20200112

Tragacanto dibujado por su peor enemigo

Data Estel·lar entrevinyetes Diumenge 20190112

A la espera de que Bruguera-Penguin impulse una colección de superhumores-integrales en orden cronológico con biografías, explicaciones y páginas originales además de entrevistas a sus autores (entrevistas antiguas, actuales o a familiares), aquí, en la Maginoteca, seguimos tomándonos la editorial por nuestra mano: ¿quién dibujó a Tragacanto tan requetemal en esta viñeta? 

¿Por qué cambia incluso el color? De negro pasa a azul claro la vestimenta.

El título es: "Tragacanto dibujado por su peor enemigo" pero podría ser Jan: ese entintado, esos ojos, las rayas de las cejas y de los pliegues entre los párpados y las cejas. 

En todo caso, NO pega ni con el resto de tira o viñetas contiguas ni con el resto de la página ni con el resto de dibujos de Schmidt.

Os vaticino un porvenir muy oscuro cuando yo le veo un presenta claro, azul claro.

¿Estamos ante una de esas "etapas" de imposible escrutamiento por las que pasa Martz-Schmidt? Creo que no. Parece más bien un dibujo apócrifo en lápiz y en tinta, si no era el cartagenero o cartaginés el entintador de sus páginas. Lo digo porque cada vez hay más datos pero sin nombres propios que nos dicen que no solamente a Ibáñez lo entintaban, sino que Escobar, Segura y, por supuestísiemo el  "y equipo" para Raf , para el cual sí sabemos algo más

¿Qué pasó para realizar ese inserto? 

Esas historietas son remontajes que se ponen en la revista Pulgarcito, de tamaño de bolsillo de los años 1981-1985. 

El origen es una página de tamaño vertical tipo A4 (en realidad, más pequeño pero para entendernos). 

Lo único que se me ocurre es que les faltara ese espacio al remontar la página y le pidieran a alguien que pasaba por allí, como podría ser Jan, quien era el dibujante principal de la revista Pulgarcito, por no decir, casi el único entre lo refrito y lo extranjero. 

Pero igualmente: ¿ni directora de la revista ni editor ni redactor en jefe se dieron cuenta de ese pegote?

Aún más: la única hipótesis que contemplo es ridícula porque ¿les sobró un espacio en blanco que hubo que rellenar? Pero si eran especialistas en ampliar viñetas: la mesa del profesor y un trozo de pizarra y el bocadillo atribuido al Tragacanto azul dirigido desde esa zona con fondo de relleno hacia el correcto Tragacanto negro.

O podrían haber puesto un recuadro de texto: "y los alumnos replicaron..." Con esas palabras ya se ocupa todo el espacio pero se puede hacer una frase más larga.

Estamos ante un expediente-x, un misterio sin resolver, un caso extraño que no suelo encontrar en las historietas de Bruguera.

Es un caso semejante pero no igual al de los dibujos-pegote que se ponen en la viñeta inicial de una historieta que sigue a otra, y que hemos podido ver en montones de Mortadelo y Filemón Agencia de Información, y en Las Hermanas Gilda. En revistas y en Colección Olé, puesto que esta última, aunque solamente publicara las historietas de los dos detectives, lo hacía con las páginas remontadas, modernizadas y con esas uniones de historietas cortas previamente insertadas en revistas de la editorial. En esos casos, la primera viñeta nueva sustituye al espacio con el título de la serie, eliminado porque ya existía en la primera viñeta de la primera página de la entrega de esa revista. Es un rótulo mecanizado, una especie de marca, sin título para la historieta concreta, salvo en la Colección Olé, en que se elimina el título generalista "Mortadelo y Filemón Agencia de Información" para poner "Una idea de Mortadelo" que igual corresponde a la primera historieta, pero puede ser la segunda. Como lector, uno se cree que la siguiente página es también de la idea de Mortadelo aunque hable sobre un resfriado de Filemón.

Y ahí podemos ver un Mortadelo o una Hermenegilda que son un pegote y con un texto superior que indica "al día siguiente" o "pero el castigo no podía durar" (caso de Zipi y Zape) o "al cabo de un tiempo y ya olvidado el sofocón". 

Leído rapidillo y con el bitono (blanco, negro y otro color que podía ser rojo, azul o verde) puede que pase desapercibido ese tipo de dibujo pero, cuando lo ves, no ves otra cosa: personajes que no se parecen, realizados ¿por los rotulistas? Lo curioso es que la redacción de Bruguera tenía dibujantes a mogollón... más aún, tenían recortes de los personajes que podrían haber utilizado, y existe el calco, e incluso la máquina calcadora que los estudios de dibujantes apócrifos usaban. Así que había mil sistemas industrialmente más efectivos, eficaces, eficientes y artísticamente de mejores resultados. 

Sabéis que hablo poco de otras editoriales: o las desconozco o tengo poco material. Pero es que, en Editora Valenciana, por ejemplo, no hay recopilatorios, o no los conozco o no fueron famosos, así que no hay equivalentes a Colección Olé, y tampoco hay refritos con historietas remontadas. O, de haberlos, en en los últimos estertores, lo que se denomina "trabajaban para el mercado del saldo" casi en exclusiva, como escribe un estudioso en un gran libro, el libro de Pedro Porcel Historia del Tebeo Valenciano, interesante a la par que cuidadosamente maquetado con ilustraciones por doquier. Así que ese problema no parece existir o no se nota tanto, pese a que su volumen en cuanto a numeración de sus revistas básicas sea amplio, de más de 2000 números de sus semanarios Pumby o Jaimito

Si hay viñetas raras en los remontajes verticales y coloreados de Roberto Alcázar y Pedrín o de El Aguilucho o de El Guerrero del Antifaz, Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz o Colosos del Comic, será porque he leído pocos... pero no los noto. O igual tenían más cuidado al remontar, ampliar, recortar viñetas y retocar o acabar dibujos.

No son cosas verdaderamente sangrantes: son más bien curiosidades. Los tebeos son legibles.