20240307

Y con el Colección Olé 305 Llegó el Amor

 Data Estel·lar amorcillada Dijous 20240307

Y con el Colección Olé 305 Llegó el Amor... y otros bruscos cambios.


El Colección Olé 305 de Editorial Bruguera es uno de los más apetitosos porque va titulado Carpanta y Petra ¡Quién Pudiera Comer! 1ª edición: abril 1985, con una contraportada distintiva con varios personajes de Escobar que... jugad a ver quiénes son y pongo la solución al final del artículo

Nada como no pensar para lograr buenos juegos de palabras entre el hambriento y la cocinera.

 

 

Por fin nos ofrecen un número sin Mortadelo y Filemón o sin Zipi y Zape. Son personajes con grandes historietas los que se abren paso por una vez, una única oportunidad que nunca jamás tendrán porque, cuando llegue al poco tiempo Ediciones B-Grupo Zeta, el futuro que ofrecerá estará repleto de monocultivo (con una excepción en Colección Olé de Varios o V. entre 1988 y 1989) y será más aburrido, plano y aburrido (no es redundante: es que es tan aburrido que lo tiene uno que repetir varias veces) que lo que Editorial Bruguera comenzó a hacer en su penúltima y última etapa. 

También es posible que los lectores se equivocaran y no lograran el gusto por la diversidad y odiaran todo lo que no estuviera adocenado y macdonaldizado pero la empresa editorial influye claramente en los gustos del personal como un prescriptor (ahora los llaman influencer, en esta etapa a punto de perder todo el idioma castellano y catalán por parte de los neoliberales macdonaldizados).

Tanto es así el brusco cambio que el Colección Olé 305-Z.71 de Ediciones B-Grupo Zeta se convierte en uno de Zipi y Zape con algunas páginas de Carpanta. 1ª edición: junio 1989.

Si estas palabras y las de medio blog transmiten sensaciones agridulces, es que es así... me molesta que las buenas ideas sean trituradas una y otra vez.

Sobre la nomenclatura de Ediciones B-Grupo Zeta: mantiene la tradicional de Editorial Bruguera hasta 1991, cuando la Colección Olé se renumera durante el año 1992 en tomos de tapas de charol y numeraciones independientes para cada personajes, a saber, MF y ZZ, porque SL ya tenía su propia numeración desde 1980 o por ahí, y no sé si sacarán unos 15 o 20 de cada una de las dos series principales, con las últimas historietas de ZZ por Escobar en única edición en esa colección y nunca más desde entonces. Y en 1993-1994 se cambia por un tamaño mayor, el título pasa a ser solamente Olé, al que llaman "gigante" en los anuncios pero que es DinA4, si lo miras bien, con portadas también brillantes o de charol, algún intento de Olés varios tipo Pafman o Sporty y creo que uno de Roquita que nunca he catado y MF, ZZ y SL, con progresiva reducción de ZZ como pensando desde la editorial "a ver si se olvida ya la gente de estos niñatos pelmazos" .

Ediciones B-Grupo Zeta añade una nomenclatura para cada serie en sus ediciones de 1987-1991. Sí, un lío... el típico lío de los malos editores españoles que solamente saben crear "líneas" y "secciones" y "subcolecciones". Se supon que Z.71 significa Zipi y Zape 71: 71 coleccionesole de ZZ desde... ¿desde el principio de Ediciones B-Grupo Zeta? Lo dudo porque comienzan con números avanzados. ¿Desde el inicio de la Colección Olé en Bruguera en 1971? Tal vez. 

Así que te cae en las manos uno y otro volumen, en épocas y años distintos y te comienzas a decir que te suenan las historietas de uno y otro hasta que caes que las de Carpanta son las mismas pero menos que en el tomo de Bruguera y las de Zipi y Zape decides no matarte en buscarlas, no seas que, al encontrarlas, te percates de que te han vendido como nuevo un tebeo que eran partes de dos coleccionesole. Mejor no saberlo por ahora.

 

Os propongo un reto: ¿cuás es la historieta de la versión Bruguera y la de la versión de Ediciones B-Grupo Zeta?

Dos pistas que sirven de "las tres diferencias", aunque igual haya más:  

1.-Una versión lleva el título en colores con mayúscula al inicio de la frase y resto en minúsculas. El otro lleva el título en negro y todo en mayúsculas.

2.-Una versión lleva el numerito de la historieta: 51870. La otra, no

3.-Una versión lleva el amarillo más fuerte y el azul más claro y en la otra es al revés amarillo más claro y azul más fuerte.





Personajes contraportada Colección Olé 305 Bruguera abril 1985:

1.- Don Óptimo y Don Pésimo, con unas flores de una maceta sobre la cabeza.

2.-Petra fregando el suelo y Doña Patro de pie. En muchos tebeos, el mocho o fregona no existía.

3.-Zipi y Zape ¿espantando a un piano de cola? Es raro...   Oh, toda a una vida para descifrarlo: le hacen la gamberrada de poner latas a la cola del piano en vez de a la cola de un perro. No sé si alguien ha vivido tamaña salvajada en la vida real. Por suerte, yo no... mira, en algo eran más civilizados por donde yo he vivido.

4.-Toby entusiasmado ante Don Anito que ejerce de arqueólogo paleontólogo. ¿Es el perro el mejor amigo del paleontólogo? Hum.... no sé yo.

5.-Carpanta y un perro saltan al unísono ante la inconmesurable visión del descanso con almuerzo con bocadillo de longaniza legítima de Vic (no lo dudamos, tras leer tantas historeitas) de un obrero de la obra o similar (podría ser pintor por el gorro, que suelen usar en los tebeos, en vez de casco de albañil o paleta). Pero, ¿por qué no dudarlo? Es un embutido negro que más bien parece una butifarra negra.

Salvo la de ZZ, las demás ilustraciones me resultan modernas... ¿Pudieron haber sido realizadas en 1984-1985 como un engatusamiento para una nueva etapa de Colección Olé con sus personajes de las que esta contraportada pudo ser el único ejemplo? Y que, en Ediciones B-Grupo Z, que suelen no pensar sino repetir ideas de la editorial anterior reconvirtieron, y no está mal la idea, no, en MF y Sacarino, MF y Rompetechos, ZZ y Toby, ZZ y Carpanta, etc, etc... así las últimas 16 páginas descargan de abuso de un mismo personaje o acaban con una aventura larga de los agentes de la TIA y comienza otra cosa, más variada.

4 comentaris:

Anònim ha dit...

Oye, a mí estas historietas me siguen pareciendo entrañables pese a que no eran hilarantes y pequen de cierta sosería y un lenguaje anticuado y con un humor verbal (juegos de palabras ) que los niños no comprendíamos.
Lo que está fatal es el entintado ése del que has hablado en otras ocasiones y que delata la crisis de la editorial. Bueno, y cierta decadencia ya en el dibujo de Escobar (más visible en el dibujo de la novia donde se podía haber esmerado más) en esa época en que rondaba ya los 77 años. Pero a mí me gusta. Y también los mensajes educativos y éticos del abuelito Escobar.
carlos

Anònim ha dit...

A mi también me gustan estas historias de Escobar, tanto Carpanta como los Zipi y Zape tuvieron en sus últimos momentos una decadencia muy digna, muy por encima de la morralla con que nos torturaba jan hasta que le dieron la patada por cansino al cubo.

En cambio Escobar entretiene y hasta te hace sonreír, tiene mucho mérito que tras tantos años aún lo lograra. Hasta intentó cosas nuevas como la novia de Carpanta, con esa Doña Tula clonica de regalo.

Él sí que era el Genio Humilde, rechazen malas imitaciones.

Anònim ha dit...

Sobre el juego, igual me equivoco, pero creo que la versión de Bruguera es la que lleva el número "Una versión lleva el numerito de la historieta: 51870. La otra, no"

maginelmago ha dit...

Sí. En Bruguera mantuvieron el numerito, cosa que a mí me gusta. El título coloreado en vez de negro, también. Ponerlo en negro es aburrido y me abre la curiosidad sobre si ese tipo de letras o de imágenes pueden pintarse en la imprenta directamente sin problemas. Hablo de tiempos sin ordenador de donde surge otra duda: ¿por que no se ha aprovechado más? no es solamente cuestión de precio porque son colores básicos: el negro, el cyan, el magenta. ¿Por qué aún hoy en día cuesta hacer esas cosas salvo que se note el abigarramiento gráfico y de colores, osea aumentando costes sin aumentar eficacia visual? O yo lo veo así.
Lo del "abuelito", lo de "para la edad que tenía": ahorrésenlo de una vez, por favor. Estoy harto de leerlo. No os dais cuenta de la gran restricción que hacéis: hasta los 22 años nada y desde los 50 tampoco... osea, con una quinta parte de la vida.
Doña Tula clónica... o puede que crónica. Es decir, no es una gemela sino la misma. Lo que pasa es que faltaron páginas, creo yo, para contarnos qué pasó con su hija y su yerno, y qué parentesco tenía con su hija, si era su prima hermana, prima segunda, etc.