¡En buena hora me metí en aquello de los Deportes Pegados!
Mira que nos interesa poco eso de los deportes. Vengo de oír en la radio una entrevista sobre un fotógrafo que ha estado haciendo fotos a mujeres gallegas de 80-90 años que hacen cosas normales para ellas, como triscar entre las rocas mojadas buscando percebes, pero que la presentadora del programa ha dicho que eso era como para ir a los juegos olímpicos.
Sí, claro, arrastrar carretones, llevar sobre la cabeza sacos de muchos kilos con los faldones y sin tropezar, hacer fuerza con el arado... no son deportes porque no son cosas burguesas ni aristocráticas que son los que, a finales el siglo XIX, hartos de vagar decidieron transformar la lucha en un deporte porque acuchillarse entre ellos ya no quedaba fino (tras 10000 años de guerreros aristói dando la murga, véase La Ilíada).
Los deportes son cosas de ricos. Que luego se trasladen hacia abajo como todo, pues vale, como tienen dinero y medios de comunicación obedientes pues transmiten lo que toca. Ahora toca el tenis, el paddle, el golf... pero empujar fardos, auparse a escaleras, atravesar orificios oscuros como túneles de minas... no hijo, no... eso no se convierte en deportes, y menos en deportes olímpicos.
Ahí es donde se nota cuando meten alguna nueva cosa de ricos, el kite-surf o algo así, que parecen cosas normales y chulas hasta que ves que el material de un día cuesta sueldos de varios meses... nunca meten un deporte que hagas con el mínimo de elementos o que haya hecho el personal de manera popular.. antaño, porque el personal actual ya no es popular, sino que tiene la mente y las expectativas carcomidas. Y no estoy "dessperanzado" sino que meramente describo la victoria de la anomia.
El caso es que casi que me siento obligado a recortar una viñeta que va de deportes "para el bló"
Asi que aquí tenemos la que uno considera la primera historieta de Los Cinco Amiguetes. Es otra cosa que me suena haber escrito en el blog pero lo habré soñado. Jaume Rovira se lanza con una historieta larga, que igual son 12 páginas pero a 5 viñetas, con alguna viñeta grande (una cuarta o una sexta parte de la página). El dibujo es entre personal-brugueril, francobelga (a veces con préstamos claros de Franquin y demás), y un poco tipo las novelas esas de Enid Blyton que tanto gustaban (y no lo comprendo) de Los Cinco o Los Siete Secretos. Sospecho que el número de amiguetes deriva de aquella famosa serie británica. A ratos, las pocas historietas detectivescas y aventureras de este grupo de amigos nos recuerda a las historietas de Sophie por Jidèhem, de la revista Spirou. Es muy posible que fuera una de las raíces. Como pasa con Spirou, Sophie, nunca es publicada por Bruguera, pese a que ambas series hubieran pegado muy bien en sus revistas.
No lo habéis editado nunca: cuando esté jubilado y lo publiques, no me pida que haga la ola.
Resumen: misterio y risa.
Pero aquí nos quedamos con la primera viñeta.
Creo que la viñeta surge de la reedición observada hacia enero de 1986 en un Zipi y Zape Especial 159 o por ahí, pero no lo registré y vais listos si os creeis que voy a ir a ver si encuentro la revista.
Cuando juegan, suelen hacerlo a fútbol pero ¡sorpresa! en su primera aparición (o su segunda, que da igual) juegan a baloncesto de manera absolutamente IRREAL. Me explico: con canasta de verdad y con aro y, en el aro, la red. Eso es ajeno a la realidad. A lo sumo, el tablero y pocas veces el aro o restos del mismo.
El tablero con tablones como si fuera desgastado o con el color borrado no es suficiente. No lo es entre 1970 y 2015.
Las vallas: enteras. Eso no se lo cree nadie. Lo normal, incluso en 2017, es que las vallas estén roidas, caídas, agujereadas. Las pelotas caen fuera y hay que irla a buscar al otro lado, lo que supone saltar o ir abriendo día tras día esa malla metálica. Se consigue con facilida y los ayuntamientos son ineptos para arreglar esas vallas, por más peligrosas que sean rotas: te pinchas y lo tienes claro.
Siguiente error, de esos que no lo parecen: balón de baloncesto naranja, vamos, de reglamento. Es para partirse de risa. Eso solamente se ha visto en entrenamientos de verdad o en partidos oficiales, aunque sean de alevines o infantiles, etc.
En los juegos normales, poquísimas veces ha aparecido un balón... y menos en la calle, que encima te lo roban, o se cuela o se pierde.
Pelotas de tenis, pelotas de goma de los mercadllos, o pelotas de fútbol de reglamento o no van mucho antes que los, por cierto incómodos, balones de baloncesto.
Es curioso: es una escena lógica pero que está repleta de elementos ajenos a la realidad social, al menos hasta tiempos recientes, con más balones, con más sitios para comprar y más capacidad de gasto.
Además, es curioso que Manolo llame "Toto" a "Tato. ¿Puede ser un error de tipografía o puede ser que el nombre fuera alterado en historietas posteriores?
Me sorprende mucho que jueguen a baloncesto. No era un deporte especialmente popular, aunque ciertos polideportivos pusieran incluso 6 u 8 (véanse patios de colegios) canastas (el palo con el tablero sin más) en el espacio en el que únicamente hay un campo de fútbol/balonmano/hockey (si es que alguien juega a eso). En menos espacio se aprovecha más, y el poste de la canasta no deja de ser un poste de una portería... pero eso es entrar en el mundo real del fútbol del remate y gol y de dejar goles de ventaja para conseguir que jueguen otros con los que iban entrenados. Son cosas que jamás hemos visto en novelas, cuentos, tebeos, series de la tele, películas o estudios sociológicos o antropológicos.
De todos modos, cuando en los años 1980 o 1990 el baloncesto logró su minuto de gloria, tampoco recuerdo muchas más historietas con ambientación de baloncesto lúdico y no profesional. Del otro tampoco, pero me interesa del de "hacer un 21" y jugar dos equipos con una misma canasta usando lo que se considera "final del campo" como el lugar para avanzar hacia el campo opuesto.
Más variaciones de baloncesto en Los Mensaje de mi Botella.
Tengo más cosas apetitosas de historietas de Los Cinco Amiguetes o de Segis y Olivio.
1 comentari:
Cierto: los deportes no nos interesan nada. Ya no recordaba yo a lo Cinco amiguetes...el del flequillo me lo ha recordado; y sé que me gustaban aunque no pueda acordarme de ninguna aventura. Y el dibujo era mucho mejor que el de La PAnda de Segura (aunque las chicas de Segura estaban muy ricas). Sí, yo creo que se parece mucho al estilo franco-belga.
Pues en mi cole, a partir del 84 sí que hubo 2 campos de baloncesto: el grande y el pequeño con canastas de aro, pero sin red, eso no.
Publica un comentari a l'entrada