Pasamos a ver algunos concursos publicados en páginas de revistas Bruguera. Son las más accesibles para mí, así que es lógico que trate este tema iterativamente.
Del Zipi y Zape, 30, sale este concurso con una mini-historieta de Vázquez. Tal vez media página de una historieta de Cebolleta.
La historieta secreta es una curiosa idea que permite colocar historietas viejas en revistas nuevas. Fíjense en los bocadillos rotulados a mano. ¿Puede ser una variación o un juego que hicieran los técnicos de la editorial al recortar y manipular sus originales para tipificarlos en el estilo de rotulación mecánica y con las viñetas con tamaños y estilos como se deseaban a partir de los años 70 o finales de los 60? Habría sido un juego convertido en sección durante una temporada.
Si quieren, jueguen, pero les advierto que no es tan fácil como parece.
La revista Don Miki, de Montena (Mondadori+Luca de Tena), también propuso ocasionalmente algún juego parecido en sus primeros números. Y tampoco era fácil.
Además tenemos un anuncio (la imagen no es mejor porque la foto es de un retapado que se rasgaría de abrirlo más). de una colección mensual titulada Clásicos Familiares. ¿Historietas o cuentos? ¿Alguien ha visto alguno? La portada podía ser de Sanchis, aunque el chico se parece un poco a Kala-Bacín de Damasco, el personaje de Carrillo. ¿Unas Joyas Literarias pero en plan cuentos?
En la página siguiente, la imagen icónica de Don Quijote y Sancho Panza de Estudios Cruz-Delgado y Romagosa. Se trata de unos fascículos, ignoro si en formato cuento con dibujos o en formato historieta, con la segunda tanda de las aventuras de los personajes, pues así se emitieron, separadas, en TVE. La moneda le da un aspecto imponente (como solía suceder con otros productos del Quijote). Se merece una reedición (uno, que va probando a ver si en algo le hacen caso). Otra prueba de que, si Bruguera no lo hizo todo, es difícil distinguir lo que no hizo.
De Zipi y Zape 458 19810420. Durante muchas semanas del año 1981, la revista Zipi y Zape mantiene la tensión de algunos de sus lectores (al menos la de alguno que conocemos bien) con el concurso ¡Atrapa el gazapillo! Pero si el gazapillo es ese conejo, ya tenemos su nombre: Gazapillo. Y no corre, así que no hay que atraparlo porque está ahí quieto. ¿Qué es un "gazapillo" si no su nombre propio? No lo busquen en un diccionario porque tienen la mala costumbre de excluir vocablos acabados en -illo, -illa, y otros diminutivos. Un gazapo, por fin lo supimos, es un conejo. Además, en el ámbito periodístico, es un error. Los programas de radio aún dedican ocasionalmente un espacio para pifias o gazapos de sus colaboradores, presentadores estrella o de noticias de la prensa escrita. Es lo que le suele acercar a según quién a las cadenas de radio fachilongas (¿tampoco se puede decir eso? ¡... delicaícos!). Son unas adivinanzas que se convierten en un crucigrama, de donde salen una letras con las cuales sale el nombre de un personaje al cual se le debería haber dado algún papel posterior. El dibuante tanto de la bicicleta bicicross como de los libros o del conejo es el tristemente famoso A.Nónimo.
En Rompetechos 43, marzo 1985, tenemos una imagen muy adecuada para estas épocas tan señaladas de entre octubre y noviembre: la castañera y las castañeras. De haber sido realizado por Ibáñez, pese a la firma que así lo indica -ejem- se adelanta a El Nuevo Cate en unos diez años.
Además, hay imagen de la mascota del Un, Dos, Tres, concurso de TVE que daban los viernes por la noche y que duraba mucho y paraba en seco al país. El Chollo es este pimiento pero tenía un enemigo en forma de pimiento verde, el Antichollo. Hay tanto de publicidad como de caricatura en la imagen. No se sabe por qué el otro Ibáñez (Narciso I. Serrador, creador del formato televisivo) se negó a recuperar a la calabaza Ruperta. Sólo lo hizo en la ediciones de los años 90, más nostálgicas. De la simpática Botilde, nada. El público ansiaba por la Ruperta aunque no supieran su nombre. Por cierto, no es que la última edición -¡no, hija, no!- estuviera desfasada sino que era birriosa, con guiones sonrojantes que tomaban lo peorcitode las etapas anteriores, en un esfuerzo telebasurero digno de mención, aunque a Luis Rodera (Luis Larrodera) le fue bien.
Sobre las páginas de Escobar e Ibáñez vinculadas al concurso, se ha escrito bastante.
Tal vez un poco más desapercibido sea el concurso Tulicrem, donde se regalaban vídeos, que es un aparato que es, pues... el antecesor del DVD, del blu-ray, del emule, del ares, de eso de ver 45 minutos de una serie, de los negros de los topmanta, del yútú, ... en fin, de toda nuestra civilización tal y como la conocemos.
En el Zipi y Zape 630, de hacia junio1985, tenemos la historieta-anuncio-concurso con Mortadelo y Filemón y Ofelia, en un papel de tragaldabas que tuvo durante un par de décadas. El dibujo puede ser de Casanyes, tal vez su entrada en el mundo publicitario que luego le sacaría de penas con los encargos de Quicky. Se tenían que recortar las tapas de la mantequilla y pegarlas sobre un poster que ejerce álbum. Supongo que no era necesario pegamento. Más bien, agua oxigenada o mercromina (el curalotodo ochentero) porque entre las tijeras y el plástico cortante de las tapas, más de una piel de dedos se rajaría.
En el Zipi y Zape 635, que ya tiene fecha porque es tras el veranovacacionero: 19850916, tenemos media página del mismo contenido. La verdad es que dan ganas de hincharse a comer de eso, sea lo que sea. En v3, el típico señor con bigote familiar de tantos en estas páginas.
En la mitad superior, un refrito realizado por Ayné con su Cacharrilandia con el numerito 20242. Evidentemente, cualquier empresario publicitario hubiera creado giocchipreziosi con estos personajes, cafeteritas de la suerte coleccionables o llaveros. Será en otra ocasión en otro país. Esta serie también se titula a veces: Cafetera y Biberón.
¿Y cuál portada es más rara? ¿La del número 630 o la del 635? ¿Cuál es menos de Escobar? ¿la del Don Pantuflo nipón? ¿la de las letras estilo Tintín como la inacabable aventura interior resto de lo no publicado tras el cierre en 1981 de la revista Tintín, mediante tratos con Editorial Juventud? Tintín en América va tras en el Congo, que inesperadamente no cautiva al público en 1981. 
La gracia es que el gato salía en colores distintos cada vez:
Bruguera había dejado de ser el Gato Negro.
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