por grupos de 16 revistas.
El final de la revista no es el final de las series. Tintín en América pasa a publicarse en la revista ZipiZape, que no pega, pensaba entonces y pienso ahora, y que es desesperante porque no termina nunca. Sirve para localizar las revistas por época, dado que las portadas anuncian que llevan a Tintín en su interior. Algunas otras historietas son refritas en varias publicaciones Bruguera. El perro Felpudo por Dupa sigue en revista ZipiZape como siempre, sin el nombre del autor y la serie con su nombre de Cubito o el que la directora de la revista viera aquel día en los posos del café. Robin Dubois también será visto en esa revista, de igual manera que ha sido un habitual de L'Infantil Tretzevents con el nombre Robin i el Xèrif y la peor mancheta superior que imaginarse uno pueda.
Por lo que yo sé, han estado bien conservadas, bien guardadas, en su estantería... pero un día, al sacarla, tras unos pocos años de no leerlas ¡ la parte superior izquierda del número 4 estaba rajada.
¡Cuidado que me he encontrado con algo más doloroso! El Superhumor Superlopez número 1 de Editorial Bruguera comprado en un mercadillo playero y muy bien cuidado también lo encuentro rasgado en su interior. ¿El peso, la gravedad, los cambios de temperatura? Ya os digo que los libros están aprisionados en sus estantes Puede que el Tintín haya sufrido de manera invisible alguna extracción para limpiar o pintar el habitáculo, y que las secuelas físicas se hagan patentes algún tiempo después. Preguntas sin respuesta que nos llevan a que ¡hay que arreglarlo!El caso es que ¡mirad! eso era espantoso. El Rift, la Gran Falla de África.
Leerlo era incómodo. Nos sirve para ver que el interior del lomo es de un color gris amarronado. Ha durado décadas: 1982-2017, aprox. Nos ponemos manos a la obra durante el 2020.
Optamos por el proceso habitual: alcohol de limpieza o de quemar aplicado con papel de cocina, higiénico o mejor con un trocito de algodón. Se pasa a poner cola de carpintero, cola blanca Pastex. De manera generosa. Ya veremos luego lo que hay que quitar. ¿Y ahora cómo conseguimos que se mantenga? Aplastado bajo libros, con el lomo hacia la parte interior de un estante con pared trasera o de un armario porque siempre tienen pared trasera. Durante días. Hasta olvidarse de que está allí. Al final fue durante un día.
Al dia siguiente. Se saca. Se revisa cómo queda. Se limpia con alcohol de quemar ¡otra vez! Está pegado pero se nota la grieta. Y se ha perdido color. Por alguna razón, parte de la portada ha perdido el calabaza. Ahora no recuerdo si ya estaba así o si se le pegó papel de forrar o pasó algo. ¿Tenemos colores? Probamos con varios? Los Reyes Magos son majos y me trajeron algo insólito, porque para eso están: unos rotuladores holandeses con una amplísima variedad de tonos, entre ellos de naranja. Acabé usando una especie de fosforito naranja. El que pongas no es igual. Siempre pasa pero lo importante es camuflar la falla gris y blanca y el color blanco del trozo de portada al lado superior izquuierdo de la portada, entre el lomo y el bocadillo (me está entrando ganas de merendar). Se guarda unas horas. Que se seque el color por si acaso, que luego se pega al papel de forrar.
Es la hora de plastificar. Últimamente tengo papel de forrar para elegir: uso el más grueso, con más micras. Que las aristas queden fuertes. Que el lomo quede lo más sólidamente pegado a las tapas.
Sin embargo, pasamos tres meses mirando el resultado. No nos convence del todo. Hemos salvado el tomo, cosa fundamental pero el papel de plastificar no se pegó bien en algunos lados: se despegó, no se pudo volver a pegar bien por más que se aplastó y por más que las instrucciones ¡siempre mienten! digan que sí que es posible desenganchar y reenganchar el papel Ineta o de otra marca.
Pero lo que más nos llama es el color naranja que nunca es el del original. No lo puede ser pero uno siempre espera, desea, ansía... se ven un par de agujeros negros y una cosa blanca que es un trocito de papel que se quedó pegado al pegamento y al rotulador ¡increíble! y que no se pudo despegar ni con un cutter. Y cuidado con el tétanos o con acabar rajando el tebeo: con lo que os parezca peor o con ambas cosas, si no os podéis decidir.
Siempre hay que tener un siguiente plan.
HEMOS SALVADO EL TOMO.
Pero, si algún día tenemos que escanear e imprimir esa portada y volverla a fabricar sobre papel normal que sería pegado con pegamento o con celo de doble cara por detrás o impresa con un papel de enganchina, y hay que volverlo a forrar... sobre el mismo forro o quitando el papel anterior, aunque esto no es aconsejable porque precisa de gran pericia. Ejemplo:
1 comentari:
Qué gran restaurador se han perdido en el Museo del Prado...
Es increíble el afecto que tienes a tus posesiones culturales.
carlos
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