Por alguna ignota causa, el Doctor Cataplasma obtuvo muchas portadas de Pulgarcito, consiguiendo una gran visibilidad debido a ello. Al que se le ocurra criticar el uso del gerundio, se va ganar un guantazo, dicho sea desde el amplio especto que la Cultura de Paz incluye en octubre del 2019.
En 1979-1980, los últimos tiempos de dicha revista en su formato grande y con la numeración histórica... arreglada, inventada, aproximada, exagerada pero histórica porque procede de la que pusieron en 1951 o por ahí cuando el Franquismo permitió, en su gran magnanimidad, la publicación oficial de revistas seriadas y no unitarias. Se pusieron las editoriales a sumar hacia atrás lo realizado desde 1940... Bruguera y algún otro eran listillos y las numeraban, por ejemplo, con un circulito discreto en la contraportada.
Ediciones B-Grupo Zeta y tal perdió esa alta tecnología y ha sido complicadillo vislumbrar los números de Olé desde el año 2000. Puede que eso incidiera en la pérdida de ventas y la supresión de esa histórica (otra vez) longeva y carismática colección en las manos de Penguin Random House, una decisión apestosa, triste, vil y aborrecible. Vamos, porque no creemos que las ventas cayeran por la falta de distribución, ni por un acabado del dibujo que recorta el tamaño de las cabezas y de las alturas de los personajes, ni por unos guiones basados en la basura cinematográfica de Javier Fesser, que amplió el instinto de Ibáñez hacia lo sucio, y que hacen que, por comparar, el Makoki sea Manual de Protocolo de la Realeza Europea. ¿Rectificartá alguno en su decisión? La experiencia nos dice que las malas decisiones se mantienen contra viento y marea, así que podemos intuir qué nos espera cuando el antidemócrata amparado en el populismo caudillista antidemócrata de las amplias burguesías fascistas plantea un nuevo referéndum para la primavera y no sé qué debates constitucionalistas (de la Constitución antidemócrata de JxCAt y ERC, de Puigdemont, Rovira, Rufián y l CUP: las derchas reales que destruyeron la inversión social, las poliíticas sociales y todo eso). No puede pedir ninguno de ellos "o yo el o caos": son "yo y el caos". El "Catalan Chaos". Lo han conseguido.
Regresemos a 1980, cuando todo era más moderno. Martz-Schmidt se encuentra en una de esas etapas suyas que no logro enumerar ni poner en orden cronológicos. Y que algún listorro dirá algún día: "es así", pero eso porque tendrá diez mil tebeos y nunca antes se lo habrá querido explicar a nadie, porque "todo el mundo ya lo sabía"...
Portadas de 6 grandes viñetas con figuras grandes... un cambio inmenso para un dibujante al que se solía asociar a pequeñas viñetas, a personajes pequeñajos, de baja estatura, larga barba... de niños aún más pequeños, casi canicas... en fin, chistes seguramente sencillos para un profesional. O puede que cedidos por guonistas desconocidos... con entintadores también desconocidos, si es que no lo hacía Schdmit, cosa que hay que poner en duda... conforme vamos sabiendo más y más cosas sobre historietas de Bruguera, sobre Ibáñez y todo eso. Se ve que todos los grandes dibujantes estaban casi obligados a entregar originales a lápiz y nunca a tinta, porque así el entintado lo hacían otros y el proceso productivo (la faena, oiga) era más eficiente (más rápida). Pidamos acreditación de guionistas, lapiceros, entintadores y rotulistas de Bruguera. Que ellos, si están vivos, o sus familiares, aporten esa información. Igual la participación de A o de B nos permita saber por qué tal o cual página, guión o historieta nos atraía más, nos apetecía más leerla, pese a la firma oficial de Escobar, Segura, Raf, Schmidt, Ibáñez o Vázquez, sin menoscabo de algún otro.
El color: ¿quién lo elegía? A mí me gusta Evidentemente, para la época es "moderno", "psicodélico". No sé si atractivo es la palabra aunque sí parece serlo en el sentido de que la vista se dirija a esos colores en unos kioskos que tenían de todo: pipas, cacahuetes, churrucas (deje usted esa palabra ahí y no la toque) cromos de todos los tipos, diarios del régimen de antes y del de luego, desde luego, revistas a kilos, pasquines, rejas de gallineros para atrapar las revistas y que no se vuelen, pinzas y piedras para ídem, que no se vuelen las revistas, libros de kiosko... juguetitos pequeños. Un catálogo de los kioskos por años, por lustros o décadas aportaría una jugosa información sobre lo que querían vender los vendedores, los comerciales y las empresas y sobre lo que querían comprar... hasta llegar al 2019 y las camisetas del Barça en las Ramblas y souvenir aburridos y repetitivos en todo el planeta o a las tarjetas de autobús de una zona y diez viajes (no de 2 zonas, no de 3 zonas: osea, solamente para privilegiados que viven y trabajan cerca).
¿Éxito por el color? No lo logró. Pulgarcito era cancelada de cara a 1981 para ser sustituida por una revista de pequeño tamaño, de bolsillo, de unos 175-180mm de altura, como la Don Miki, gran éxito de Montena. Era de las pocas revistas "no super" ni de tapapel que quedaban en Bruguera. No optaron por otra renovación sino por meter historietas de un nuevo personaje, Pulgarcito, refritos mansalva procedentes de Zipi y Zape (Los Cinco Amiguetes, Aníbal), personajes de "dibujos animados" (Tom y Jerry) y poco más. Aguantaron unos 4 o 5 años, y aún metieron refritos de la propia nueva publicación. Sin contemplaciones: ni cabecera histórica ni nada. Nueva numeración y nuevo formato. Implacable decisión empresarial.
Vamos a poner alguna portada, sin menoscabo de que se hayan puesto en La Maginoteca. Es que leemos y releemos y nos encontramos con nuestras antiguas o con nuevas aportaciones de revistas en papel siempre que sea posible. Olvidamos que tal imagen se había insertado y volvemos a ello... o igual son nuevas. Da igual.
Es un entretenimiento.
También os dejo El Profesor Tragacanto: Excursión movidita, con este estilo tan barroco y raro, que usó Schmidt ¿a principios de 1970? Los personajes actúan distintos que en otras épocas.
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