Aunque había un montón de revistas, tras la crisis y quiebra de Editorial Bruguera hacia 1982, se realiza una reorganización y reducción de las mismas. Con todo, vuelven a resurgir por alguna razón. Se dice que las organizaciones intentan su autosubsistencia contra viento y marea y lo mismo sucede con las revistas.
Sin embargo, se acentúa el vender muchas revistas con apenas una serie nueva (lo demás, refritos o importaciones) y además se incide en promocionar una revista: Mortadelo.
Algún ejemplo:
Rompetechos 44, abril 1985 Siendo un sinsentido su existencia y numeración (lo cual es muy divertido y por eso nos encanta), esta cabecera anuncia de manera pobre la revista de mayor tirada de la editorial. Nótese la pobreza con respecto a los anuncios setenteros. En este caso, un par de dibujos copipegados de vaya a saber dónde.
Las contraportadas de las revistas solían contener una especie de tira, chiste o anuncio usando una imagen de alguna historieta o personaje de la misma cabecera. Supongo que servía para que el código de barras no molestara ni tapara dibujos completos. Estas faldillas de las contraportadas corresponden a Pepe Gotera y Otilio 2 febrero 1985, Rompetechos 42 febrero 1985, Rompetechos 43 marzo 1985, Rompetechos 44 abril 1985. Obj:vender rev M, no las otras. Monoproducción como muestra más de época crisis Bruguera.
Si en las dos primeras se pide al lector que compre el siguiente número, cosa lógica, en cambio en las dos últimas, avanzado el año 1985 y la crisis final con cierre próximo, se opta por anunciar la revista Mortadelo, no la propia. Es como si se apostara todo por una carta, en sí misma ya devaluada por el mismo problema que el resto de revistas: refritos y cada vez menos historietas nuevas, con los personajes principales a punto de caer en manos del Bruguera Equip, cuyas historietas conforme llegue 1986 ocuparan más páginas por revista (cosa que ya sucede en Rompetechos) luchando contra la variedad típica de las publicaciones periódicas de grapa hasta entonces.
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