20240426

La Muerte Blanca

 Data Estel·lar ombrívola Divendres 20240426

Mira... no soy mucho de poner historietas de mucha páginas por aquello del copyright pero, bien mirado, ¿qué más dará? Nadie nadie desde Italia (véase Panini) no ha estado interesado en  publicar  España, historietas de La Sombra desde que lo hizo Editorial Bruguera a finales de los años 1970... cuando publicaba material español brugueril, valenciano, independiente o algo así retornado digamos deexiliada (Sherlock López), británicos, belgas, franceses, holandeses o estadounidenses... y muchas de esas cosas jamás han sido recuperada por ninguna editorial... y muchas de esas cosas valía la pena haber sido reeditadas o continuada su edición.

Que luego criticarán a Editorial Bruguera pero si deflactaran la parte de envidia por no haber podido igualar entre todas las demás su vitalidad y dinamismo, igual tendríamos una crítica más ponderada

Venga: del Super Pulgarcito número 100, 40 pesetas Editorial Bruguera, aprox septiembre 1979 porque hay un anuncio de Plastidecor, que son unos colores que se anunciarían para el inicio de curso, tenemos LA SOMBRA: LA MUERTE BLANCA con guion de Alfredo Castelli  (sí, él, siempre él) y dibujos de Cubbino. Traducción: María José Soler, y querríamos saber cosas sobre traductoras y traductores. (C)Corriere dei Ragazzi 1979.

Ese NÚMERO 100 NO TIENE NADA DE ESPECIAL. Abro tema o etiqueta sobre números NO ESPECIALES EN EDITORIALES ESPECIALES.

Esta historieta no fue recuperada en aquella tonta campaña antidroga que montaron las editoriales de tebeoshacia 1991. Tonta porque resultados cero... muy al contrario, la drogadicción se amplió en forma de pastillas y drogas sintéticas en discotecas como las de Valencia, la Zona Hermética de Sabadell con ayuntamientos, policías y servicios sociales mirando hacia Roma, los conciertos de todo tipo, el quedar bien con los colegas para aguantar 2 o 3 días de fiesta y así hasta el futuro... y encima el Makoki les coló un golazo de hace propaganda anti, contra y de presunta decisión, como si drogarse fuera una decisión de la que se puede uno retractar, cuando convierte en consumidor cautivo al drogadictoo o drogata. Da pena que periodistas y otras yerbas usen "consumidor" y "consumir" como si se refieran a "comprador de zapatos" y "comprar unos zapatos": no tiene nada que ver. Y los prescriptores y los que usan la lengua y la manipulan para cambiar nuestra lo saben y se convierten, por tanto, en cómplices de la epidemia social. Dos razones: mucho dinero en juego y mucha gente drogándose que, claro, o son ellos mismos o pobrecitos, que son conocidos de los que hablan y no quieren quedar mal.