Data Estel·lar explicativa Dimecres 20231122
Explícaselo, explícales que esto esto es mejor, dice el ninotaire, que es Ibáñez en 1998. El contexto es la a la vez famosa y también perdida entrevista en U, El Hijo de Urich . número 8, 325 pesetas.
No sé qué mas hay que añadir.
Si algo me fastidia sobremanera es cuando se han repartido carnet de intelectual y a Ibáñez, y a otros pero menos conocidos, o no se les ha dado o se les ha retirado el derecho a tenerlos. Es como solamente unos cuantos que tengan acento argentino o algo así pudieran ser intelectuales o tener pensamientos organizados y argumentados dignos de ser tenidos en cuenta en disquisiciones complejas.
Ibáñez deja claro que lo quiere es cobrar y pasárselo bien con sus tebeos, y hacer leer o divertirse con ellos. Eso parece ser insuficiente para ser intelectual o para lo que sea. Que las experimentaciones gustan a unos cuantos aficionados pero no a la mayoría de lectores, que hay que ser ágil para los gags, el guion y el dibujo. Y sabemos que ha habido no poca experimentación sin aspavientos en sus páginas, desde ciertas formas de las viñetas, portadas, algunos guiones, la inserción de detalles culturales en diálogos imposibles, etc.
El resultado es que aquí me leen quitando esos carnets a los intelectuales intelectualoides que nos quieren pastorear (prescriptores, ideólogos, influencers). Ponedlo en femenino si os place.
Es muy cómodo profesionalizar la inteligencia y lo intelectual porque eso permite dirigir a las masas desde una élite que flota en su zona de confort. A eso se añade el conseguir que la víctima acceda a decir ¡a gritar! que no le va lo intelectual.
Vale, pues entonces, hay que leer algunas entrevistas, y leer de manera de análisis del discurso, de leer entre líneas, de ir p'atrás y p'alante, de ampliar la mirada del cerebro. En este caso, Ibáñez, del que descato ese párrafo dice claramente: "me gustan los tebeos". Su narración es más eficaz para mí (para él... bueeeeeeno, para mí también) que la de tantos otros medios de comunicación o de expresión, desde los cantares de gesta hasta los vídeos de TikTok.
Pero dice: "explícaselo a los demás". Las masas han cambiado sus gustos, y eso lo dice en varios momentos de la entrevista.
Me encuentro con un comentario de un comentarista habitual de a La Maginoteca, justo cuando entraba para publicar ese fragmento que me parece estupendo, escribe que los editores "ausentes" son culpables de la caída de los tebeos en Europa y América... pero que en Japón están al pie del cañón, lo que implica ser profesionales y haber tenido capacidad de análisis social, el cambio social, estudios de marketing... y también dotar de medios adecuados.
En otro lado, dicen los entrevistadores que los autores parecen haber ganado en calidad gráfica pero perdido gracia. Ibáñez directamente dice que eso es por la ausencia de competencia y de oferta, de un medio para publicar, de que "falta la revistita semanal" que es distinto del Jueves y del Víbora. Porque ahí pueden surgir nuevas ideas, personajes, autores, etc. Pero que los lectores habían desaparecido, que los consumidores habían optado por otras actividades que estaban siendo tan intensivas en oferta como lo habían sido los tebeos o más: de muchas revistitas a (es 1998) muchos canales de televisión, muchos vídeojuegos, etc.
Indudablemente en los nuevos medios, que aún no existían como tales, vinculados a Internet, se pueden crear tebeos, pero faltarían esos editores, ese control de calidad.
Y ya en 1998 los entrevistadores dicen que se ha quebrado la transmisión de conocimientos entre las generaciones de autores de comic de los veteranos a los novatos. De hecho, y eso no sale en la entrevista, los autores de los años 1980 y 1990 no trataban con Ibáñez y viceversa: estaban en la misma editorial y revista pero en ligas y estamentos distintos. Así que la avería es multcausal y afecta al desinterés de los antiguos por ligar datos con los actuales.
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