Data Estel·lar psé Dijous 20190425
Introducción: el 20190423 intenté pasear por Sabadell, otrora gran ciudad, hoy un pueblo grande, entre casetas de libros y rosas, pero la amplía mayoría eran de partidos políticos y similares, que vendían libros viejos y gastados, y que ni siquiera tenían ganas de darte la vara. Pocos pedían el voto o daban su propaganda. En una parada, que era tipo anarquist, había una novela gráfica, creo que sobre un anciano de origen navarro o por ahí que ha salido recientemente (año 2016, 2017, 2018) en algún canal de la tele: un revolucionario profesional que se dedica a robar bancos a lo grande. No voy a buscar su nombre. Otro día. El caso es que sus vivencias son lo suficientemente atractivas, así como el contexto histórico que se remontaría a la Guerra Civil, como para originar algo apoteósico. Ojeo algunas páginas pero apenas veo imágenes de esas de bustos parlantes. Algo pasa. Aquí nadie se ha leído el Cómo Hacer Comics El Método Marvel de Stan Lee y John Buscema, por no decir otras cosas. Eso me da pie a escribir lo siguiente.
Hace años hice una inmersión en "las novelas gráficas". Me iba a la biblioteca y me leía una o dos en cada ocasión.
A veces, los temas no me interesaban. A veces, eran repetitivos de manera plomiza.
A veces, notaba un gran trabajo de documentación o de ilustración pero que no permitía hacer llegar el mensaje.
¿Por qué era fácil localizar esas lecturas en la biblioteca pero nunca lo fue con las revistas Bruguera, Pumby o de superhéroes o... ? Porque las bibliotecasd compran por polítiquería sus libros. El catálogo es un compendio desconcertante de propuestas pedagógicas, cosa que ahora sabemos porque tenemos acceso a lo mismo para centros educativos variados... el objetivo parece ser el de siempre: evitar que los niños se acerquen a los libros, evitar que haya lectores.
Cuando llegué a Por Qué Odio Saturno hice una sencilla prueba: leía sin mirar los dibujos. Avanzaba páginas en un santiamén y no se notaba... cuando miraba los dibujos o cuando miraba los dibujos y además leía las palabras, no aumentaba jamás el contenido del mensaje.
Desde entonces, cuando paso y repaso por paradas saloneras, por bibliotecas, por librerías o librerías especializadas, ojeo y hojeo "novelas gráficas" y noto un poco la misma sensación: aclamadas intelectualmente por su temática, premiadas acá y allá, realmente, con leerse el texto es suficiente. Pero eso ya lo hacíamos con las enciclopedias y con los diccionarios enciclopédicos (grande el Salvat Alfa) o con textos pequeñajos de Internet, si es que son temas más modernos o no tratados por la prensa, la radio, la tele o los libros accesibles.
Vale, a veces sirve para destacar un tema perdido... pero se precisa más. Han pasado muchísimos años desde el boom de la novela gráfica... ¿2006, 2008? Estamos en 2019. Y ahora ya llegan contenidos mucho más ínfimos y más controlados socialmente, políticamente y pedagógicamente (he repetido el sufijo "-mente" a propósito para que quede clara cada palabra sin que quede recortada). Un chico listo, un pope, decide lo que es correcto enseñar y lo pone en formato tebeo, pero que un texto a palo seco y con unos dibujos que sean como tienen que ser, y a vender a escuelas, a institutos, a ser retuiteado, reivindicado, recomendado... pero lo miro y pienso: pero es que es muy pobre el texto y más pobre el dibujo... y QUÉ ABURRIDO.
ABURRIDO, ABURRIDO, ABURRIDO, ABURRIDAMENTE ABURRIDO.
Cuando un libro de los "solamente letras" es más divertido que un tebeo ("novela gráfica") es que algo va fatal.
Aburrimiento: impide que llegue el mensaje, o que me llegue.
La misma enfermedad que aquellas películas que recomiendan en las enseñanzas medias y que son tostones. Solamente escuché alguna vez a un profe, en concreto de Història Econòmica Espanyola, que comentó en una sesión sobre "les pel·licules de l'Oest, amb els agricultors en conflicte contra els ramaders, o els ramaders de vacú contrra els bovins". La frase es aproximada. Efectivamente, hay películas entretenidas, del Oeste, que cuentan esos conflictos... pero no son las que se recomiendan. Se prefieren films con silencios incómodos y gritos ocasionales, sin movimiento y con poca luz.
En no pocos álbumes franceses pasa algo parecido: historietas sin movimiento. Gente que habla en novelones históricos, con detallados dibujos en primer plano y castillos lejanos, pero muchas veces sin aprovechar, a mi juicio, sus posibilidades.
Pero me voy a los superhéroes de Marvel (acabo de leer y releer los 40 primeros números de Thunderbolts, toda la etapa Kurt Busiek y parte de la de Fabian Nicieza)... y se puede leer. Te enteras de lo que pasa, los personajes se mueves, evolucionan... bajo el dibujo de Mark Bagley, que igual no es el mejor dibujante del mundo pero es que no lo necesita para ser un gran dibujante de historietas... cosa que siempre pienso cuando leo tebeos del Guerrero del Antifaz con caballos de proporciones erróneas pero que corren sin parar en pos de aventuras.
El caso es que se lanzan montones de ideas, de mensajes, de caracterizaciones de personajes, y el que quiere se entera, lo sigue y pide pasar a la siguente página... pero eso apenas me pasa en las novelas gráficas con muchas imágenes fijas, repetitivas, con personajes que no sabemos verdaderamente quiénes son... y eso es grave en tomos de decenas y decenas, o algún que otro centenar de páginas.
Todos habrán leído novelas gráficas que están muy bien... pues igual no tuve suerte. Pero os aseguro que estuve atento, que paso página tras página... y que pienso: pero si un Superlópez cualquiera, el peor, me cuenta un conflicto social y personal de manera mucho más efectiva.
Luego está el rollo autobiográfico... está estudiado en el Sector del Libro: gente que es capaz de contar su propia historia o lo que nos dicen que es su propia vida, pero nada más.
Seguiremos buscando.
Cuando uno leyó el libro de Scott McCloud pensó que así serían los tebeos, que contarían cosas de todo tipo, y te enterarías y sería entretenido leerlo... pero hay que decirlo claro: las novelas gráficas desaprovechan de manera habitual, realizadas en Estados Unidos, España o Francia, las posibilidades, herramientas y expectativs de la Historierta como medio, del Comic como entretenmiento, de los Tebeos como Arte... bueno, puede que la parte artística sea la más lograda, así como la de mostrar el testimonio con una temática, pero ese compromiso es insuficiente.
Hay mucho que mejorar. Esperemos que se consiga antes de que simplemente sea el negocio, el fácil negocio para institutos y otros centros educativos, de meter cosas "importantes" con algunos dibujillos "porque somos muy del comic y muy artistas".
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