Hemos hablado en varias ocasiones de "últimas portadas". Caso de Carpanta (en portada o también en ¿última aparición?) o Doña Urraca. Hemos hablado de una hipotética última contraportada de Zipi y Zape. La última de Pacto Tecla y Lafayette... y la primera...
Hug había sido un habitual de las portadas sesenteras de la revista Tio Vivo tapa azul, que se podían encontrar a precios baratísimos durante años. Luego los especuladores y unos compradores algo cortos hicieron aumentar los precios de unas revistas tapapel que eran refritos, o que tenían etapas completas de refritos como las Tio Vivo naranja. Es lo que hay: una sensación de mercado de competencia perfecta que no lo es porque falta mucha información y un aumento de precios basado en una sed por aparente escasez y una sobrevaloración de la calidad de productos por el hecho de ser "de hace muchos años, de cuando las cosas valían la pena".
Son revistas entretenidas de leer para los que nos gusta leer.
Intrerpreto, me temo que correctamente, el portadismo, como un ascenso de los dibujantes: es como un premio o el pago de un trienio cuando -intento fallido de ponerlos en hipotético orden cronológico de acceso a las portadas- Peñarroya, Conti, Cifré, Jorge, Escobar, Martz-Schmidt, Vázquez, Ibáñez, Gosset, Segura, Raf, Sagasty, Jan, Fresno's, Serrat... Me faltarán bastantes.
Luego están los portadistas de estilo realista. No entro en ellos.
El caso es que Gosset pierde las portadas durante los años 1970. ¿Por qué? ¿Un castigo? ¿Vendían menos sus historietas en las portadas? ¿Se veían demasiado vacías de contenido frente al barroquismo de origen franquiniano-ibañezco?
Sin embargo, tenemos un último ejemplo, que al menos nos demuestra que, demasiado tarde, Bruguera pudo rectificar y ofrecernos el regalo de una portada de sus personajes... porque mira que es aburrido ver siempre lo mismo en las portadas, los mismos personajes, las mismas poses, el mismo estilo. Tengo en la cabeza todas las mil portadas idénticas de Spiderman entre el año 2003 y los siguiente diez años.
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| Pulgarcito número 22 mayo 1986 |
El dibujo es raro y el chiste no es el mejor. Hay viñetas mejores de Hug.
Pikágoras... ¿lo es? Pues no se le parece en nada.
Que salga un piedribro es ajeno a las historietas de Hug de esa epoca.
El dinosaurio alelado parece como dibujado por un apócrifo o alguien que desconoce la obra o por alguien no profesional -los lectores dibujan- que quieren hacer la gracieta ibañezca de poner algún detalle -araña, mosca, berenjena-.
Bien la sensación de lejanía del dolmen y resto del escaso paisaje.
Pero la idea está bien. Lástima que no se repitiera, no ya en Ediciones B-Grupo Zeta, sino en Garibolo o en Ediciones B-Grupo Zeta.
Se pide a gritos a un ajuste de cuenta o una recuperación de Gosset, el humorista capaz de hacer infinitas historietas con el mínimo de elementos.
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