Data Estel·lar eseele Dimecres 20231011
La historieta de PEPE GOTERA Y OTILIO EL CASTILLO DE LOS PELMHACUDY, o yo la entiendo mal, o tiene un final raro. Es una historieta larga publicada hacia 1985 y principios de 1986 que incluso logró un Colección Olé, por lo visto. Fue publicada en la revista Pepe Gotera y Otilio, que es el nuevo, largo y plomo título de la cabecera de DDT, manteniendo el mismo depóstio legal B.125-1958, contado entre otros lados en
20230810 Cadenas de revistas: Sacarino 1985, Pulgarcito 1986, Superlópez 1987
Es como que acaba bien para los personajes pero inmediatamente los dueños no quieren que continúen trabajando en el castillo.
Claro: el final viene porue se tiene que buscar otro escenario para la siguiente pero el final es abrupto e incluso, en la versión que conozco, me temo que cortan antes de las preceptivas 44-48 páginas.
Es una aventura fallida (de eso me di cuenta con 11 años, así que...), de idea encantadora, pero fallida en dibujo y todo eso, pese a los intentos que suele hacer siempre el Bruguera Equip por enlazar episodios de manera continudada, como las referencias a "aún estoy cansado de la persecución", "qué susto daba aquel tipo", la escena del falso piloto que se quiere vengar de ellos, algo realmente novedoso pero que se ve postizo en ese tipo de aventuras, y en parte porque los personajes cambian de aspecto entre episodios... pero eso le pasa a John Buscema desde 1969 a 1979 y encima lo tienen en los altares.
Una manía del Bruguera Equip en estas aventuras es meter a gangsters i agentes de la ABUELA entre unos personajes que lo que tienen que hacer es arreglar tuberías y pintas tapias. Los guionistas tienen serios problemas para ir más allá de la consabida aventura detectivesca o policíaca.
Puede que guionistas, editores y autores varios pensaran que eso era lo que vendía pero, al fina, ¿qué más darán las aventuras de estilo serio de 8 páginas de J.Ribera y A.Martín o las aventuras apócrifas de Mortadelo y de Pepe Gotera si los guiones y argumentos son intercambiables?
En parte, ese agotamiento, esa falta de ideas de "todo son aventuras policíacas y detectivescas" genera un desierto creativo también en Dupuis y Du Lombard, en Spirou, Hombrecitos, Tintín, Ric Hochet. Yoko Tsuno, Sophie y todo tipo de personajes de manera inimaginable... ¿hasta este está metido en casos de misterio? Un rollo por abuso.
O en el mundo Disney italiano con Miki y compañía siendo Tintines con orejas gordas.
En cambio, Ibáñez tiene claro que, en Pepe Gotera y Otilio, está haciendo historietas de gente que hace trabajos variados, que arreglan o intentan arreglar todo tipo de productos, que hacen jardinería, montan muebles, pintan, levantan paredes, y lo demás es todo accesorio. No tienen ni un guon en el que Pepe Gotera y Otilio estén en la oficina tirándose tinteros y máquinas de escribir (Sacarino) ni implicados directamente en planes de ladrones y delincuentes y gangsters, al margen del típico policía bigotudo de peli muda al que le cae pintura o el consabido caco que acaba entregándose a la policía al ver los peligros que hay en la calle y que sno provocados por el dúo del bricolaje.
Aún tienen recorrido esos personajes: arreglando ordenadores, impresoras, instalando placas solares, estando al cargo de electrolineras... nada chapucero les es ajeno, citando a los clásicos.
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