Yo es que no sé si esto lo he puesto o no pero ahí va y definitivamente lo archivo:
El primero es un chiste de Conti que no puse porque se veía borroso, y luego ya fui pasando durante el año a otros temas y no pude encontrar el momento de regresar a esa revista, que no recuerdo cuál fue.
Humor: negro: el mayordomo caba la tumba mientras el aristócrata le mete prisa:
-Date prisa, Bautista. Me encuentro muy mal.
Esta penúltima página o tercera de cubiertas del Pulgarcito número 21 Época 3a. Año II, Mayo 1986... no recuerdo si fue colocada.
Consta de 5 chistes, de los cuales uno de Conti con "la plomada se ha estropeado" (chiste raro pero que parece como de esa lógica de Escobar). Es raro que se hagan chistes de obras o de albañiles.
Hay uno de Stanton.
El de Pepe Escultor podría ser de Segura, pero, igual que los dos de enmedio y al de Conti, les borraron el nombre.
El de "estuvimos esquiando" parece de Torá, dibujante que asocio a tiras mudas o semimudas con personajes-silueta negra y que se intercalan con tiras de Enrich: siempre hablando de esa primera mitad de los años 1980 que es cuando he visto obra de Torá.
El de "mi mujer me llama"... es un estilo que no me es desconocido. El individuo alto podría incluso ser de un Conti antiguo pero los ojos del marido en mangas de camisa me recuerda más bien a ¡Carrillo! Se parece a la forma de mirar de Kala-Bacín de Damasco, y el aspecto del marido es el del visir de esa serie.
1 comentari:
Supongo que el problema del chiste de la plomada lo tiene la gente que no es nada técnica; yo supongo que en la época en que Conti lo dibujó, no sé si los chicos, pero sí la gente mayor tenía más conocimiento del trabajo manual y artesano, bien porque los que vivían en la ciudad, habían llegado emigrados desde el campo donde en todas casas había útiles de todo tipo indispensables en una forma de economía sin especialidades, bien porque, como vemos en las pelis de hasta los años Sesenta, los negocios, los talleres, las obras...todo estaba y se hacía en la ciudad porque no había polígonos industriales y debajo de tu casa podía trabajar con total normalidad un carpintero. Eso creo yo. Y el chiste es muy bueno y filosófico: el hombre no reconoce su culpa pese a que la plomada, que nunca puede fallar, le está demostrando que ha sido capaz de levantar una construcción más inclinada que la Torre de Pisa.
carlos
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