20201018

Las primeras historietas de Donald por Carl Barks

 Data Estel·lar kwak Diumenge 20201018

Planeta DeAgostini puso a la venta la Biblioteca Carl Barks allá por el 2008. A mí me regalaron el primer tomo en el 2010. Lo lei. Vagamente me suena que me costó tiempo y paciencia hacerlo porque la vida es la que es, aunque uno asista pasmado a explicaciones sobre compras, recompras, lecturas, conciertos, musicales, fiestas, peliculas pirateadas y maratones de series en canales de pago.

 

El tomo es interesante. El lomo es de color magenta, con un material "imitación piel" o algo así que es casi el mismo que Ediciones B-Grupo Zeta usó para un tomo especial del 80ºAniversario de la revista Pulgarcito, con las 20 primeras revistas de 1922... y que la misma editorial usó para un libro llamado El Regreso de Fu-Manchú. Ignoró si hubo un primer tomo de "Por fin ha llegado Fu-Manchú".

Es un material rugoso. Demasiado finolis para un tebeo, y que puede resultar angustioso pensar si no cogerá polvo. 

El resto de la portada es de color crema. De nuevo, un color muy finolis. Es lisa. 

Para mí eso es lo de menos, porque conservo el plástico del retractilado original, que casa como un guante y que no ha perdido su elasticidad, lo que nos resulta sorprendente. Ojalá supiera el nombre del fabricante del plástico. En lontananza, forrar el tomo pero, mientras aguante el plástico, nos lo tomaremos con calma.

25 euros tienen la culpa. ¿Caro o barato? Barato con respecto a que son 282 páginas contando las tapas. Osea, aproximadamente un superhumor, (los de finales de los años 1970 tenían 360 páginas. 

Barato en cuanto a que tiene idea de ser un integral y no una antología o selección de historietas. El propósito es ofrecerlas en orden. 

Caro por soltar el dinero de golpe.

Nunca hemos visto volúmenes posteriores. Supongo que llegaron a librerías especializadas y poco más. 

Es un material extrañamente pensado únicamente para adultos. 

El tipo de tomo, de tapas, de dibujo pequeño en la tapa y ninguno en la contraportada, no llaman a un tierno infante ni a sus familiares desconocedores de los tebeos para comprarlo.

¿Por qué Editorial Planeta DeAgostini-Grupo Planeta y el resto del Gremio del Sector del Libro han optado por pegarse un tajo en la adquisición de público infantil o juvenil? Supongo que porque van a lo vago y lo fácil, a no matarse, a seguir cualquier moda.

Me leo el tomo porque me regalaron un tebeo de Alemania tipo Colección Olé de Donald, también por Carl Barks, y también en orden, e incluso con referencia al autor y a la histórica traductora, es decir, también de historietas antiguas, que fue encontrado en un establecimiento cualquiera. La persona no fue con una guía de librerías especializadas en tebeos de patos por media Alemania, que es lo que haría uno si quisiera comprar ¡quia! algo en la simpar Barcelona de la ambicionada Catalunya de la ge-veintiada España. Así que, en Alemania, años después del tomo de Planeta, sí que venden tebeos viejos de Donald para un público más popular, no necesariamente adulto, con intenciones de captar público infantil o juvenil porue no todo va a ser atufar a la gente con la marihuana en las calles de los institutos sin que los ayuntamientos ni los departaments de interior, salut ni educació de la Generalitat de Catalunya hagan absolutamente nada.

En resumen, en España no se quieren vender tebeos porque no se se quiere hacer un marketing específico sobre ellos dirigido a públicos de edades menores de 50 años. Es un harakiri anunciado con altavoz. La ñoñería de las propuestas que los sustituyen dan asco y nos hacen plantear muy seriamente la conveniencia de la eliminación de pegagogos y demás pléyade de pastas de acercarse a temas de cultura, libros y educación. 

Cuando vamos a Alcampo o Carrefour, las muy mejorables y ya poco empeorables secciones de librería tienen pocos tebeos, unos tomos gruesos sobre manga creo que de Panini y luego unos libros cutres para niños sobre superheroes, en plana "una vez Spiderman se peleó contra el rino", como si fueran cuentos. Sustituyen a los cuentos por relatos de superhéroes pero no venden tebeos, así que se cargan dos o tres sectores de golpe: el de los libros y cuentos por un lado y el de los tebeos por otro. Pero siempre hay tebeos: un Astérix, un Mortadelo y dos de Veneno y del Castigador... No sé qué tienen Panini en la chorla para poner solamente tebeos salvajes en las grandes superficies. 

 Nunca se vio la Biblioteca Carl Barks ni nada similar. 

Sabemos que los padres y madres no comprarán eso porque es de "críos" y quieren que los niños y niñas sean machos y machas, y no se queden atrás en la gran carrera del hamster, que tengan sus tatuajes, como sus progenitores tan pronto fuera posible. Si a eso se le ayuda con la supresión de todo estímulo cultural y de entretenimiento, pues lo tienes todo, hijo mío.

El tomo va interclado de textos de Alfons Moliné, quien realiza las traducciones cuyos títulos, para mí que son a ratos un poco forzados, aunque es cierto que se esfuerza por lograr que suenen como los de Ediciones Recretativas, lo que no es fácil. Los artículos nos sorprenden: sencillamente ágiles. ¿De dónde saca la información? ¿La ha leído, la recuerda, la copipega? El resultado es adecuado, aunque siempre ansiemos mas información... por ejemplo...  ¡queremos los nombres originales de las historietas! Pues, tachán, están al final del tomo. 

Así que lo tiene prácticamente todo.

Sobre las historietas: es agradable encontrarse con esos dibujos animados en forma de historieta, que cumplen las mismas pautas que aquellos cartoons, de tal manera que hay viñetas y secuencias de ellas mudas que nos recuerdan a escenas de animación sin diálogos, y que siempre nos han chirriado pero que las asociamos a una época pretérita. Hablo así porque, antes de la tontuna de "todo tiene que ser de hoy", en las teles trufaban series de animación viejas y nuevas y catabas un poco de todo. Ahora te tienes que ir al yútú pero no lo encontrarás si desconoces los nombres y el idioma o si no hay episodios completos o parciales.

En esas páginas, nos quiere sonar la sintonía de los dibujos o incluso esa forma de poner el diálogo que parece que no hablan cuando toca. La similitud de las historietas con los dibujos animados es verdaderamente la imitación de los mismos defectos de aquellos cortometrajes. Cuando las historietas, casi en el mismo tomo, tienen más diálogo y las viñetas son más indepedendientes unas de otras, lo que se logra es la superación por parte de Carl Barks de los errores de ritmo que tenía un tipo de animación, pese a que nos resulta encantadora a la par que exasperante. Pienso en dibujos de Popeye, o de algunas Merrie Melodies (Melodías Animadas de Ayer y Hoy).

Las plantillas de las páginas son de entre 5 y 7 viñetas. 6 es lo habitual. En 3 franjas de viñetas.Así salen viñetas muy grandes que nos muestran el poderío económico estadounidense, porque en la España de aquellos años 1940, de la postguerra, las páginas son de 5, 6 o 7 franjas de viñetas, con 4 o 5 viñetas por cada una. Se llegan a contar entre 12, 15 o incluso 20 viñetas por página. 

La aventura Pato Donald y el Tesoro del Pirata (Donald Duck Finds Pirate Gold), pensada como cortometraje de animación en 1939 pero reconvertida en historieta hacia 1942, es conveniente leerla justo tras El Escarabajo de Oro de Edgar Allan Poe (porque tiene una influencia capital que nos os voy a destripar ahora), además de tener en la cabeza La Isla del Tesoro de Stevenson, aunque ya sé que no la habéis leído. Pero también es conveniente tener cerca El Cangrejo de las Pinzas de Oro (Le Crabe aux Pinces d'Or) , y una explicación sobre su génesis porque Hergé la publica por entregas en tira de prensa en Le Soir de Bélgica, y resulta que tiene que ir reduciendo viñetas por la escasez debida a la guerra: frente a las 6 viñetas por página de las revistas de Disney.  Eso fue en 1941.

Se suele acusar a esa aventura de Tintín como de escapista en pleno nazismo y rexismo belga, con Bélgica invadida y aliada de Alemania, con un rey de los belgas que disimula y pide que se ponga la gente a trabajar como si nada. Yo me pregunto qué otra cosa se podría hacer, salvo abandonar ese tipo de trabajo (periodismo, medios de comunicación, prensa, bande dessinée). ¿Quién se iba a enfrentar a un par de dictaduras con campos de concentración en medio de una guerra mundial?

Tintín en 1941 y Donald en 1942 tienen aventuras marineras. En 1943, Tintín también va a la busca del un tesoro pirata directamente, en un dúo de aventuras marineras y "escapistas": El Secreto del Unicornio y El Tesoro de Rackhman el Rojo

Así que ambos personajes y ambos autore, Barks y Hergé, efectúan aventuras marineras, de aventuras, escapistas y demás. 

Se intercambian las geografías: en 1943, Donald va a a por El Anillo de la Momia (The Mummy's Ring) a Egipto, país ya recorrido por Tintín en Los Cigarros del Faraón (1934) pero que, si lo pensamos como "un país árabe" es a donde recala el periodista con Hergé en plena aventura de las latas de cangrejo.

Así que seguramente, de nuevo, las películas y cosas que nos quedan sepultadas, como las novelas de aventuras de kiosko, los noticiaros del cine y revistas como National Geographic, de donde tanto el estadounidense como el belga, obtienen valiosa documentación gráfica, son precisas para explicar el origen de ciertos guiones, de ciertas ambientaciones geográficas o de ciertos elementos del dibujo. ¿Es menos línea clara Barks que Hergé? Hombre, sí que hace más sombras en los objetos. Sin embargo, el tipo de documentación y de claridad gráfica y de legibilidad se parece bastante.