Data Estel·lar manumentalital Dissabte 20150502
El anterior mensaje quería ser una introducción de algo más modesto.
Aquella serie de anuncios brugueriles, que queríamos basar en los de revistas setenteras, pero que derivó en todo tipo de anuncios, tiene un apartado propio en la revista El Capitán Trueno de 1986.
Editorial Bruguera vendía libros. Yo sospecho que puso a la venta tantos o más libros que otras editoriales, a precios razonables, con mucho libro de bolsillo de todo tipo, con más de 1500 títulos en la colección Libro Amigo. Luego vino Alianza Editorial que tenía más sentido del espectáculo, y lanzó un libro especial 1500 a mediados de los años 90, que era un codiciable índice de títulos publicados, para luego dinamitar esa experiencia por mil formatos.
Libros de Bruguera siguieron siendo citados más de diez años después de su desaparición en bibliografía de asignaturas y cursos varios. Se seguían viendo en bibliotecas. No es raro encontrarlos en mercadillos o librerías de segunda o quinta mano. E incluso recuerdo un par de ocasiones, en el Mercat de Sant Antoni, algunos tenderetes, hacia 2012, con ¡CIENTOS! de libros impolutos de Editorial Bruguera. ¿De dónde procedían? ¿De algún usuario que lo habiá conservado hasta venderlos? No parecían leídos ni tocados, en su mayoría. Tal vez eran de algún acaparados de esos que obtienen palets desaparecidos, el gran, ocuro y opaco negocio, como tantos, de la reventa y la subasta.
Hay libros que no han sido publicados posteriormente. Hay autores que tampoco. Idéntico que pasa con los tebeos. Es un patrimonio fulminado.
En otros casos, hay muchos autores y libros y títulos que los ha publicado tal o cual editorial pero que fueron publicados ya antes por Editorial Bruguera. Mi sorpresa fue con Thomas Harris, cuyo Dragón Rojo fue publicado por esta editorial, pero que yo recuerdo como si fuera algo muy nuevo, de los años 90, cuando RBA publicaba El Silencio de los Corderos... RBA: la editorial bactriana por excelencia, Ediciones B, la sucesora de Bruguera...
Un apunte: RBA, siglas que no obedecen a ninguna clave oculta, por cuanto son las de los apellidos de sus fundadores (Ricardo Rodrigo, Carmen Balcells y Roberto Altarriba), nació en 1981 [o en 1983, según quien lo escriba: Teresa Ferreiró en Expansión 20090102] como packager, entiéndase, agencia de servicios editoriales.
Rodrigo lo recordaba así en un artículo de Rosa Mora (El País) en 2001: «Los primeros ochenta fueron años de efervescencia para los coleccionables, pero la actividad del fascículo es cíclica y se inició una etapa de reflujo. “Planeta quedó como primer cliente de RBA y coincidieron varias cosas: yo tengo la misma edad exactamente que José Manuel Lara Bosch y, además de la colaboración empresarial que pudiera existir, nos hicimos amigos; cuando se fusionaron Planeta y DeAgostini, en 1985, me pidió que fuera el consejero delegado”. De hecho, se asociaron y RBA trabajó para Planeta cpasi “exclusivamente” aunque siguió como packager. “La primera consecuencia fue que Carmen Balcells dejó RBA. Siempre enormemente celosa de su independencia y pese a la amistad que nos unía, no podía mantener una relación tan estrecha con Planeta. Planteamos la separación y fue muy amistosa”.
»Esta “relación tan estrecha”, planteada al principio como temporal, duró cinco años, y la vinculación a Planeta, hasta 1997. Curiosamente, durante este tiempo, además de socios, RBA y Planeta-DeAgostini compitieron en coleccionables.»
Roberto Altarriba fue directivo de Bruguera. Cuando murió Alejandro Magno se hizo con uno de las editoriales grecobactrianas.
Ricardo Rodrigo, exguerrillero y ultracapitalista a la usanza habitual con escándalos de fraude a Hacienda en 2011 incluidos, fue corrector en Editorial Bruguera desde 1971. Fue el que lanzó a lo grande la colección Libro Amigo de Editorial Bruguera. Entiendo que fue el que quiso vehicular la editorial más hacia el libro y menos hacia lo que más dinero daba, los tebeos. Esos cambios y desequilibros uno sospecha que también influyeron en cómo la editorial se tambaleó, aunque influyera también el desinterés de la tercera generación (típico en empresas familiares grandes y muchas pymes) y, sobretodo la parte financiera fuera fundamental: créditos en dólares para inversiones mexicanas, cuando el peso mexicano se hunde frente al dólar a partir de 1980, en la llamada Crisis de la Deuda Mexicana, que arrastra a todos los países latinoamericanos en la Década Perdida de los años 80, que ya es mala suerte, oiga, que es como una penúltima viñeta de una historieta de una página.
Por cierto, RBA compró Editorial Molino en 2004, histórica editorial de novela popular y literatura infantil y juvenil: es hora de que le pidamos por qué no utiliza su fondo editorial. Si no es rentable, que lo libere por esos internetes.
El caso es que, si bien los anuncios de Bruguera eran tremendamente atractivos, en 1986, pasan a ser más directos. Puede que fuese la moda. Puede que fuese la crisis de la empresa que exigiera ir más al grano. Puede que fuera el señalar que venden libros: estos libros punto.
Sendos anuncios de las revista El Capitán Trueno nº5 p42 abril86 (izquierda), y El Capitán Trueno número 8 p4 (derecha) abril86 Bruguera |
Estos anuncios son dos tiras verticales en la página de la izquierda, junto a la presentación o resumen de la historieta que comienza en la página de la derecha del lector.
Se suele considerar que las páginas de la derecha son más caras porque son las que el lector mira antes en diarios o revistas. Sin embargo, en este caso, tiene un cierto sentido: si de lo que se trata es de presentar la historieta y que se lea, el resumen tiene que estar en la página anterior par (la de la izquierda) para que el lector comprenda mejor lo que sigue.
Véase la variedad de libros:
- la serie Novela Negra de la colección Libro Amigo: en el lomo suelen llevar dos numeraciones, entiendo que una para la serie y otra para el número total dentro de la colección; un lío de esos que montaban las editoriales populares desde principios del siglo XX.
- Narradores de Hoy, uno de los cuales es un libro sobre literatura y no una narración: son ensayos de Alfonso Reyes, poeta mexicano. Es una muestra de lo que hablamos: ha sido publicado por Fundación Banco Santander, en 2009, y no por una, ejem, "editorial de libros".
Los anuncios son claros: con bastantes colores, dos azules, los libros con sus tapas a color, pero se ve como vacío: que se vea el libro sin aderezos y un slogan directo: "Los mejores autores. Las mejores traducciones"
El otro anuncio también es como sencillo y directo: los libros con sus colores. Ya sabes que libro negro con borde naranja es novela negra. Son legibles los nombres de autores y los títulos. La parte superior indica el nombre de la colección -Libro Amigo- y otro slogan claro, pero no vinculado necesariamente a la Novela Negra, sino a todo lo publicado por Bruguera: "Un gran fondo editorial de clásicos universales".
Si Bruguera hubiera durado más años, uno no duda que estos anuncios verticales estarían troquelados para ser separados como si fueran puntos de libros. Insertar puntos de libros seí hizo en contadas ocasiones: Colección 100% Marvel de Panini (años ceronta), o Colección El Duende Verde (finales años 80) de Editorial Anaya.
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