Data Estel·lar granjeada Dmarts 20151229
En la revista Petete, cuando se acabó el primer coleccionable El Libro Gordo de Petete, junto con las tapas del tomo azul, y con el inicio del tomo amarillo, coincidió con el verano y, por tanto, con las vacaciones escolares de verano. De manera sublime, la revista Petete lo celebró con el álbum de cromos de Los Porqués de Calculín y sus entregas de cromos, además de los fascículos del nuevo tomo amarillo o los índices del tomo azul.
Todo esto lo explico para que se note la emoción que podía suponer esa colección de kiosko. Un poco como los años locos de los dominicales de la prensa diaria, con suplementos de varios tipos, regalitos, un DVD y lo que sea.
Era una emoción vinculada a sorpresas insospechables.
Una de ellas era OTRO coleccionable: las entregas de unas figuritas recortables de papel acartonado, por supuesto en colores. Con ellas se puede jugar, pero están pensadas para formar todo el contenido de La Granja de Petete.
Veamos la sucesión de acontecimientos.
Primero, el anuncio en la revista Petete número 22. Con eso se evitan que los lectores desaparezcan al acabarse el tomo del libro gordo, presuntamente único, pero que era el primero de seis (y aún entonces no lo sabíamos). Seguramente fue una inversión mínima pero efectiva. Inversión mínima pero que no es nada habitual de encontrar en ningún lado, sean productos de consumo o revistas. Las revistas infantiles y juveniles o incluso femeninas, etc, si dan algo, suelen ofrecer productos de propaganda, y no elementos cuidados para su público, a menos que todas las editorales, sus editores, sus periodistas y sus directivos y directores y directoras consideren que el público lector es básicamente lerdo, y sólo puede ser pastoreado hacia el consumismo (alpargatas de playa, muestras birriosas de colonia, un dvd trillado).
La presentación de Petete junto a una solapa levantada cuya hoja es amarilla es un esquema de anuncio típico de la revista.
Portadas de todo tipo se pueden encontrar en el álbum de fotos de Carasucia. También las de Petete. Pese a todo, hemos preferido escanear una, la del número 23 con Petete y Pichichus jugando con la granja de Petete. "Con este eemplar: LA GRANJA DE PETETE". Así comenzaba el verano de 1982, junto a Naranjito y la paloma de la inauguración del Mundial'82. Algún día alguien le tendrá que explicar al Tribunal de La Haya el odio contra el pobre Naranjito.
¡Los personajes jugando con los mismos objetos que los lectores!¡Qué gran idea! Las piezas son de tamaño mucho mayor que las reales. Cada pieza de papel tendrá un tamaño de 1 o 2 centímetros cuadrados.
¿Alguien quiere ver el suelo de la granja? Supongo que, llegados a este punto, la maginoteca se puede permitir el lujo de haceros esperar hasta la siguiente entrada.
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