Me regaló un libro sobre Sevilla... y recientemente, del mismo autor... otro día, si acaso, se comenta, vi uno sobre Reinos Olvidados de España.
El libro mola, aunque es por momentos tendencioso hacia la derecha y más allá.
Ahí descubro la existencia de un Reino de Canarias... peroperopero ¡si nunca sale en ninguna asignatura de Historia! Pues sí: llegaron desde las inmediaciones de Sevilla, tomaron un par de lugares y le dieron categoría de reino. Acabaron conquistando el resto de las islas, con mentiras, traiciones, robos y salvajadas varias, y su corona pasaba legalmente a los herederos sucesivos de familias corruptas de la nobleza sevillana y andaluza (léanse las revistas de la víscera), recién llegados y enchufados por los descendientes del infecto Fernando III de Castilla, uno de esos genocidas de los que tan orgullosos hemos de sentirnos. Hasta que llega Fernando de Aragón e Isabel de Castilla y deciden acabar con tanta pamplina, y hacen una fusión por absorción de los derechos dinásticos. Fernando el Católico o Fernando de Trastámara o Fernando II de Aragón, conde de Barcelona, rey de Aragón, Valencia, Mallorques, Sicilia y qué se yo, el Príncipe de Maquiavelo, se queda con las Canarias... y esto entronca con la idea del Colón catalán y su sustrato de que habría colonias o algo así catalanas en Canarias en el siglo XIV o XV, punto de partida de un hipotético imperio catalanoaragonés americano. Polémico y todo eso... ¿y qué?
José Juan Hernández, en Construyendo el Día de Canarias, explica que es el 30 de mayo, y que se conmemora de manera institucionalmente vacía una especia de carnaval ("disfrazarse de canario"). En realidad lo que sucedió fue la claudicación entre Tenesor Semidánm, con el nombre católico Fernando Guanarteme y Ferran d'Aragó. Guanarteme=Rey. Pudo haber sido otro miembro de la aristocracia... lo que el anteriormente citado bloguero sugiera es que pudo ser la élite aristocrática canaria junto a la castellana/peninsular/andaluza la que pactó para repartirse los despojos, latifundios, tierras, minas o lo que fuera, para impedir que las capas inferiores les molestaran. Los peninsulares ya tenían armas de fuego, que es algo que ha ayudado a mucha gente a entrar en razón desde entonces.
Supongo que me fijado más en esa información por el hecho de haber descubierto meses antes la existencia de ese reino de Canarias que suplantó a los reinos canarios autóctonos.
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