Nuevo repasillo a la revista Pecosa.
Unas paginillas de tebeos británicos de IPC con un coloreado realmente atractivo.
En Bruguera -y me temo que en el original en inglés- los colores son desastrosos o aburridos, tapan volúmenes.e impiden ver un dibujo, el de los comics británicos que tampoco es muy agradecido, o que parece hecho con los pies con apariencia de ser dibujo realista.
Los editores ingleses pasaban de todo. Bruguera no ayudaba. Valga como resumen de la trayectoria británica en España.
Fijaos en los colores que ponen en la revista Pecosa. Rotundos, sólidos, sin huecos blancos y con algunas gradaciones de color en una época en que no habían programas informáticos para pintar ni había la misteriosa "separación de colores" que escribían en los tebeos noventeros de Marvel/Comics Forum.
Se lee bien el texto, aunque es rotulado a mano y no a máquina como en Bruguera,
En La Bruja Novata, el dibujo no está muy perfilado. El color lo mejora o lo acaba: véase la penúltima viñeta (p26v8): el paseo marítimo -ejem- apenas está esbozado, y las figuras no tienen ni cara.
Se han matado en pintar el margen superior, que solía ser amarillo en Editorial Bruguera: el cielo de ese espacio tiene varios azules y agujeritos blancos por tanto estrellas.
Lo mismo en el dibujo de la franja superior del siguiente ejemplo, ascado de un episodio del serial Los gatos de Carey Street, también de IPC London: los gatos, con cuatro colores en el fondo: azul, rosa, verde, amarillo. Un poco de todo para un mero borde superior porque las viñetas no ocupan toda la página.
He colocado un par de páginas con un deshaucio en ciernes. No tan distinto de Wendy en la Ciudad, melodrama que fue publicado en la revista Zipi y Zape de Editorial Bruguera en 1984. El ayuntamiento, por un lado, y los matones a sueldo de un especulador inmobiliario luchan contra una pobre anciana y su nieta. Pues hemos sabido, en los años de la especulación inmobiliaria (1999-2010) y de la crisis eterna (2007-2015ss): ha habido alquilados contratados por especuladores para molestar a los vecinos, que vendieran sus pisos y se largaran por poco dinero, para luego entrar con los bulldozers y montar grandes bloques. Luego han venido los buitres y han asaltado a los que compraron casas pero no pudieron pagarlas por la estafa economía de mercado Y esos fueron los que aún tuvieron la suerte de adquirir provisionalmente (pensando que era para siempre) una propiedad o un techo. Otros, ni siquiera eso...
Continuando malas prácticas, MC Ediciones no es capaz de insertar nombres de autores, guionistas, dibujantes, entintadores de estas historietas.
Sólo lo ha hecho en el caso de Esther... que digaaaaa... Patty y su Mundo.
Lo que está claro es que los directivos de la Editorial Bruguera eran comerciales que mangoneaban el sarao como si fueran reinos de taifas, de tal manera que cada uno de ellos pellizco una parte del pastel: unos se llevaron los tebeos británicos, otros se llevaron los autores gordos, unos se llevaron las novelas del Oeste, y los primeros se habían llevado la sección de literatura (RBA). Me vuelve a la cabeza lo que denomino la conexión holandesa: alguien, el mismo comercial, que yo sospecho que era de Bruguera, podía ser el que trasladó desde Agent 327 y Bermudillo hasta Franka e incluso algo del TFE belga (Los Hombrecitos).
No hay numeritos de control en las páginas. O no los veo, al contrario que en la Editorial Bruguera.
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