Me quema desde hace días. Puedes tener un scanner, y que te funcione a ratos. Puedes tener acceso a Internet... puedes tener el trabajo realizado... pero te puede faltar el tiempo... wuu-wuuuu-wu-wu-wu... (música de...)
Si alguien pensaba que el misterio mayor que podía existir era el de los numeritos de Bruguera... ahora le traigo, para desazonarlo y descolocarlo un poco más: EL MISTERIO DE LOS DOS NUMERITOS.
A continuación. ¡Chap! ¿Chap? con los dedos mojados.... entre la primera imagen:
Esperemos que vea bien en grande. Se trata de una página publicada en la revista Rompetechos, nº 43, de Editorial Bruguera. Es una efímera continuación de la revista Super Rompetechos, que era longeva en años pero no en numeración, y de la cual la nueva versión mantiene la numeración, igual que la revista Mortadelo taplástico mantiene la numeración de la Super Mortadelo.
Se trata de una revista característica de la etapa agónica de Bruguera. El título de la revista hace referencia a algún personaje de Ibáñez, pero sus historietas son apócrifas, del Bruguera Equip o directamente sin firmar. Las portadas sí que parecen de Ibáñez. El contenido de la revista se basa mucho en un Matías Guiu en modo multitarea, que suele ser el director y el guionista y animador de varias secciones.
Como interpretan que a los lectores les chiflan los personajes de Ibáñez, y las historietas largas, les meten un montón de páginas.
El complemento habitual de la mitad hacia el final suele ser una aventura de varias páginas, en estilo gráfico realista y no cómico, que suele ya no ser solamente policíaca o detectivesca, sino que entra en otros campos, a veces en el horror, incluso enfocadas hacia un público mayor de edad.
En esta cabecera, Rompetechos, aparece el personaje Ian Kaledine (bueno, en Bruguera nunca tienen muy claro su apellido, y respetaremos ese equívoco hasta que un día nos dediquemos a indagar sobre este "comic belga" con autores sonoramente españoles). Y lo cito porque el personaje pasara a la aún más efímera revista Superlópez (tres números, con el comienzo de La Gran Superproducción).
Es posible que en algún otro mensaje ahonde en el tema, pero ahora apunto como hipótesis maginotécnica que Superlópez es la revista sucesora -o con voluntad de serlo- de Rompetechos, a su vez sucesora de Super Rompetechos, en una época de revistas cada vez con menos contenido real, que lo que hacen más bien es vaciar del mismo a revistas como Mortadelo o Mortadelo Especial; en este último caso, es lacerante la falta de ideas y contenidos en muchos de sus últimos números, donde apenas la portada tiene relación con el tema propuesto.
Digamos que, si en origen, las revistas partían de Pulgarcito, de donde tomaban algún personaje clave, y desarrollaban una revista nueva con nuevos personajes y a veces nuevos autores, a finales de Bruguera, las revistas absorven un personaje considerado clave, bajo el cual hacen una revista basada sólo en él -Superlópez, Mortadelo y Filemón, Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio- pero no crean nada nuevo. Ni es un comic-book (=revista con una única serie, a lo sumo, un par, como en los superhéroes) ni es una revista variada (12 o 14 páginas dedicadas al personaje principal, más otras tantas a una historieta de estilo realista que cada vez se nota más que es un puro relleno).
Pero, antes de que se me vaya aún más el santo al cielo, Pozolón, vuelvo a la página inserta. Se trata del aparente final de un episodio de la aventura larga de Rompetechos: Un, Dos, Diez... con vista puede ganar usted... Supongo que se nota que es el final... pero resulta que, en la siguiente página, la historieta continúa.
De tal manera que, ahora sí, al final de las páginas de Rompetechos, tenemos esto otro. Atentos a los numeritos (y compárese con los anteriores):
Aquí tenemos varios puntos de interés. Por un lado, queda claro que en la revista núemro 43 de Rompetechos nos han metido seguidos dos episodios, porque, tras haber leído varias historietas largas de Mortadelo y Filemón, ya sabemos distinguir cuándo acaba un episodio. Pero meten varios episodios en una misma revista, para llenar páginas y paginas e ir haciendo monocultivo.
Por otro lado, tenemos dos numeritos. Osea, que tenemos cuatro numeritos en una misma historieta para un personaje. Eso reafirma aquella idea sobre el origen de los numeritos: sirven para marcar entregas en redacción (acabar de dibujar, entregar los papeles u originales para ir a cobrar)... pero también indican claramente que delimitan episodios... en el sentido de que, cada vez que entregan, lo que hacen es dar un episodio.
Ahora vamos al orden de los numeritos: 52561 y 52554, en la p18. Luego tenemos 52664 y 52663 en p24. De esos cuatro numeritos, dos van seguidos, los que corresponden a la p24...
A su vez van casi cien numeritos de diferencia entre una entrega y la otra. ¿Quiere eso decir que de una semana a otra van unos cien números en esa época? ¿Quiere eso decir que hicieron cien entregas seguidas a la vez? ¿Puede que el 52551 fuera un 52661, pero con un error de tampón, o viceversa, que el 52663 fuera un 52563?
Supongamos que no hubiera error. Aunque, por tener pruebas, sería interesante encontrar varios de esos numeritos entre el 52561 y el 52663. Ver si los hicieron las mismas manos o no.Para series apócrifas de personajes de Ibáñez o no . El dato a no olvidar: es la época en la que el autor de Mortadelo va desapareciendo de la editorial.
Vamos a plantearno lo siguiente, que aún puede ser más interesante, y menos difícil al haber menos diferencia: ¿qué pasó entre el 52554 y 52561? Si están impresos en la misma página, mi idea es que la misma persona entregó páginas a la vez. Eso podría servir para saber que las páginas [52555, 52560] pertenecen al mismo autor (individual o colectivo).
¿Por qué hay dos numeritos en cada página? He ahí el gran misterio. Como hipótesis maginotécnica, si nos basamos en aquella explicación que suele dar Ibáñez en sus entrevistas de que "uno hacía el boceto, otro el lápiz, otro el guión, otro la tinta y otro lo leía", puede ser que cada numerito refleje al dibujante a lápiz y al de tinta, o al guionista y al dibujante. En realidad, no estaría tan lejos de la explicación del sistema de Taller que se nos ha dado en entrevistas realizadas en el Rincón de Mortadelón. Por otro lado, el taller para hacer historietas ha sido siempre algo muy unido a la industria del comic. En DC, en Marvel, en Studios Hergé o en Dupuis... otra cosa es que mole mazo destcar la autoría individual por aquello de la tradición. Aparte de que, de vez en cuando nos sueltan lo de "el taller de Rubens" o de tal o cual pintacuadros con nombre de calle.
Otra opción que se me ocurre es que el autor, indvidual o colectivo, entregara la página. Le pedían alguna corrección del tipo que fuera, o que añadiera los textos a máquina, por ejemplo, nueva entrega y nuevo sello.
¿A alguien se le ocurre alguna posibilidad más?
Sobre la historieta larga de Rompetechos: no está mal. El dibujo no está mal. El guión tampoco. Hombre, es manifiestamente mejorable. Ves lo gran dibujante que es Ibáñez, cuando comparas una página suya con otra de un apócrifo, aunque dibuje bien, como me parece que es el caso. Pero es una historieta bastante potable (en el buen sentido).
Y, como veis, en la segunda página, hay algo más de interés.
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