20220108

Superlopez, Insectos, Plantas y Tanques

 Data Estel·lar escarolitrópica Dissabte 20220108

El día 7 de enero es el "día de jugar" y por eso no se va al cole. Es lo que siempre hemos dicho. Lo que pasa es que casi todos recibían sus regalos vía Papa Noel (24 o puede que 25 de diciembre, un poco a elegir). Y ahora, con ciber-adquisiciones continuas y con el tío, el amigo invisible y tutti quanti... queda todo más deshilachado. 

Esta vez sí que fue Papa Noel el que me trajo el Super Humor Superlópez número 22 del cual paso a contaros alguna cosa. La principal: es de Jan y hay que leerlo. Otra cosa es que lo encontréis, porque la producción es escasa y la distribución es mala. 

Y el que haga una sola reseña o análisis "de la academia" (de los que cobran) y no sea capaz de meter estas historietas en los estudios sociológicos, politológicos, económicos, de comunicación y semiótica y demás es que no se merece estar cobrando de las universidades. Yo no pude hacerlo... no soy del Régimen.

 Primero díjose: 

Pues sí que suena al retorno de Pulgarcito desde Londres... y a la Hormiga Poeta pero me temo que sin ella.

Vamos a sospechar argumentos:

1.-plantas genéticamente modificadas utilizadas en huertos urbanos de los que los hipsters-gafapastas-chulialternativos pusieron de moda hace años tras décadas de menospreciar los huertos de jubilados con vallas de somieres.

Escariano modifica semillas.

2: En paralelo, hay o habría un interés por el autocultivo, la permacultura, los huertos biológicos... ecología, autoconsumo, etc.

Lo que no habrá será una reflexión del tipo: intentando conseguir 2 te cuelan 1 y no te enteras hasta que no es tarde.  ¿?
Luego añadióse:


Osea, huertos genéticamente modificados que igual tienen relación con la gentrificación a base de expulsar por amenazas/plantas malvadas a los habitantes ¿Podría ser?
Lo que le gusta a Jan dibujar cloacas.
E insectos grandes.

Pues no ibas mal encaminado, salvo que no conocemos a los cultivadores. No sabemos si son esos hipsters de los huertos de balcón, ni si son los jubilados de origen campestre ni si son los alternativos que intentaron evitar que las ciudades fueran pasto del neoliberalismo tras el estallido de la burbuja en el 2008.

Pero sí son plantas malas para expulsar a los vecinos. De todos modos, los vecinos no tienen ninguna aparición reseñable salvo una huida que recuerda a a la del bloque de López para evitar a los fantasmas en La Caja de Pandora.

Efectivamente, cloacas: a Jan le gusta dibujarlas y aprendemos una de las causas por las que el inquietante profesor Escariano Avieso las prefiere como habitáculo.

Lo que no veo nada claro es la aparición de los niños. Podrían ser un poco "hermanos de Pulgarcito" que siempre se pierden pero en formato moderno. No tienen nombre casi ninguno y no tienen nada distintivo. Son niños perdidos. Podrían ser adolescentes, porque algunos llevan los pelos pintados, aunque ya sabemos que padres tontos los hay en todas las etapas de la infancia. Me quiere sonar a "flautista de Hamelin" pero no está desarrollado.

La aparición de Sintacha es casi ocasional. Bueno lo de los canalones. Por cierto, está escrito "canAlones" en la historieta, y en años en los que arrecia  esa polémica que estrangula el idioma continuamente y que obliga a decir "canElones", sin pemitir que el hablante se haga suyo el idioma.

El gran malo se salva. Pero no se enfatiza en ello. De los tres de abajo, Superlópez tiene que convencer a un cuerpo policial desinteresado por la justicia de que tiene que pescar a los otros dos. En alguna historieta anterior, también el Inspector Hólmez se ha desentendido "por falta de pruebas". Más allá de que los malos estén libres para aparecer en nuevas aventuras, el mensaje es pesimista. ¿De qué sirve que Superlópez haga su trabajo si la policía no quiere o si sabe que los jueces y las leyes dejaran libres tan rápido a los delincuentes que no vale la pena ponerse a detener a nadie?

Interesante: Superlópez viaja a Nueva York. Me recuerda al viaje a Miami pero sin avión. Eso fue en 1985, en La Gran Superproducción. El "roce" de la velocidad lo tuesta. Hasta ahí tenemos un chiste histórico ("el quemazón de la rentrée" en la atmósfera de La Caja de Pandora de 1983 pero es que eso lo convierte en "negro" y un policía le dispara porque él tiene el índice levantado para hacerle una pregunta del estilo: "perdone, señor policía, ¿me puede indicar dónde está la calle...?" Así que el chiste histórico, running-gag de largo plazo en la historieta de Superlópez, y con base científica, y que se puede considerar cómico, se convierte en un rasgo de humor con crítica social.

Nota: los policías son blancos en Estados Unidos. En Andorra y en Parchelona, sin embargo, salen varios negros o "muy morenos". ¿Alguien sabe la causa?

Si seguimos con la etnografía: han desaparecido los inmigrantes. No hay marroquíes. Apenas salen negros. Nunca ha habido bolivianos. No hay apenas chinos en las calles por las que se mueve Superlòpez


Sí aparecen patinetes y otros objetos de movilidad personal (Los Influyentes Influencers).

Esta pregunta ya me la he realizado hace años: ¿Jan se siente más identificado con Superlópez o con Escariano? Escariano, parece casi poder actuar a favor de los buenos en una primera instancia de la aventura de los Huertos Vivientes (todos los son porque tienen plantas). Aunque luego aparece Superlópez para ponerle las peras a cuarto, Escariano demuestra sin parar, y sin tener interés en demostrar que es el mejor, que él sabe esto, lo otro y lo de más allá: insectos y plantas siempre han estado allí pero de diferente tamaño, dice. Su guarida es un buen refugio, añade. Etcétera. No es tonto. Para mí, es el personaje más interesante, dado que el Inspector Hólmez quedó aplastado después de Los Cabecicubos y nunca remontó.

Carasucia, cuando sale, tiene su interés.


Pero Escariano lo supera como personaje. Además, pese a su despiste y su egoísmo, habla de tú a tú con Superlópez. Por si el lector no se había dado cuenta, lo de los insectos gigantes es como lo de El Castillo de Arena... en 1993, así que él dice lo de Rud Báalak en la primera vez que fuimos a Djebana. "Ah,qué jóvenes éramos" es una frase que me hace recordar lo que el Gran Tchupón piensa de Superlópez en Viento en los Dedos: "ahora peina canas", así que igual tiene menos reflejos. Al contrario, en Viento en los Dedos y otras aventuras, Superlópez está más en forma que nunca. Tiene una experiencia suprema en esquivar a Luisa y a Jaime, en salvarlos, en decir que él está en otro lado, que no es Superlópez, en infiltrarse en un grupo peligroso, en evitar que lo atrapen, en encontrar entradas secretas, en utilizar sus superpoderes u otros trucos no superpoderosos para huir, para destrozar, negociar o conseguir confesiones. De todos modos, él ya peinaba canas en Las Montañas Voladoras allá por el 2004.

El malo de a pie de calle, Raomundi Cañón, da un poco de pena. Da la sensación de que es un trabajo que le ha tocado, como el trabajo que tuvo López cuando lo despidieron, no sé si en Hipotecarión, una aventura que lógicamente se parece bastante a esta en lo básico: gente que se queda sin vivienda por los "fallos del mercado" (si queremos ser científicos economistas), por una relación de fuerzas desigual (si queremos ser científicos sociales) o por la mala fe de los gobernantes y de unos grandes empresarios que campan a su anchas (si queremos ver lo que hay).

A mí esta historieta también me recuerda a Los Pitufos y el Ketekasko: el inventordel Gran Pitufo que genera plantas monstruosas y amenazantes y luego un ave predadora monstruosa. 


Pero, sobretodo, me recuerda al regreso del Reino Unido del Señor Ogro, su hija Trini, Pulgarcito y su gato Medianoche en una historieta publicada en la revista Pulgarcito en 1982 cuyo título fue "Un Regreso Precipitado". Allí también aparecen tanques e insectos gigantes frágiles por su gigantismo pero no tenemos la solución que ofrece Escariano Avieso. Tanques e insectos: como en El Sulfato Atómico.
Ignoro el origen de esa idea de ejército e insectos gigantes. 


A lo que más me recuerda es a una peli inglesa, Quattermass and the Pit, de 1967, por mejor título el traducido como ¿Qué sucedió entonces?, con un aspecto como de serie o mini-serial. Antiguos insectos gigantes prehisóricos de origen extraterrestre... ¿qué dirían los teóricos de los alienígenas ancestrales? Dirían que sí, claro. Lo que pasa es que no invaden la ciudad ni nada de eso. Están como congelados. Película interesante, inquietantes y sin un protagonista individual claro, lo que la convierte en uno de los escasos ejemplos de protagonismo colectivo social en un Reino Unido en el cual la maquinaría pública del Estado del Bienestar funcionaba con varias instituciones de poder parcial y no omnímodo que no precisan de un hiper-liderazgo ni ningún líder mesiánico ni carismático. Es Sherlock Holmes y su racionalismo llevado a una inteligencia colectiva legal-racional.

Como viene pasando, encima aumentado porque Jan ya no es capaz (o se lo prohibieron los no-editores de Ediciones B-Grupo Zeta y de Bruguera-Penguin Random House) de hacer historietas de 62 páginas, que servirían para hilvanar mejor el argumento, la aventura ofrece muchas posibilidades que no son llevadas al extremo. Podemos pensar que obliga al lector a esforzarse sin dárselo todo masticado dado que Jan ya escribó en Cómo se hace un comic que la Historieta es un medio pasivo para el lector, que yo me quedé patidifuso... ¿El lector no hace nada? Menudo esfuerzo que hace rellenando huecos entre viñetas y en diálogos sesgados.

Dejadme poner algo que encontró el eminente forero Patastratos en el foro escarolitrópicogmésico de Superlópez porque nos dice mucho sobre la ausencia de interés de Hólmez: los malos quedan libres. Pero eso ya lo leímos en Pafman Redevuelve, de Joaquín Cera, que si hubiera algo de materia gris en las universidades sería de lectura obligatoria y pasto de tesis doctorales.

 

Leyendo más sobre la situación real en la que se basa el álbum (la venta de viviendas públicas por parte del Ayuntamiento de Madrid a una filial del fondo BlackStone), he encontrado este artículo que resume cuáles son las supuestas irregularidades cometidas, antes de realizarse el juicio. Si bien el móvil de la venta de los pisos en la ficción es quitarse problemas de gestión y llevarse una comisión, en la realidad la presidenta de afectados apuntaba a una supuesta vinculación entre el fondo de alto riesgo y las empresas del hijo mayor de Ana Botella y Jose María Aznar [su nombre: José María Aznar Botella]. Todo sea dicho, ignoro si estas especulaciones tenían o no alguna base firme. Que no es decir que no la tenga.

He intentado poner en orden los hechos por los que se desenvolvió la causa contra Ana Botella y se equipo por la venta de vivienda protegida, lo cual no ha sido sencillo:

  • En diciembre de 2018 se dictaminó una primera sentencia del Tribunal de Cuentas, que reconoció que el procedimiento había sido ilegal al no ofrecerse la venta a otros (como a los inquilinos, que tenían derecho a compra en su contrato) y que se vendió a precio por debajo del mercado. Se condenaba a una sanción del 25,7 millones de euros que debía embolsarse con el propio patrimonio de los condenados.
  • Se emitió una segunda resolución del mismo Tribunal de Cuentas (dicho sea, compuesto en su mayoría por integrantes del PP), que anuló la condena inicial.
  • En un principio, el Ayuntamiento de Madrid con Martínez-Almeida ya al cargo preparó un recurso al Supremo contra la anulación, pero en septiembre de 2019 despidió a la abogada que lo preparaba y decidió no continuar con el recurso.
  • En diciembre de 2019, el Tribunal de Cuentas cerró la vía de recurso al Supremo. Unos meses después una edil socialista presentó al Tribunal Supremo un recurso en casación (anulación) a la resolución del Tribunal de Cuentas.
  • En junio de 2020 el Tribunal Supremo rechaza el recurso en casación, habiéndose agotado todas las vías de recurso posible y confirmándose así la absolución de Ana Botella y su equipo.
Haciendo balance del traspaso de las viviendas protegidas al fondo oportunista, se propició que subieran los alquileres a los inquilinos (que eran de rentas bajas) y que desembocó en el desahucio de algunas familias. Además, los inquilinos perdieron el derecho a compras de las viviendas de las mismas que antes tenían reconocido. Por otro lado, al venderse por debajo de mercado los ciudadanos perdieron parte del patrimonio público en favor de una empresa privada.

Lo "bueno" de que tarden en publicar más de un año los álbumes es que algunos temas de actualidad permiten refrescar asuntos ya más olvidados o que habían podido pasar desapercibidos.