El Balón Catastrófico es una de las historietas de Mortadelo y Filemón con las que más nos hemos reído.
Publicada en 1982, como parte de la trilogía (o hay más de tres) del Mundial 1982, Ibáñez dibuja como nunca, de manera muy suelta, y los gags se suceden sin parar. Funciona, por tanto, hace gracia el vínculo extrañísimo entre unos terroristas árabes, un balón de fútbol y su contenido que convierte a la gente en burros, porque eso de los burros, como lo de los cerdos, es un insulto muy habitual en esas historietas.
Si acaso, hace menos gracia cuando te enteras de que se usa como insulto a burros y cerdos, animales cuyo trabajo incesante y cuyo cuerpo entero en forma de alimento y de todo tipo de productos, han sido claves en el bienestar humano. Cuando ves que el insulto es usar a los que dan su vida como esclavos de los que no se lo merecen los chistes decaen...
Dejando eso aparte, el movimiento incesante del gag cinético encadenado, la leve continuidad que se con los problemas del Super por lograr revertir su problema,... o el cómo afecta el gas a las mujeres, de manera distinta a los hombres, son grandes hallazgos de un Ibáñez en plena forma, fuera porque lo invento, dibujó a lápiz, tinta y guionizó y dialoguizó todo todito él o porque supo obtener un equipo apócrifo adecuado, o porque supo captar las ideas de argumentos y guión para ser correctamente insertadas. De verdad que Ibáñez tendría que contar cómo fueron las génesis de algunas, si no todas, de sus historietas.
A partir de 1985 se pone en marcha el nombre oficial del Bruguera Equip, el grupo de guionistas, dibujantes a lápiz y tinta que realizan aventuras más bien largas de Mortadelo y Filemón, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechos o Sacarino. Son historietas sensiblemente peores que otras realizadas sin ese sello oficial, como las entretenidas de Jordi David Redó. Por ejemplo, es mil veces mejor Sacarino En el País del Petrodólar que cualquiera de Mortadelo y Filemón apócrifas de 1985-1986, como La Secta del Zhum-Bao... asimismo, éstas son mil veces mejores que las que perpetrará Ediciones B-Grupo Zeta a partir de 1987-1988.
Tras 15 lustros de historietas apócrifas, realizadas por Martínez-Osete, por Casanyes y por otros, nos plantamos en 1985-1986 con un "no hemos aprendido nada" por parte de Editorial Bruguera, que se nota que hace aguas no solamente en lo financiero o en lo moral (hurtos de originales a mayor gloria de los directivos) sino en lo artístico y creativo. En vez de sacar lo mejor de dibujantes que habían logrado historietas cortas aceptables y algunas historietas largas divertidas, se opta por el desastre en el desarrollo de guiones, sin nada de lo que nos ofrecía El Balón Catastrófico. Ibáñez había huido de la editorial y no era para menos, aunque él lo hizo por el dinero, claro, y nosotros, que somos más tontos, lo comentamos por la salud del ingenio.
Evidentemente, es como si los dibujantes, en vez de saber dibujar más, sabían dibujar peor en todos los sentidos con viñetas torpes, con personajes que no caben bien en las viñetas (errores de aprendices o de dibujantes esporádicos), con guiones en los que no se sabe lo que sucede, donde se alteran formas de hablar (del usted al tú o a la inversa)... en Ediciones B-Grupo Zeta la cosa irá a peor con el Equipo B como nombre oficial para una subcontrata de Comicup Studio y otros; como los de Comicup ya habían estado en el Bruguera Equip eso significa que aún consiguieron aprender a dibujar peor, a hacer peores historietas, con peor cinética, con peores gags... la palabra "pesadilla" como resumen me viene a la cabeza sin esfuerzo alguno
Así pues, en el Pulgarcito número 23 del mes de mayo de 1986 (ahí, rozando el larguero), se publicaba un episodio de la aventura El Botones Sacarino: Brujerías... dibujada por el Bruguera Equip, aunque no tengamos los nombres concretos de sus guionistas y dibujantes a lápiz, entintadores, etc.
Como es habitual, se utilizan no solamente fórmulas que funcionan con Ibáñez sino que directamente se saquean chistes y gags y se calcan dibujos... de tal manera que tanto el burro (la enfermedad de la "burrez", como le llaman) o el motorista en de p37 de Sacarino: Brujerías del año 1986... son los mismos que en p19 de Mortadelo y Filemón: El Balón Catastrófico del año 1982. Un mínimo de originalidad sí que se les tendría que haber exigido, que digo yo que cobraban... pero saquear una escena, por no decir, un episodio, por no decir, la base de un álbum completo de reciente publicación, fue pasarse.
Composición de 2 páginas de 2 revistas: Pulgarcito 23 mayo 1986 confrontada a SuperMortadelo 132 del año 1982. Editorial Bruguera. |
Encima es que ese motorista es el mismo novio de Ofelia, un novio que nunca más volvió a aparecer pero que el Bruguera Equip que siempre tenía ganas de meter fondo y continuidad perfectamente podría haber tenido el ingenio para recuperarlo como aquel personaje, y ahí hubiera quedado más redondo o menos torcido.
p37v4 y p37v5 equivalen claramente a 19v1 y p19v3 con variaciones mínimas en la expresión del personaje.
Los coloristas de Bruguera, tan vilipendiados por lectores y fans, resulta que aquí mantuvieron el color verde del motorista.
De igual manera que el Presi se convierte en burro (léase última viñeta de p37), había sido el Super el convertido durante El Balón Catastrófico. Supongo que el chiste va por el ataque a la autoridad que suponen los jefes, pero es una copia uno del otro, sin más.
Seguramente, en esta página 37 de Sacarino haya algo más que podamos encontrar en la historieta larga de El Balón Catastrófico pero hemos preferido pararnos únicamente en el episodio concreto del motorista, que además hemos extraído de la revista. Super Mortadelo 132 del año 1982.
Aquí otro montaje pero en una misma página, porque igual parece más evidente... aunque ha salido algo borroso y así se va a quedar:
Aquí otro montaje pero en una misma página, porque igual parece más evidente... aunque ha salido algo borroso y así se va a quedar:
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