Regresamos al folleto El Tebeo del Saló editado en maig 1988. En su página 2, es decir, la posterior al a portada y en colores (más caro, más vistoso, más atractivo de cara al posible comprador), Editorial Juventud coloca un estupendo anuncio de sus series. En 1989 o 1990 hará otro tanto, e incluso para entonces me consta que regalaba [tomad nota editores y paradistas de Ficomic] posters de Yakari o Tintín en su stand del Saló PORQUE EDITORIAL JUVENTUD, en aquellos AÑOS LOCOS, ASISTÍA AL SALÓ DEL COMIC DE BARCELONA.
Luego dejó de ir por razones desconocidas.
Entrado el siglo XXI, un par de años fue PaniniCasterman a molestar y vender aquellos tebeúchos pequeñajos de Tintín y los de "aventuras en formato viejo" para luego desaparecer sin pena ni gloria tras repetirse mil veces que fueron un gran éxito de ventas. El conflicto ZendreraZarigüey/Juventud y el de Panini/Casterman se había medio resuelto con álbums grandes tradicionales para la primer y los pequeños para la segunda. Los libros para la primera...
Luego dejó de ir por razones desconocidas.
Entrado el siglo XXI, un par de años fue PaniniCasterman a molestar y vender aquellos tebeúchos pequeñajos de Tintín y los de "aventuras en formato viejo" para luego desaparecer sin pena ni gloria tras repetirse mil veces que fueron un gran éxito de ventas. El conflicto ZendreraZarigüey/Juventud y el de Panini/Casterman se había medio resuelto con álbums grandes tradicionales para la primer y los pequeños para la segunda. Los libros para la primera...
Juventud anunciaba como gran novedad las otras dos series de Hergé (con su autocaricatura, que es la que luego se vería en la serie francocanadiense de Nelvana): Jo, Zette y Jocko es una serie que uno podía atisbar en la biblioteca de lejos y alguna vez en la librería (la segunda parte de algún número doble).
La otra serie es Quique y Flupi, de la que jamás he visto tomo alguno. Aunque parecen historietas sobre niños traviesos que juegan en la calle hay no pocas páginas dedicadas al ascenso del fascismo, del nazismo, con caricaturas de políticos e imitaciones de discursos como si fueran radiados en Bélgica en los años 1930) ¿Era eso posible? Es un mazazo para los que suelen lloriquear "no habléis de política con los comics, que es muy feo". Suerte que Editorial Juventud tuvo a bien publicar varias páginas de estos niños personajes en Tintín y el Mundo de Hergé hacia 1991, un libro de tapa dura, con el tamaño e incluso el aspecto de ser un número adicional de la colección de Tintín. Todo un acierto de formato, cosa que no ha existido para posteriores libros o incluso para las primeras ediciones durante décadas de Tintín en el País de los Soviets cuyo aspecto "Petit Vingtième" más parecía como un resto no vendido de los años 1960 abandonado en el almacén de la librería. En el 2015 se puede encontrar con el formato de álbum habitual, cosa que considero un acierto. Lo mismo ha sucedido con El Arte Alfa cuya presentación en ese anuncio le lanza a uno a pedírselo a los Reyes Magos en su carta pero cuyo formato es tremendamente incómodo, aunque muy interesante: son dos cuadernos independientes, uno en encuadernado a la derecha como un libro de tapa blanda con el guión y otro cuaderno en formato bloc de dibujo encuadernado por arriba para ver los sorprendentes y espectaculares bocetos.
La idea lanzada al lector es: ¿ya tienes todo lo que hay de Tintín? Pues aún hay más.
En la parte inferior se anuncia Yakari: en 1988 no sabía de su existencia. En 1989 o 1990 ya había visto el anuncio de Juventud pero no pudo uno ver ni leer nada del personaje hasta que Norma Editorial lo publicó hacia 2010 en sus encantadores álbums azules. Y menos mal que había serie de dibujos animados o nunca habríamos podido leer nada de ese pequeño indio.
En este caso estaba claro que esos tomos de Juventud sólo iban a llegar a librerías céntricas, tradicionales e históricas, pero nada. Ni siquiera unos años después en Abacus, una cadena cooperativa de consumidores (aunque no tengan el más mínimo poder sus socios ¿o lo tenemos y no nos lo han comunicado?) y cuya implantación era creciente en los aledaños de las universidades durante los años 1990. Ahí odiaban los tebeos, así que, como en las bibliotecas bienpensantes únicamente tenían algo de Tintín y de Astérix. Nada de los demás personajes de Juventud: nada, ni ganas, claro. Así fue hasta el año 2001-2002, cuando se abrieron al manga (sin duda, porque los hijos de los que cuentan leían esos tebeos). Para el 2003 ya habían abandonado sus presupuestos de juguetes ecológicos, socialmente comprometidos y con igualdad de géneros, a la vez que se veían obligados por ley a perder su gran ventaja competitiva, los descuentos importantes para sus socios porque los libros en España solamente podían tener un 5% de descuento. El 2005-2006 era pleno boom del comic y de la novela gráfica y entonces tenían hasta superhéroes en Abacus. ¡Qué cosas! Siempre tarde y sin personalidad: siguiendo modas como un perro una salchicha. Para 2015, Abacus está mega-implantado pero sigue con sus graves problemas de colas largas en las cajas incluso cuando la tienda está vacía de clientes; se nota algo descuidado. ¿Habéis visto el catálogo para Navidad 2015? Pues entre juguetes de fabricar mocos y de meter la cabeza en sesos no acabáis.
Por lo tanto, Juventud fue una de esas editoriales que había decidido publicar para no distribuir. El gran misterio de la edición en España.
La sospecha que tengo es que varias editoriales hacen su negocio o sobre otras cosas que no son tebeos y eso no suena nada bien; o que venden a centros escolares privados, de curas o monjas, etc, que comprarían en grandes cantidades para sus aulas, bibliotecas escolares o alumnado.
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