20120404

Le Président Iznogoud

Date Stellaire miletunenuits Mercredi 20120404

J'ai alé. Je l'ai vu. Je l'ai acheté. 20120328. ¡Qué ilusión! ¡Y encima tienen un superhumor con historietas viejas en francés!

Hablo de Iznogoud Président, de la serie Les Nouvelles Aventures d'Iznogoud d'après Goscinny et Tabary, que había salido a la venta en febrero de 2012, cosa que yo desconocía. 

El título de la serie no engaña. Indica que, aunque podamos encontrarnos con lo mismo, no es posible que así sea por la falta de sus dos autores. Que puede que suceda pero que no es obligatorio. 

El 20110818 había fallecido Jean Tabary., quien había estado dibujando y guionizando a Iznogoud bajo su propio sello editorial (Tabary Editions) durante bastantes años. Si la etapa del guionista Goscinny está muy bien, la de Tabary me parece también excelente, sin que sea exactamente lo mismo. Tabary autoparodia su serie y la convierte en guiones difíciles donde el famoso recurso francobelga del gag recurrente se convierte en un elemento necesario para la comprensión de historias largas. Es lo que pasa en Iznogoud En Fin Calife (Iznogud, al fin Califa), que se convierte en una gran historia de humor. 

Sé que posteriormente sus hijos (¿o sólo su hijo Nicolas Tabary?) se puso a dibujar. Desconozco lo que hizo, porque Planeta deAgostini se puso a publicar rápido-rápido todo Iznogoud y luego ya nos olvidó. Nada nuevo que no hubiera pasado antes con otras editoriales. 

El fallecimiento de Jean Tabary ha traído cambios: los dibujos son de un Nicolas Tabary cuyo trazo intenta no romper con el de su padre, aunque a veces se le escapa un trazo más limpio. No voy ponerle peros. En cuanto a los guiones, son de Nicolas Canteloup y Laurent Vassilian, que son un dúo de imitadores y guionistas cómicos de la tele. Han estado en Les Guignols. Niclas Canteloup imita a Sarkozy; desgraciadamente NO en el álbum de Iznogoud Président.



Voy por la mitad. No me disgusta. Me río. Compruebo que comprendo bastante francés como para pillar muchos juegos de palabras. Noto un cierto interés por poner cosas modernas (el fontanero vestido de rojo y azul como cierto vídeojuego; el I-Pal, los botones-granos para acceder a los mensajes), que no rompen con las ideas anteriores (donde había salido la tele, los OVNIs, etc.). 

Es cierto que noto que han sido necesarios tres individuos para conseguir lo que consiguió uno, Jean Tabary.  Y que el dibujo está demasiado centrado en primeros planos de los personajes. Es cierto que los guiones tradicionalmente son muy teatrales, de pregunta-respuesta, pero la sensación un tanto de aficionado de que no caben todas las cosas en las viñetas la noto. Hay mucha letra, y encima es muy grande (como en la rotulación de Mortadelo y Filemón: El Racista), que se come mucho el dibujo. Y hay repeticiones. Leyendo la crítica negativa anterior, sí que es posible que esté más pensado para ser radiado que para ser dibujado. A mí me va bien porque así j'ameliore mon Français, dont que je n'ai besoin, que falta me hace. Pero es cierto que se ve algo raro, así como la acumulación de juegos de palabras, a veces un tanto raros (o igual es porque no pesco tanto francés). 

La historia, como tal, no me disgusta. Pero no tiene NADA QUE VER CON SER PRÉSIDENT.. Tiene que ver con buscar un verdugo. Puede ser un error, pero yo creo que nada más lejos de serlo. Hacer un tebeo sobre ser presidente en vez del Califa nos lleva ya a ver demasiados paralelismos con la situación francesa habitual. Que Iznogoud se parece, incluso en su descripción física de altura, con Sarkozy, es evidente. Que hay montones de BDs dedicadas a Sarkozy es otra evidencia. Que los ojos del Iznogoud bien dibujados son los de Gaddafi, y que Iznogoud ejerce como un trasunto de otro jerarca de Bagdad como fue el que sí consiguió ser califa en lugar del califa Saddam Hussein, son cosas evidentes (así que dos de sus referentes ya están liquidados). Así las cosas, explicar unas Elecciones o un proceso de competición política no entra en el juego. Sería, no fácil y no, como dice la editora (de quien hablaremos luego), algo que haría pasar de moda este álbum, sino algo realmente complicado... sobretodo cuando habría que efectuar críticas evidentes a la gente en el poder... presidentes que son de la cuerda ideológica de los autores o de la tradición de los autores originales. Igual que Uderzo no era ajenos a Chirac, etc. Y luego está la habilidad para hacer esos chistes de forma que queden como clásicos, como no pasajeros, como legibles y cómicos de aquí a muchos años. Evidentemente, Goscinny no está.. Es decir, René  no está, cuya habilidad humorística habría permitido sortear los problemas de su propia simpatía política. 

Porque sí que está Goscinny, es decir Anne, que pasa a ser la nueva editora, en IMAV Éditions y ya no en Éditions Tabary. 

Tienen algún vínculo (que se precisamente en los vínculos de la web de Iznogoud) con el diario Le Figaro, que es un diario de derechas, cercano a la UMP. Según presseurop.eu : Posicionado a la derecha -"Le Figaro es a Nicolas Sarkozy lo que Pravda era al Politburó soviético, según The Irish Times-. El título pertenece al grupo Dassault, gran grupo de aeronática civil y militar". Por tanto, el párrafo anterior sobre la dificultad de hacer ese Iznogoud Président queda aún más clara. Sobretodo teniendo en cuenta la sobreprotección al superpresidente que su prensa efectúa, y sus acólitos (sus candidatos de partido), y el gran ascendente que tiene Sarkozy sobre prensa y periodistas. Llámenle ascendente o censor. Si el accionista es un grupo armamentístico, poco tenemos que dudar sobre su vínculo ideológico hacia la derecha dura. Todo esto marca el tipo de guión o de no-guión presidencial del tebeo.

En resumen, hubiera sido muy entretenido un tebeo con Iznogoud en unas Elecciones, siendo luego Presidente, imitando esa supuesta hiper-actividad de Sarkozy, sonriendo, volando en avión, poniendo buena cara a los imitadores, o viajando cada dos por tres a ver a alguna émula de Angela Merkel allá donde gobernaba el Sultán Pullmankar. No hubiera pasado de moda porque estaría definiendo un hecho histórico pero también unas relaciones muy típicas y universales. Hemos visto a jerarcas chinos, rusos, venezolanos, estadounidenses, italianos o iraníes haciendo ese tipo de cosas. Y ni siquiera son los únicos. 

Ahora yo tendría que decir aquello tan manido de "igual en un álbum futuro podremos verlo". Pero ahora ya tengo experiencia y puedo decir: que no lo veremos. Que si lo hago yo, sí lo veremos. Pero, de otra manera, no, y menos con la correa política que tienen. Nadie esperaría de Intereconomía una crítica a la política de sus líderes. Pues lo mismo.

Si puedo reconducir el tema: la historieta está bien. Me gusta. Me río. Noto que no es exactamente lo mismo sin que sea exactamente diferente. Que le falta un hervor pero se puede ingerir: por ejemplo, cuando en p9, ¡el Califa -musulmán- va a beber vino! ¡Horreur! O cuando [p17] gritan algo de Al-Jazeera (la cadena de noticias de la tele) y lo relacionan con la no-democracia. 

Pero tiene momentos muy interesantes. Tiene esos personajes que salen en tres viñetas y se convierten en carismáticos.Tiene esa asunción por parte de todos los personajes para no extrañarse por los juegos de palabras. Me fastidia mucho cuando los personajes o los actores remarcan hacia el público-que-no-se-ha-enterado-según-ellos que tal cosa es un chiste y hay que reírse, o que es una bobada y hay que sorprenderse... con el peligro de que no sea una bobada y no haya que reírse, o que simplemente no haga gracia, o que reír no entre en mis planes de hoy, sino, a lo sumo, sonreírme.

Anne Goscinny lleva todo el tinglado. Nicolas Tabary dibuja. Es decir, los hijos de Goscinny y Tabary, se han hecho con las riendas de Iznogoud. Por lo que yo sé es un caso único de herencia de personajes. Lo esperable es que no lo hagan extremadamente mal. Según Freud podrían querer matar al padre, pero en este caso ya no es necesario. Así que, lo que yo espero, es que puedan continuar más o menos como hasta ahora. Es evidente que la senda de Jean Tabary da para mucho, porque él comenzó a hacer evolucionar personajes que sólo habían salido ocasionalmente como gags sueltos o recurrentes. E intentar obtener la fórmula de juegos de palabras y de inteligencia de René Goscinny puede ser muy interesante. Estemos esperanzados por esa cercanía familiar. Por una vez, igual el nepotismo se convierte en eficacia.

Me falta medio álbum. Igual cambio de opinión.