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Diez libros sobre Asia Central para celebrar el Día Mundial del Libro y Sant Jordi 2024
20240423 Diez libros sobre Asia Central para celebrar el Día Mundial del Libro y Sant Jordi 2024 véase más abajo.
Y cómo un país liderado por un médico puede poner en grave riesgo la salud de todos los habitantes y transeúntes: Turkmenistán y sus cero caso de Covid-19.
Hasta hace poco yo era el único interesado en Asia Central... repúblicas exsoviéticas, área del Cáucaso y Mongolia hasta el Xinkiang... ahora hay negociete y otros han podido entrar en eso.
Hace años que Casa Asia trata más y más el tema de Asia Central... ahí van los libros que proponen para el 2024. El de la Embajada a Tamerlán, en otra edición es muy interesante...
Por cierto, antes de comenzar, ¿sabéis lo que falta? Exacto... mi otro yo ha acertado: no hay traducciones de las EPOPEYAS nacionales de los países centroasíáticos, poemas medievales, ni de epopeyas de nacionales sin Estado integradas en los Estados exsoviéticos. Interesantes aportaciones que, en sus países de origen, suelen estar muy vivas, más que el Cid, el Tirant o el Quijote por aquí. Y ahora que dejan de ser obligatorias del todo esa lecturas, ya vermos como caen a cero las ventas o las descargas de esos libracos mal leídos, mal editados y mal explicados y mal comprendidos y mal dirigidos a una audiencias no aptas por edad ni circunstancias, sin que penetren en reales públicos-objetivo... que el Marketing se puede aplicar a la Cultura.
Copipegando a la de una, a la de dos, a la de treeeeees: [como siempre, la mayoría de negritas y los textos entre corchetes son edición maginotécnica]
Con motivo del día Mundial del Libro y Sant Jordi 2024, desde el Observatorio Asia Central de Casa Asia hemos seleccionado diez libros para descubrir más sobre Asia Central:
1. El viaje de Faxian: relato del peregrinaje de un monje chino a los reinos budistas de Asia Central y la India en el siglo V
Autor: Laureano Ramírez Bellerín
Año de publicación: 2010
Región: Asia Central
Sinopsis: Raras veces traducido a una lengua occidental, este es el relato de un peregrino llamado Faxian a los reinos budistas de Asia Central y la India en el siglo V. No fue el primer monje chino que se arriesgó a emprender este duro camino, pero sí el primero en dejar constancia de su viaje por escrito o, al menos, el primero cuyo texto –que se reproduce en chino en estas páginas– ha llegado hasta nuestros días.
Su gesta tuvo gran popularidad en la época. Y el objetivo de su viaje fue visitar los santos lugares del budismo e intentar «buscar la doctrina» o hacerse con las escrituras de una religión que ya había echado profundas raíces en China. Por Faxian sabemos que «donde impera la honestidad no hay obstáculo insalvable y donde manda la voluntad no hay hazaña irrealizable».
Una obra fundamental para conocer no sólo los santuarios y la geografía de la época, sino también las curiosidades de la vida de los monjes y las enseñanzas de Buda.
2. Asia Central. Análisis geopolítico de una región clave
Autores: Mohamed Badine El Yattioui y Claudia Barona
Año de Publicación: 2021
Región: Asia Central
Sinopsis: Casi treinta años después de la caída de la URSS, Asia Central sigue siendo una de las regiones más olvidadas del planeta. Sin embargo, su relevancia está creciendo debido a su importancia energética y estratégica desde el 11 de septiembre de 2001 y el ataque estadounidense contra los talibanes en Afganistán un mes después. Desde entonces, estadounidenses, rusos y chinos han querido influir en la región que alberga una gran importancia geopolítica a partir de su tamaño, posición geográfica, recursos naturales y el papel que juegan diversos países dentro de ella.
Con ello, Asia Central se ha convertido en un espacio con una importancia indiscutible en el plano tanto regional como internacional, por lo cual su estudio resulta esencial en la actualidad. Así, esta obra analiza cómo las potencias intentan definir sus relaciones con los cinco países de Asia Central y de esta manera ofrece una visión geopolítica contemporánea sobre una región importante por su geografía y sus recursos.
3. Somniant la Pau
Autora: Nadia Ghulam
Año de Publicación: 2022
País: Afganistán
Sinopsis:Estas
páginas nacieron tras conversaciones entre Nadia y la periodista
Ariadna Oltra, en las que hablaron de cómo han vivido este último año
ella y sus familiares, lo que tuvo que hacer para conseguir llevar a
España a parte de su familia y lo que están viviendo en Kabul los que no
han podido irse. La historia de unos pocos y, sin embargo, la realidad
de miles de familias afganas y de otros lugares del mundo [Ariadna Oltra es de esas enchufadillas del 3cat24 -sí, claro, todos tienen carreras- en épocas procesistas y que se ve que ahora buscan nuevos pastos...per quina raó hauria de ser més amable amb una tele que, conforme més págo, més em menysprea y m'avorreix i jo m'avorreixo amb ella des de fa més de 10 anys, que no ha informat sinó que ha manipulat i trepanat ments]
4. LA HORDA: Cómo los mongoles cambiaron el mundo
Autora: Maria Favereau
Año de Publicación: 2024
País: Mongolia
Sinopsis: Sobre cómo los mongoles occidentales dieron forma a la primera globalización y se hicieron célebres sobre todo por una cosa: la conquista. Pero, en realidad, sus logros fueron mucho más allá de la guerra. Durante tres siglos, la Horda de Oro, la porción occidental del Imperio mongol que surgió tras la muerte de Gengis Kan, tuvo tanta influencia en el mundo como en otros tiempos la tuvo Roma, y dejó tras de sí un profundo legado en Europa, Rusia, Asia Central y Oriente Próximo, perceptible incluso hoy.
Marie Favereau nos sumerge en la épica historia de la Horda, que vertebró el intercambio de gentes e ideas a través de su extensísimo territorio. Su singular régimen político, con el poder repartido entre el kan y la nobleza, recompensaba a los administradores y diplomáticos hábiles y fomentó una economía próspera, organizada e innovadora que impulsó el auge comercial euroasiático de los siglos XIII y XVI. Desde su capital en Sarái, en el curso inferior del Volga, la Horda proporcionó un modelo de gobierno para Rusia, influyó en las costumbres y la estructura estatal de todas las culturas islámicas, difundió sofisticadas teorías científicas y practicó la tolerancia religiosa.
[para mí no cuenta nada nuevo pero sí algo que es obligatorio conocer]
5. La historia de Aria
Autora: Nazanine Hozar
Año de Publicación: 2022
País: Irán
Sinopsis: A principios de los años cincuenta, en un Irán poderoso pero sumido en un sinfín de disensiones, un humilde chófer del ejercito iraní llamado Behruz atraviesa Teherán de vuelta a casa. De pronto, llega a sus oídos el sollozo débil y lastimero de un bebé. Lo que no sabe Behruz es que esa niña, a la que llamará Aria, va a provocar un vuelco radical en sus vidas. A través de los ojos de una recién nacida, conoceremos a tres mujeres muy distintas obligadas por el azar a hacer de madre de esta niña huérfana: la irresponsable y ensimismada Zahra, casada con Behruz; la acaudalada y compasiva Fereshte, que tras acogerla en su hogar la adopta y nombra heredera; y finalmente la enigmática y menesterosa Mehri, que resulta ser a la vez una bendición y una carga.
6. Antología de la prosa moderna en Kazajstán
Autores: varios autores
Año de Publicación: 2019
País: Kazajstán
Sinopsis: Del realismo lírico a la prosa mitológica, de lo cómico a lo trágico: una antología de obras en prosa que sumerge al lector en la cultura kazaja y transmite su propia percepción del mundo. Los autores hablan de la identidad kazaja, que incluye personajes, creencias y lugares memorables, espacios abiertos sin límites, nobleza de la naturaleza, antiguas tradiciones familiares, musicalidad, bondad; incluye la historia difícil del país, que comprende su etapa soviética, llena de lucha. Publicados en castellano por primera vez, estos profundos textos filosóficos muestran cómo la identidad nacional kazaja en la nueva etapa de su historia se compone de las tradiciones del pasado y esperanzas para el futuro.
7. Crónica de un fracaso. Afganistán, la retirada
Autora: Mónica Bernabé
Año de Publicación: 2023
País: Afganistán
Sinopsis: «Las desgracias en Afganistán eran una llovizna fina que me iba calando poco a poco y me había empapado sin darme cuenta. Más allá de la guerra que narraba en mis artículos, otra batalla en la que la tristeza ganaba cada vez más espacio se libraba dentro de mí».
La reportera Mònica Bernabé vivió durante ocho años en un país en guerra. Con el rigor y la honestidad que caracterizan su periodismo, presenta una crónica sobre los años posteriores a un conflicto que conoce muy bien, y da su voz a aquellos a los que quedaron silenciados: refugiados que huyen desde el infierno de Oriente Medio hasta Europa; mujeres abusadas a las que se les niega el derecho a la educación, a decidir sobre su vida y su propio cuerpo, y una población maltratada impunemente por un sistema fundamentalista que los intereses geopolíticos de Occidente han ayudado a encumbrar.
Pero defenderlos derechos humanos y prestar tu voz para informar al mundo tiene un precio. Crónica de un fracaso es un reportaje íntimo y valiente en el que la periodista denuncia a políticos y dirigentes de todos los países. Habla de feminicidios, salud mental, migración y libertad de prensa, pero también de la batalla interna que inevitablemente se desata al vivir y cubrir en directo los desastres de un país en guerra.
8. Embajada a Samarcanda. Vida y hazañas del gran Tamorlán
Autor: Ruy González de Clavijo
Año de Publicación: 2021
País: Uzbequistán
Sinopsis: Embajada a Samarcanda. Vida y hazañas del gran Tamorlán relata el viaje de Ruy González de Clavijo a Samarcanda en 1403. Fue a esa ciudad como embajador de Enrique III, con el propósito de conseguir una alianza. Ruy partió del Puerto de Santa María, en Cádiz, y estuvo en Constantinopla, Trebizonda [o Trapisonda, de ahí lo de La Familia Trapisonda, un grupito que es la monda, por Ibáñez] y Teherán. Su misión era hablar con el sultán Tamerlán, un gran caudillo mongol. Los
reyes cristianos de Europa y España creían que el gran sultán era el
único capaz de detener el avance de los turcos en Europa. La muerte del gran Tamorlán hizo de la expedición un viaje lleno de aventuras. [la gran aventura es la travesía del desierto que hay que valorar con las explicaciones digamos directas pero también sugeridas de la religiosidad y del sentido del deber: rezan y no huyen de la misión]
[hay autores que interpretan que no era mongol sino que se aprovechaba de la ascendencia, de la influencia y de la evocación de la era de los mongoles... Por lo demás, Tamerlán formaría parte de los imperios de la pólvora, que dominaban con armas de fuego cuando nadie más las tenía y en los que yo incorporo a los reinos hispánicos devendos imperios, Castilla y Portugal, en las Indias Occidentales, África e Indias Orientales, gracias a cuatro trabucos]
Gracias a Embajada a Tamorlán conocemos cómo fue la expedición comandada por Ruy González de Clavijo. Duró casi tres años, desde el 23 de mayo de 1403, día en el que partieron en una carraca desde El Puerto de Santa María, de Cádiz, hasta marzo de 1406, cuando regresaron a Sanlúcar de Barrameda, tras múltiples peripecias. En el libro queda patente la admiración que sintió Clavijo al descubrir Samarcanda. La ciudad era más grande que cualquiera de Castilla, rica, diversa y multicultural, en ella se conjugaba lo mejor de ambos mundos.
Embajada a Tamorlán tiene un gran valor histórico, ya que es el único testimonio europeo que existe sobre la lejana corte mogol. Además, contiene
abundantes descripciones de los lugares por donde pasó la expedición,
con especial mención a Samarcanda, y se anticipa al viaje de Marco Polo. [interesante que se anticipe, pese a llegar 2 siglos más tarde: Marco Polo es del siglo XIII y Tamerlán/Clavijo son del siglo XV, como el Guerrero del Antifaz, por cierto... "Rumbo al Kurdistán con el Guerrero del Antifaz"
9. The Birth of Tajikistan: National Identity and the Origins of the Republic
Autor: Paul Bergne
Idioma: inglés
Año: 2018
País: Tayikistán
Sinopsis: Cuando
estalló la Revolución Bolchevique en octubre de 1917, gran parte de
Asia Central aún estaba gobernada por líderes autónomos como el Emir de
Bujará y el Khan de Jiva. Para 1920, los kanatos habían sido
transformados en Repúblicas Populares. En 1924, Stalin redibujó las
fronteras de la región en base a líneas etnolingüísticas, creando, entre
otros estados, la República Socialista Soviética de Uzbekistán, la
tierra de los uzbekos. [en realidad, hizo exactamente lo contrario: Stalin rompió siempre que pudo las uniones etnolingüísticas para crear Estados vasallos de la URSS incompatibles con la existencia separada, debida a las rivalidades entre las diferentes etnias y encima con un componente proporcionalmente muy de rusos étnicos, con una etnia que da nombre a los Estados de Asia Central, pero que es mayoritaria por lo mínimo, con algunas minorías que igual tienen más población que en la repúblia en la que sí tienen su nombre asignado, minorías oficiales a las que no se asigna república ni Estado pero que son muchas y variadas... en fin, que no fue un error sino otro delito más de mala fe. El milagro es que esos Estados centroasiáticos hayan sobrevivido desde 1991 hasta el 2024ss con relativamente pocas guerras civiles étnicas como las de Yugoslavia 1989-1999 (en gordo, 1991-1996)]
Pero los uzbekos turcos no eran el único grupo étnico significativo dentro de las fronteras del nuevo Uzbekistán. Los tayikos de habla persa formaban una parte considerable de la población.
Este libro describe cómo, a menudo enfrentándose a la oposición uzbeka, los tayikos obtuvieron primero una óblast autónoma (región administrativa) dentro de Uzbekistán, luego una república autónoma y finalmente, en 1929, el estatus de una República de pleno derecho de la Unión Soviética. Una vez que los tayikos habían sido concedidos un territorio propio, su nuevo gobierno no solo tuvo que sobrevivir a la guerra civil que siguió a la revolución, sino también construir un país completamente nuevo en un terreno inmensamente inhóspito. Nuevas fronteras tuvieron que ser arrebatadas a los vecinos, y una nueva identidad cultural, «nacional en forma pero socialista en contenido», tuvo que ser creada. «El nacimiento de Tayikistán» es la primera documentación de cómo surgió la idea de un estado tayiko y ofrece una historia vívida del nacimiento de una nación.
[me comienzo a preguntar sobre si es obligatorio no estar documentado para escribir sobre libros en instituciones... al menos podrían haber hecho los cursos sobre Asia Central de Casa Asia, digo yo]
10. Love me Turmekistan
Autor: Nicolas Righetti
Idioma: inglés
Año: 2008
País: Turmekistán
Sinopsis: Saparmurat Niyazov, presidente de la República Socialista Soviética de Turkmenistán, falleció temprano el 21 de diciembre de 2006 en un extraño nuevo mundo de su propia creación. Su título oficial, otorgado por él mismo, era ‘Turkmenbashi‘, o ‘líder de Turkmenistán’. Incluso los meses del año fueron renombrados para rendir homenaje a Niyazov y su familia. Para 2001, todos los cibercafés fueron cerrados y se prohibió el ballet y la ópera, y en 2004, el estado incluso prohibió a los jóvenes dejarse crecer el pelo largo o la barba y se les prohibió a los presentadores de noticias usar maquillaje.
«Love Me Turkmenistán» es una vívida, colorida y a menudo muy humorística representación de un país dominado por la oscura sombra de su exlíder, con representaciones en technicolor de su capital, sus monumentos y su gente, ahora liberados de un capítulo surrealista en la historia de su país. Cada imagen vívida está acompañada de una cita real de Niyazov, formando un comentario fuerte y a menudo escandaloso.
[Turkmenistán, un país cerrado, casi imposible de acceder y en el que oficialmente no llegó el Covid-19 y ahora vamos a hacer un larguísimo inserto en inglés sobre la prohibición del vocablo "coronavirus" en Turkmenistán, país que informaba sistemáticamente de ceros casos de la pandemia mundial... y, por cierto, en medios del entorno de Iker Jiménez -Horizonte, La Estirpe de los Libres, Cuarto Milenio- se daba crédito al poco impacto estadístico del covid-19 en Asia Central.... Es que esto solamente os lo va a contar La Maginoteca, y encima gratis, oiga, sin amenazas sobre los ad-blockers ni pedir pagar por noticias interesadas:
Turkmenistan Has Banned Use Of The Word 'Coronavirus'
The Central Asian country of Turkmenistan claims it has no coronavirus cases. But if you happen to utter the word "coronavirus" while waiting, say, for the bus in the white-marbled capital Ashgabat, there's a good chance you'll be arrested.
That's because the Turkmen government, run since 2006 by the flamboyant dentist-rapper strongman Gurbanguly Berdymukhamedov, has reportedly banned the word, according to Paris-based Reporters Without Borders (RSF).
Citing reports from Chronicles of Turkmenistan, which RSF describes as a rare independent media outlet in this notoriously secretive and restrictive country, the press freedom organization says Berdymukhamedov's government has forbidden state-controlled media from writing or uttering the word and has ordered its removal from health brochures distributed at hospitals, schools and workplaces.
Radio Free Europe/Radio Liberty correspondents in Ashgabat report that plainclothes police officers are also arresting people who wear face masks or discuss the pandemic in public.
"This denial of information not only endangers the Turkmen citizens most at risk, but also reinforces the authoritarianism imposed by President Gurbanguly Berdymukhamedov," Jeanne Cavelier, the head of Reporters Without Borders' Eastern Europe and Central Asia desk, said in a statement. "We urge the international community to react and to take him to task for his systematic human rights violations."
Turkmenistan's neighbor to the south, Iran, is one of the countries worst hit by the coronavirus. Other neighboring countries in Central Asia have hundreds of confirmed cases.
Turkmenistan is ranked last in RSF's World Press Freedom Index. It's a place where speaking out is punished and where the government frequently shuts down the country for no reason, says Alexander A. Cooley, director of the Harriman Institute at Columbia University and an expert on Central Asian politics.
"Banning the term 'coronavirus' might seem to us obscene and extreme," Cooley says. "But in reality, when the state controls all of the media and all of the digital nodes coming in and out, it's not that outrageous. My sense is that they'll try and keep [the pandemic] under wraps as long as they can."
Cooley says the government likely anticipates a big post-pandemic economic collapse in a country highly reliant on the sale of natural gas to China.
"That probably spurred the government on to this new kind of more denialist type of posture," he says.
Berdymukhamedov doesn't want to look weak, he says, because he "portrays himself very much as a superman of all trades, the one in charge, the one to be revered and listened to."
Before banning talk of the pandemic, Berdymukhamedov had reportedly offered remedies to battle the virus from a book he authored on medicinal plants.
Consulta las recomendaciones del Observatorio de Asia Central en el Día Mundial del Libro 2023
Recomendaciones elaboradas por Raquel Sánchez Juárez, Mariona Vargallò Picado y Lola Varo O’Ferrall
Venga, más sobre ese país tan sano que no tenía corovarus pero sí enfermos:
Turkmenistan: Getting Covid in a land where no cases officially exist By Abdujalil Abdurasulov ,BBC News
Turkmenistan is one of only a handful of countries, including North Korea, which says it has no coronavirus cases. But reports suggest it is experiencing its third and possibly strongest wave of Covid-19.
Sayahat Kurbanov was suffocating. He gasped for air as if he were running a marathon, the pain in his chest unbearable. He had all the symptoms of coronavirus.
The problem was he was in Turkmenistan, where patients like him officially do not exist.
When he called an ambulance last month the doctor told him he had pneumonia and should go to hospital urgently. Mr Kurbanov (not his real name) knew that the country's doctors referred to Covid cases as pneumonia.
On the way to the hospital Mr Kurbanov managed to call the clinic where he had done a Covid test a few days earlier. "It is positive," he heard a quiet voice say. "What is positive?" he shouted, "is it Covid?" "Yes," came the answer.
Only later did he discover they never give you a piece of paper if you test positive in Turkmenistan.
The first hospital they went to refused to take him because it was full.
"I nearly died on the way," Mr Kurbanov said. "The lack of air… the virus progressed so quickly. I started hitting the window and shouted 'Please stop, I can't breathe'. They gave me oxygen but it didn't help much."
The next hospital also refused to admit him, this time because it was banned from taking in patients who were not registered in the capital, Ashgabat.
"I started panicking. I asked the doctor, 'What am I supposed to do? Die here?'"
He called a doctor he knew and begged for help. After numerous phone calls and heated conversations he was eventually admitted.
His condition did not change for five days.
"I couldn't inhale - it was as if everything inside me was glued. I had panic attacks since I couldn't breathe. It was as if I had dived under water and couldn't surface."
He shouted for nurses to give him something to alleviate the pain. Getting into hospital is not always enough to receive treatment in Turkmenistan, Mr Kurbanov says. Doctors routinely ignore patients and nurses don't check on them unless someone high up calls the right people.
The hospital was also badly understaffed with a couple of nurses looking after more than 60 people. There were times when a cleaning lady administered injections, he said.
Nurses shared stories about patients collapsing and dying in front of them because there were no ventilators available and oxygen machines didn't work. Doctors changed Mr Kurbanov's treatment several times.
He spent about $2,000 (£1,500) on medicine and bribes, a huge sum in Turkmenistan, and was discharged after 10 days.
Foreign-based Turkmen media are reporting on the third wave of infections, but almost everyone inside the country is afraid to speak. The Turkmen.news website has identified more than 60 people who have died of Covid-19 since the start of the pandemic.
The Turkmen authorities do not disclose coronavirus cases. President Gurbanguly Berdymukhammedov, a former dentist, uses the image of a healthy nation as the core of state propaganda. To admit that the country is being affected by the pandemic could undermine his regime's legitimacy.
However, one case last year almost blew the cover-up. A Turkish diplomat in Ashgabat fell ill. Kemal Uckun had typical coronavirus symptoms: pain in the chest, sweating, fever. He was diagnosed with pneumonia.
His wife, Guzide Uckun, sent his chest X-rays to Turkish hospitals and they all confirmed that he had Covid-19.
She desperately tried to get Mr Uckun back to Turkey but the Turkmen authorities reportedly refused to allow a medically-equipped plane to fly him out. Permission was only granted several hours after his death.
Mr Uckun's body was embalmed and forensic experts could not find traces of coronavirus.
The Turkmen authorities have introduced some quarantine measures to stop the spread of the disease. But the government insists that, thanks to its "preventive steps", the country remains Covid-free.
None of the staff at Mr Kurbanov's hospital used the words Covid or coronavirus. "They would say 'this virus' or 'this disease'", he said. "I would push them, 'Why aren't you saying what it is? Is it Covid?' And they would nod silently."
While in hospital, Mr Kurbanov received a text message from the government with a health warning. It urged people to wear face masks because of dust in the air.
"Are we dying from the dust?" he said. "They will let people die but they will never admit that they have Covid."
A senior World Health Organization official has cast doubt on Turkmenistan's claim that it has zero Covid cases, telling the BBC it is unlikely the virus is not circulating in the country.
"[It] has been spreading worldwide as a pandemic for almost two years now," said Dr Catherine Smallwood, a WHO senior emergencies officer. "From the scientific point of view, it's unlikely that the virus is not circulating in Turkmenistan."
Turkmenistan is one of only a handful of countries, including North Korea, that claim to have no coronavirus cases. Dr Smallwood's comments represent the first public challenge by the WHO to Turkmenistan's claim, as a growing number of Covid cases are being reported in the country informally.
The WHO relies on data provided by national governments to inform its global coronavirus statistics. Until recently, the organisation repeated Turkmenistan's claim that no Covid-19 cases had been registered in the country - drawing criticism from independent observers and media.
Asked if the WHO was now suggesting Turkmenistan was providing false data, Dr Smallwood said the health body could not "call into question whether a country is acting in the spirit of the International Health Regulations" - referring to the legal framework that defines countries' rights and obligations in global public health crises.
Dr Smallwood said it was more important to "build a dialogue" with administrations like President Gurbanguly Berdymukhamedov's, rather than "make statements that may not in fact lead to the type of actions that we would want to see".
Analysts say that Turkmenistan's official statistics on coronavirus are unreliable. One reason was the "extremely repressive, autocratic nature of the government," said Rachel Denber, deputy director of the Europe and Central Asia division at Human Rights Watch.
The Turkmenistan government "has a long history of suppressing data and a long history of punishing people who expose the truth", she said.
A WHO team visited Turkmenistan in July 2020 - the only Covid-19 mission that has been allowed so far. There were some positive signs in the country, Dr Smallwood said - face masks and social distancing requirements had replaced a previous system of fines against those wearing masks, who were accused of "sowing panic". And earlier this year the country became the first to make vaccination mandatory for all adults.
The government was now open to discussing health measures against Covid-19, Dr Smallwood said. "And that's what we focus on because at the end of the day, these are the measures that will contribute to the protection of the population."
But some have questioned this approach, and whether the WHO can help respond to the crisis effectively without reliable statistics like case numbers from the ground.
Aynabat Yaylymova, the founder of saglyk.org, a website that promotes public health literacy in the Turkmen language, said that by remaining silent on case numbers the WHO was "enabling" state propaganda on the pandemic.
"It's not scientific," Ms Yaylymova said. "You can't really deal with the problem if you cannot measure it. And the WHO is supposed to promote science."
Critics have also accused the authorities of manipulating WHO officials and hiding evidence of the pandemic from them during their visit.
The government was "well prepared" for the WHO visit, said Ruslan Myatiev, the editor of the foreign-based Turkmen.news.
"They accurately selected the doctors that the delegation would meet in the country and they took them to the 'right' hospitals and showed them the 'right' patients," he said.
It is not possible to independently verify those claims. In its final report, the WHO mission repeated the government's claim that "no confirmed Covid-19 cases have been registered".
Dr Smallwood told the BBC that the delegation to Turkmenistan "provided very concrete actions that the country could be taking, such as broader use of face masks", and she said the WHO had to take into account that in each country there was "a different context, a different political reality and a different technical capacity to respond".
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