20230926

Sopa de ajo literaria

 Data Estel·lar llegim llejam Dimarts 20230926

Decepción bajo un titular necesario “Es un tópico decir que antes se leía más” por Marià de Delàs en Fundación Espacio Público del diario del mismo nombre con fecha 20230822

“Es un tópico decir que antes se leía más”, a pesar de que “la lectura siempre ha sido una actividad minoritaria”. “En el mundo en que vivimos hay mucha más gente que sabe leer de la que había antes”, “inevitablemente hay más gente que acaba leyendo literatura”, explica Enric Tubert, en una entrevista en la cual pone el énfasis cuando habla sobre la manera de incentivar el hábito de leer.

Aunque sea la sopa de ajo, mucha gente desconoce la existencia del dato. Para comenzar, editoriales, editores, editoras, gentes de los medios de comunicación desconocen el siguiente dato, bajo cuya amenaza han optado por suprimir todo tipo de texto escrito, lo diseñan con tretas de compañía de seguros con letra ilegible gris claro sobre fondo blando o amarillo sobre verde como hacen en la tele, en campañas organizadísimas para fomentar la no-lectura.

Si nos vamos a tiempos con el 80% de analfabetismo, es apabullante la cantidad de periódicos que surgían. No es cuestión de saber leer sino de interés por querer aprender cosas. Tambien cuenta que lo que se escriba y se publique sea de interés... anda que no he desechado tirar el dinero en El Periódico de Catalunya o La Vanguardia (por no hablar del resto, de los diarios oficialmente fachas), vendidos a no sé cuáles fondos buitres, con noticias inanes, irrelevantes o estrambóticas por no decir innecesarias. El 20 Minutos, que hacía años que no lo veía, me lo dieron el otro día... mediados de septiebre de 2023: pura basura. Ni gratis valía para nada el 20 Minutos. En 20 años ha pasado de todo a nada. Cuatro birriosas noticia, ya oídas en otros medios, sin aportar ningún dato nuevo, de política de esa cutre de alta alcurnia de los pactos para gobernar y nada más, con el contenido sobre Catalunya en castellano (ni El País ni El Mundo) y que se notaba fabricado, pensado, escrito en algún lugar alejado del foco de la noticia: no en Barcelona, pero daba igua porque, de nuevo era noticia vulgar sobre algo de la presidencia de la Generalitat. El nivel es de dar datos de Wall Street o resultados de la primera división de fútbol: noticias facilonas para la empresa que las vende.
 
Si regresamos a aquellos tiempos con analfabetismo oficial elevado, encima tenemos una censura activa, con cierre de cabeceras de prensa, con juicios a escritores y periodistas, exilios, penas de prisión o de muerte o de cadenas perpetuas o incluso con los militares ultraderechistas españolistas entrando a saco en el periódico satíritico Cu-Cut. Pues eso no reducía el número de publicaciones, las había de todo tipo y pelaje, con todo tipo de opiniones... desde anarquistas hasta integristas católicas. Con largos textos, cortos textos, ilustraciones y alguna foto... incluso la Inquisición y sus índices de libros prohibidos no impedían la publicación inicial de libros.
Los lectores oían los libros o los diarios o los tebeos, declamados por alguien que sí sabía leer. 


Pero luego llegamos a cuando se recalienta la sopa de ajo... y descubren que EXISTEN LOS TEBEOS: 


[Enric Tubert] añade. “También es interesante ver a gente que proviene del mundo de la pintura o de las artes plásticas y que de repente entra en el mundo de la literatura y lo hace con una mirada renovada”. “Hay una generación muy joven que en las novelas que publican utilizan dibujos, gráficos… entran con una serie de elementos que son nuevos y que conectan con toda una generación de gente a la cual le gusta seguramente un tipo de discurso más delimitado, más fragmentado”.

 

¡Qué bonito que esa gente hubiera ido a librerías hace 2008 y hubiera visto libros de Gol, de Gerónimo Stilton... o que en 1983 se hubiera encontrado con Jim Boton y Lucas El Maquinista o en los años 1930 con Amor se Escribe con Hache... y, siempre, desde 1917, si quieres poner una fecha inicial de continuidad, pero desde 1896 si eres de la prensa amarilla o desde 1875 si eres Antonio Martín o desde antes si eres suizo... tebeos, libros ilustrados con imágenes variadas que añaden, suprimen, aportan, desmienten el texto escrito y lo complementan con el consabido esfuerzo de la mente y la imaginación de un lector. O imágenes narrativas o de otro tipo sin texto en tebeos o en álbumes ilustrados...

No he hablado de los cuentos ilustrados troquelados, o incluso con dibujos desplegables tridimensionales porque igual, al mundo intelectual oficialista se les caería el alma a los pies si supieran que eso se había vendido en los años 1970 y 1980 en kioskos para que las abuelas se los compraran a los nietos a precios baratísimos, no en entornos hipsters, gafapastas, de intelectualoides gentrificadores que lo venderían a adultos jóvenes urbanos ricos de pueblos habitantes en el Eixample de la Gran Capital a precios de escándalo por la parte de arriba.