20240116

Agapito Silbatez por Raf

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Agapito Silbátez Entendido de Fútbol por Raf

 

¿Cuántas historietas de fútbol hay? Pues no tantas, para la lata que da el deporte rey y sus aledaños. 

¿Y cuántas hay de árbitros? Creo yo que proporcionante bastantes. Escobar, hacia 1986, nos enseña que la profesión de árbitro de fútbol es la que ejerce el padre de Terry y Moto, luego conocidos como su propia serie Terre&Moto por un... lean historietas, caramba... 

Raf, el prolifico, se sacó de la manga una serie que no creo que tuviera muchas entregas, lo que es una lástima: Agapito Silbatez, cuya historieta titulada Entendido en fútbol, es la que hemos encontrado en ese Super Tio Vivo número 130 de julio de 1983 que Julio Fernández, director de es revista de Editorial Bruguera, rellenó con varias páginas futboleras, no sé si restos de lo que querían haber puesto en el año 1982 del Naranjito (encantador personaje, él y su familia de personajes) y del Mundial de Futbol de España'82.

La historieta tiene que ser un refrito porque tiene 5 franjas en una época en la que casi todos, y Raf, por supuesto, ya se habían pasado a las 4 franjas o incluso alguno intentaba las 3, en una quema de etapas muy rápida. 

Si tardaron 10 años, por un poner, sacudirse las 6 franjas, con algunos casos de 7, y con entre 14 y 25 viñetas, las 5 franjas durarían otros 15 años bien buenos. Solamente a partir de 1981, salvo en las historietas de estilo serio y realista que tenían bula papal, empiezan a permitirse, porque tuvo que ser una decisión editorial, las 4 franjas, de tal manera que incluso se remontan historietas de 5 o 6 franjas de Toby, Carpanta, y otros personajes, de los años 1960, en dos páginas a razón de 4 franjas de viñetas con unas 8 viñetas por página.. Bruguera y quienes por allí mandaban estaban en efervescencia de cambios sin parar durante los años 1980. 

Cuando comparas con la pasividad de Ediciones B-Grupo Zeta o la laca que mantiene a las revistas de TBO y de EdiVal o el esquema rígido de Comics Forum entre 1983 y 1993, solamente sacudido desde entonces por las necesidades de parecerse siempre al máximo al formato también rigidillo de Marvel Comics USA, pues entonces uno ve que, sí, que Editorial Bruguera se mueve bastante, por necesidad, por inquietud por lo que sea. Los esquemas de Ivrea, del manga en general o Panini Comics o de tal y cual no me parecen más móviles, sin contar con que encima Bruguera publicaba autores españoles como gran cantera y materia prima básica para los lectores y lectoras, algo totalmente olvidado.

Falta el numerito, así que entendemos lo dicho: es un refrito.

Yo casi diría que el personaje es una autocaricatura de Raf, aunque bien es cierto que el personaje con bigotito ha estado de moda en medio mundo, en Europa y en España y Catalunya durante el siglo XX.

La historieta es durilla: los árbitros de los chistes y tebeos siempre salen huyendo. La idea se repite tanto que imagino que hay mucho de verdad en eso. 

En este caso, el árbitro decide cambiar de profesión por la de administrativo de un banco, de la época en que, para trabajar en esas empresas, valía con saber leer, escribir y las cuatro cuentas, y parece ser que buena letra. Luego fueron añadiendo cosas pero los que más tenían, apenas podían competir en entrar con los que habían entrado décadas antes, bien cobrados y encima bien pagados de sí mismos (efectivamente, es un juego de palabras). Bueno, que tuvieras estudios pero tampoco eran necesario demasiados. Luego ya una FP acabada, o un COU a medias, un BUP dejado a la mitad para pasar a la carrera universitaria casi acabada, acabada cualquiera, económicas o empresariales y ya, en menos de 5 años, un master, un postgrado, para pasar en 2 años a nada, de nada. Ahora me consta que, tras despedir a todo el mundo, han contratado sin pagar casi nada a unos cuantos analfabetos que no saben ni contar el dinero y cuya función principal, que comenzó con gente bien cobrada del año 2005, en chillar: "ahí está el cajero". Nadie ha usado la función real del cajero automático ni de ordenador, que es tirárselo a los dientes de los que allí trabajan, y a ver si les rebota a los dueños y a los legisladores.

"Oh, han vuelto a cambiar la web del banco y sigue siendo una birria": ¡pues qué os esperabais!

El caso es que existe algo llamado COSTE DE OPORTUNIDAD, que lo cuentan en las asignaturas de Economía Política alias de Iniciación a al Economía o de Economía I o de Introducción a la Economía o de Microeconomía o de Fundamentos de la Economía... otra cosa es que haya algún profe de Económicas capaz de hacerse explicar. Es dudoso. En la Facultad de la UAB tiende a cero. 

Alguien, se supone que todos pero, en fin, no seamos tan crédulos, tiene una habilidad para algo: el resultado de su esfuerzo en esa habilidad es mucho mejor que el de aplicar sus esfuerzos en otra. 

En realidad, el sistema capitalista y el comunista y, en general, la Economía, están pensados para incumplir ese coste de oportunidad, es decir, para generar ineficiencias y malestar y asignar mal los recursos humanos: para ponerte a trabajar en algo en lo que no te gusta y no eres hábil y para no poder aplicar nunca de manera que sirva para optimizar recursos, beneficios y costes aquellas habilidades que sí sabes usar, a veces porque te las tienen que desvelar y no las conoces ("desconozco mi fuerza") y otras porque no interesa que ejerzas tu potencial, no sea que se altere el equilibro de poder a nivel micro o macro: que no molestes, microbio.

El árbitro sabe mucho de fútbo y es su punto fuerte pero ¿sabe tanto de tareas administrativas? Ese coste de oportunidad es solucionado por el empresario como que saber mucho o bastante de fútbol es malo para la empresa y no quiere a nadie... cuidado, porque las preguntas que hace el empresario banquero indican que él también conoce los asuntos del fútbol, por lo que llegamos al párrafo anterior: él sí que puede conocer ese apasionante (ejem, grunt) tema pero el subordinado no: porque bajaría la productividad. 

No se engañen: lo mismo hubiera pasado si Agapito Silbátez fuera Agapito Forecaddie y fuera experto en golf, como la mesa del consejo de administración, se le hubiera despachado igualmente a la calle por insurrección laboral.