20230712

La melancolía de Emilio Salgari y la política de prestigio de O'Donnell

 Data Estel·lar escaparem Dimecres 20230711

Los personajes de Salgari tiene un optimismo extremo en el corto plazo y una melancolía fatalista en el largo plazo. Aparece una referencia no constatada de aliados españoles: puede ser una referencia a la desastrosa Política Exterior bélica de Prestigio de Leopoldo O'Donnell, ministro de la reina Isabel II, cuyo apellido es de origen católico irlandés (perseguidos en las islas británicas y exiliados de allí desde el siglo XVII) 

El éxito de Emilio Salgari no lo pesco. La parte estrictamente aventurera, de saltar, luchar y escapar contra los malos, los tiburones y los animales de la selva, puede ser un tercio de unos libros repletos de prolijas e interesante descripciones naturales y geográficas, y de situaciones que no se entienden porque los personajes vienen de otro libro o aparecen en la mitad del actual sin saber qué hicieron antes y desaparecen en la última página sin saber qué pasará después. 

Encima, todo está imbuido de una melancolía que puede ser bastante triste, y me refiero a Sandokan pero creo recordar que en El Corsario Negro hay más de lo msmo.

Yáñez entre los británicos.

 

Los personajes son animosos en cuanto al corto plazo: ganarán, sortearán el peligro próximo, confían en sus capacidades, sus hombres son fieles, son compañeros que se defenderán, se pueden meter en las fauces del enemigo para una incursión peregrina durante medio libro sin que sea necesario más que para demostrar que pueden hacerlo.

¿Quién nos va a tirar al agua? es la única duda de Juioko ante el plan de Sandokán, contado a oscuras y atados con gruesas argollas, que Sandokán no tiene problemas para romper, claro. Para salvarse los 2 únicos supervivientes en un barco repleto de enemigos optan por ser arrojados a un mar lleno de tiburoes mientras están muertos temporalmente por una droga... y no pasa nada.


Ahora bien, eso es el AHORA, EL CORTO PLAZO.

En el LARGO PLAZO... el libro Sandokan es el primero de Orbis, pero me temo, sin aclararme del todo, que no fue el primero. Me interesó, pensando que era el primero de la serie de verdad, que los personajes eran de edad avanzada. Hacía mucho que el tigre de Mompracem había perdido su reino y se había tenido que dedicar a una mezcla de piratería con revuelta guerrillera. 

En El Rey del Mar, huyen mientras son torpedeados por las armas cada vez más modernas del Imperio Británico. No hay tierra firme a la que llegar. Todo está perdido.

Sandokan y Mariana en Mompracem. Hunde los praos, llueven las balas de cañón

En esa página me interesa que los personajes se plantean si los británicos se habrán aliado con los españoles o con los holandeses. Los últimos tiene un imperio prácticamente privado desde el siglo XVII y cuyas consecuencias aún se ven en el siglo XXI con La Haya como gran centro financiero y de control de ciertas materias primas orientales. Ahora bien, ¿los españoles se aliarían con los británicos a finales del siglo XIX en medio de sus revueltas cubanas y filipinas? 

Sin embargo, existió una estúpida diplomacia española conocida como Diplomacia de Prestigio o algo así. Tuvo precisamente como ridiculez la de enviar a morir Indochina a españoles (los que mandan están emborrachándose en España con sus mujeres en misa con ropajes de lujo y mantones de Manila). La idea es que se tenga en cuenta a España en el Concierto Europeo de Naciones. Tontos, inútiles, asesinos e invasores...


La Política Exterior de Prestigio va vinculada a Leopoldo O'Donnell y su partido Unión Liberal, a sueldo de la reina Isabel II, la hija de su padre, el malvado y nunca bien insultado Fernando VII de Borbón, el gran traidor a todos, fabricante de subdesarrollo español. Su hija, la pobre niña rica, pues otra inutililla más de tantas que ha habido en puestos de poder en España. Ninguno de ellos y ellas muere de hambre ni en guerras: los demás, sí.

Me cuesta encontrar la información hasta llegar bien entrado el artículo APROXIMACIÓN A LAS RELACIONES INTERNACIONALES DE ESPAÑA (1834-1874) por Juan B. Vilar de la Universidad de Murcia en lo que es, aunque no lo diga el investigador, una estricta supeditación de España al imperio corrupto de Francia (que tendría a lo largo del siglo XIX concesiones ferroviarias, además de un cierto control diplomático en un contexto de ignorancia total de la élite que apenas balbuceaba francés y nada de otros idiomas, según se puede constatar en el inicio de ese mismo artículo): 

La política de prestigio la lleva a cabo básicamente O'Donnell.

En cuanto a la expedición a Cochinchina o Vietnam meridional, el inte-
rés español por los países del Sureste asiático y Extremo Oriente obedecía
exclusivamente a su condición de entorno geográfico de Filipinas, a una
cierta proyección misional sobre los mismos desde Manila y al deseo de
poseer en el continente un puerto propio (similar al portugués de Macao)
para impulsar un comercio por el momento irrelevante y realizado casi
siempre a través de intermediarios. En este contexto hay que situar la expedición al reino de Annam (actual Vietnam), y ulterior campaña de conquista, que tuvo lugar en 1857-1863,
en colaboración con Francia. Sirvió de pretexto a la intervención la per-
secución de los católicos annamitas, y el asesinato de varios misioneros
españoles. Manila fue utilizada como base de operaciones y la campaña
se centró en Cochinchina, extremo meridional del país, donde fueron ocu-
padas Saigón y tres provincias. La ausencia de una previsora negociación
previa por parte de España con sus aliados franceses, el exclusivismo galo
a la hora de concertar la paz (tratado de Saigón, 5 junio 1863), la escasa
voluntad española de permanecer en el país, las seguridades dadas para el
ejercicio del culto cristiano
, y el teórico acceso a la mitad de la indemniza-
ción de guerra (4.000.000 de dólares a pagar en diez anualidades) y a dife-
rentes privilegios comerciales, hizo que se renunciase a favor de Francia a
toda reivindicación territorial
.

De igual manera, supeditados a Napoleón III, España y otros entran en México contra Benito Juárez.

De hecho, si pensaba O'Donnell obtener la provincia de Nam-Dinh en el Tonkín, se queda con una exigua indemnización de unos 20000 dólares que comienzan a cobrarse, supuesta en 1862 y aún en 1885 se están cobrando, por intereses convertidos presuntamente en un millón de dólares. Esas guerras se financian desde España con la Desamortización de Madoz (la privatización de conventos y tierras comunales), así que el robo de patrimonio colectivo se convierte en pagar muerte al otro lado del planeta y encima en no lograr nada para la población ni de Filipinas (la colonia militar española participa en la guerra) ni de España.

Todo eso va vinculado a clase obrera esclavizada (inscrita a la fuerza) en el ejército mientras los ricos pagan para evitar que sus hijos vayan, que las medallas, prebendas, fajas, y grandes sueldos militares se las ponen en Madrid, no en barcos ni trincheras. De ahí a la Semana Trágica de 1909, medio siglo. Cuando se hable de O'Donnell y de Isabel II habrá que hablar con una perspectiva más amplia en tiempo y en impacto social.

En La Mujer del Pirata se ve claramente la mezcla de ambas situaciones: en el corto plazo, Yáñez se hace pasar por un militar británico y se lleva a Mariana La Perla de Labuán. Mompracem cae y parece ser que dos tercios de los afines a Sandokan mueren, nada más llegar ella (no se dice eso tan conocido de que las mujeres traen mala suerte en los barcos asimilable a los fortines). Solamente quedan los barcos. Repito: ya no hay tierra firme. No queda una base desde la que reconquistar el territorio y encima quedan pocos resistentes vivos... puede que haya un giro de guion pero nos dicen en directo que las bombas caen.

Quedan unos tesoros escondidos pero las vidas se han perdido, salvo las de la élite, claro. Yáñez, Sandokan, Mariana, Juioko y los altos militares británicos. Puede que eso no le importe al autor ni a la mitad de los lectores pero que siempre mueran los pobres, la tropa, la carne de cañón, deja en mal lugar la perspectiva de la historia, de esa y de tantas.

Se nutren las conversaciones entre Sandokán y Yáñez de "todo está perdido" de una manera que va más allá de la siguiente hazaña o batalla. 

Portada Sandokan La Mujer del Pirata por Emilio Salgari. Colección Saeta número 51, Susaeta Ediciones SA, Madirid, 1979. Ilustración: J.P. (¿José Pérez?) Montero.
 

La única salvación es el amor de una mujer (rica, de clase alta, de una dinastía reinante o colonizante, y si puede ser con un toque Romeo y Julieta de familias enfrentadas) que no tiene problemas en vivir, puede que ocasionalmente, en el lado aventurero. Eso es interesante porque sucede en ambos personajes, el malayo y el portugués. ¿Qué hacía un portugués allí? Solamente nos suena a que es un trasunto de un italiano, pero además existe la colonia de Goa ente 1510 y 1961. Luego está Macao en China entre 1577 y 1999. El Imperio de Portugal es fascinante por su duración y por cómo asiste a la aparición y desaparición de otros imperios, incluidos los reinantes en la Península de la India y en China, el Imperio Británico que conquista la India para descolonizarla un siglo después, el imperio francés que conquista Indochina para acabar generando la dura Guerra del Vietnam en la que acabará entrando Estados Unidos, o la aparicición y desaparición de Rusia como imperio creciente en lo que llamarán Siberia y luego como Unión Soviética. Jajaja, de hecho Porgual se intentó deshacer de Macao pero España y los capitanes generales de la colonia de Filipinas no querían más líos y se negaban.

Lo cuenta Luis Eugenio TOGORES SÁNCHEZ  en el artículo O´DONNELL Y LA POLÍTICA DE PRESTIGIO DE LA UNIÓN LIBERAL EN LA EUROPA DE SU TIEMPO en Revista de Historia Militar II extraordinario de 2017, pp. 123-158, en la p137:

La pequeña guarnición española en Filipinas, la enormidad de la co-
lonia -más de siete mil islas más los archipiélagos de Marianas, Carolinas y
Palaos- y la escasa tesorería de la Hacienda de Madrid y Manila hizo que,
salvo excepciones, los capitanes generales de Manila fuesen abiertamente
contrarios al inicio de cualquier nueva aventura colonial en el Lejano Orien-
te. Llegaron, incluso, a despreciar la oferta de las autoridades portuguesas
de Macao de entregar la soberanía de la plaza a España, ofrecimiento que
fue rechazado por las autoridades de Manila y Madrid.

 Puede que estemos ante un ejemplo del Romanticismo literario pero entrando en el siglo XX en vez de entrando en el XIX. Personajes en grandes hazañas que los superan pero que se reivindican en logros ocasionales. Los grandes sentimientos, como ese amor entre el chico y la chica supera todos los temporales de la adversidad. Los héroes de la Cultura de Masas del siglo XX seguirán esas pautas.

Pequeños enclaves rodeados de grandes potencias regionales pero enclaves al fin que subsisten contra viento y marea pese a que Portugal tenga a su gente empobrecida y sometida a reyes y dictadores inútiles.