Data Estel·lar sorpresonvetònica Dijous 20170309
Cuando escaneé esta historieta lo hice pensando en el personaje que le da título:: el pintoresco Carpeto Veto.
Es OTRO de esos personajes de Gosset que han pasado desapercibidos pese a que tienen una carga vitriólica (con ese adjetivo, el mundo de los críticos comerán de mi mano... qué asco, fuera, fuera) mayor que la muchas revistas completas publicadas durante los años de la Transición.
Para comenzar, nos encontramos en una editorial que intentaba pasar desapercibida a efectos sociales, por más que se nos haya repetido que sus historietas tenían una carga sociológica que ni Tezanos en tejanos.
Por otro lado, existía la sombra de la censura, la misma institución de la censura, los censores y la autocensura de los autores junto a la editorial. Que no se pasaban ni un milímetro... en realidad, como en el resto de Europa y Estados Unidos, para decirlo de paso.
Además, son revistas etiquetadas como "infantiles" o "juveniles".
Entonces, ¿a qué viene esa viejarro molesto que anclado en el pasado?
Carpeto Veto es carpetovetónico, o sea la representación casposa del español mesetario, con ese aspecto de José Luis López Vázquez. Si sigo escribiendo, me van a denunciar por plagio imposible de Pérez Andújar. Como diría la historiografía nacionalista catalana: es el tipo que ejemplifica la "España de matriz castellana".
En realidad, es algo más que ese palabrerío vacío.
Es la inversa de Hug el Troglodita: el Homo burrus desea que llegue la sociedad de consumo pero Carpeto Veto está en contra de la mayoría de lo que ésta ofrece. Domingón, al menos, acepta los domingos de asueto que le ofrece la sociedad moderna.
Luego está la otra parte, la del apellido, la que "veta" todo lo que no le gusta. Es un Doño Urraco. Sería interesante ver una historieta de ambos, de Doña Urraca con Carpeto Veto, para ver lo que dan de sí.
Lo de "vetar" se ve en algunas historietas, y me temo que alguna especialmente oscura. Carpeto Veto veta y censura, así que desde las páginas de las historietas setenteras, con la existencia aún de la censura o de su sombra a punto de caer o no (lo peor es la incerteza, dicen), Gosset se dedica a burlarse de ella por medio de un tipo siniestro.
Hay más. En alguna ocasión el personaje se proclama, no únicamente chapado a la antigua, cosa respetable, sino un "inmovilista" que además pretende que lo demás tampoco se mueva. Repito el contexto político del Franquismo, de una sociedad a la expectativa con muchos cambios en ciernes y muchas ideas del pasado, presente, futuro, de siempre y de de nueva planta, de hace unas décadas y traídas por la tele, y con una censura que existe o que nunca se sabe si puede volver... y en un contexto de tardofranquismo político, duro y cruel, en otro de transición... con una gente a la que se denomina periodísticamente como "el bunker" donde los bunkerizados son un ala extrema del Franquismo que pide y pone bombas y tiros contra los que quieran cambiar las cosas... donde los inmovilistas son, efectivamente, los que no quieren ningún cambio político o apenas unos cuantos cambios cosméticos. Son los que marcarán la agenda de la Transición para que no se permita la participación real de la población ni se les permita decidir sobre nada relevante. Los inmovilistas pasarán luego a tener partidos de ultraderechas e incluso a ser considerados demócratas de toda la vida. Y el otro contexto que voy a repetir: revistas cómics infantiles.
He ahí a Carpeto Veto.
Como sale en una revista para niños jamás ha sido puesto en ninguna exposición ni texto teórico sobre el Tardofranquismo, la Transición ni sobre la sombra que se ejerció en forma de amenaza involucionista, militar, integrista, de costumbres y política.
El caso es que al momento de colocar la imagen en el blog me di cuenta -de sopetón- de que también estaba ahí Don Filón.
Don Filón es el personaje de Gosset que busca de manera avariciosa todo tipo de riquezas y materias primas. Es una especie de Don Gil Pato o Tío Gilito pero sin su vena aventurera. Es el capitalismo de buscar, rapiñar y esconder, el capitalismo que asalta a los cielos y nos deja sin nubes ni Sol. Podría ser un buscador de oportunidades de negocio, que es como suele aparecer el pato más rico del mundo, pero realmente aparece como algo más tétrico y trágico. No es que las cosas le salgan bien pero ahí está.
La mayoría de personajes de Gosset parecen planos, con una o dos características. Puede que estuvieran planteados así pero siempre ofrecen algo más.
Imaginad una historiera entre Facundo, quien se jacta de ir a descubrir lugares porque la raza europea u occidental es superior a las demás y tiene una capacidad activa mayor que las otras... un Facundo contratado por Don Filón para ir a buscar no sé qué riquezas.
Enfrentad a Carpeto Veto con Domingón. O considerad que Don Filón obligue a Domingón a ser productivo durante sus horas de ocio. O a Carpeto Veto impidiendo aficiones o actividades a Domingón porque no son adecuadas, porque no son lo suficientemente españolas (entendido como lo que a él le interesa que lo sea), etc.
Por tanto, esos personajes de Gosset parecen estar destinados a algo que nunca nos fue ofrecido: a interactuar entre ellos.
Puede que el mensaje hubiera sido entonces bastante más directo. No digo que eso hubiera sido lo mejor.
Eso sí: a los que nos gusta encontrarnos a diferentes personajes juntos en una historieta nos hubiera encantado.
Las dos páginas están escaneadas a 600ppp en A3, por tanto, forman una única imagen, por lo que, además, es de gran calidad (o eso espero porque en mi ordenador sí lo es).
La historieta parece ser un refrito de una historieta de los años 1970. No veo el numerito. y a mí eso me indica: refrito.
Carpeto Veto El Escondite, con Don Filón en Super DDT 119 año 1983 |
En sí misma, la historieta tiene más puntos de interés que incluso nos permiten fecharla aproximadamente a mediados de los añoa 1970, cuando los bancos y cajas de ahorros comienzan a poner sucursales fuera de sus sedes centrales y fuera de los centros de grandes ciudades, llegando por fin a los barrios.
Esa expansión de oficinas aumentará décadas después, a finales de los años 1990, cuando las cajas de ahorros rompan pactos ¿tácitos o explícitos? y se instalen en territorios de otras cajas vecinas. Ejemplo: la Caixa de Terrassa entrará en territorio urbano de Sabadell y en localidades vecinas, y viceversa con la Caixa de Sabadell. Aún se llegará a más, con bancos y cajas realmente desconocidos.
La crisis del 2007-2008 con la cual quebraron bancos y fueron rescatados con dinero público, y quebraron cajas de ahorros que fueron fusionadas, llevó a un repliegue que nos sitúa, en 2017, en niveles de oficinas de bancos como los de mediados de los años 1970, teniendo que hacer largos recorridos para ir a la oficina... lo que pasa es que ahora te obligan (y a la gente le encanta) meter datos en internet y trabajar para el banco en infames plataformas web realizadas por gente que ni son financieros ni economistas ni informáticos ni diseñadores gráficos y encima pagarles comisiones por hacerles el trabajo, mientras despiden personal y no contratan de manera clara -sin enchufismo o sin ser hijos de empresarietes, tenderos, gente de talleres-.
Es muy interesante como esa historieta nos demuestra cómo en 2017 se ha regresado a 1974.
El personaje odia "los bancos comerciales" y eso merece una explicación.
Las entidades financieras (=que financian inversiones, proyectos, empresas, personas, obras) se dividían en aproximadamente tres modelos:
1.-Cajas de ahorros: para el pequeño ahorrados, pero el de verdad, no el de la milonga que nos cuenta la prensa fachaliberal. Para el que tiene una nómina y mete allí el dinero para que no se lo roben de llevarlo encima. Pequeños préstamos, etc. Fomenta el ahorro: nótese que algunas llevaban como símbolo una hucha.
2.-Banca industrial. Financia y es accionista de grandes proyectos: obras públicas etc. Se suele asociar a la siderometalurgia vasca o cantábrica porque precisa de grandes inversiones.
3.-Banca comercial: capta el ahorro privado y ofrece créditos y préstamos. Por así decirlo, trabaja en el corto plazo.
Con el tiempo, los tres modulos confluyeron en uno único.
Me pregunto qué habría pensado Carpeto Veto al ver que su ahorro tenía que ser puesto no en el plazo fijo de un agujero en el suelo o de un calcetín sino que le obligaban a meterlo en fondos de inversión imposibles de entender o que te pedían que invirtieras en pisos (hipotecas) y además te usaban el dinero para tener acciones en empresas que uno no conoce para luego llevar a al Big Bank y explotara todo dejándote sin nada, y con hipotecas con cláusulas suelo o túnel abusivas, pagos en comisiones por trabajos que no hacen, cobrarte por tener el dinero metido en un número de una hoja de cálculo al que llaman cuenta corriente...
Don Filón habla de "la crisis que tenemos encima", lo que parece hacer referncia a la crisis del petróleo de 1973 que llega a España en 1975, después de que los listos del gobierno estuvieran subvencionando la gasolina durante años. Esa crisis ya enlazará con la del 1979. Entre medias, las únicas medidas activas de economía que trae la recién estrenada democracia son recortar sueldos y demás: Pactos de la Moncloa, 1977; porque los obreros han dejado de ser prácticos, una vez que el Franquismo político ya no existe, así que hay que debilitarlos, no sea que se crean lo de los jurados de empresa y lo de las "comisiones obreras". Luego ya enlaza con las crisis industriales del téxtil, la siderometalurgia, naval y todo lo demás con inflación y paro en los años 1980. En fin, que el comentario de Don Filón puede hacer referencia a muchos años y un comentario de un momento fugaz se puede convertir ocasionalmente en un comentario intemporal. Si os digo que todos los que llevaron ese desastre económico y empobrecimiento colectivo eran economistas, catedráticos, doctores, ingenieros y empresarios de lo más valorado entonces y durante décadas, os reiríais.. pues anotad el nombre de Enrique Fuentes Quintana, Fernando Abril Martorell (aún volvió en los años 1990 para luchar contra la Sanidad Pública a instancias del gobierno) y demás, gente muy lista, para sus cosas.
No dejaré pasar la oportunidad de hacer que os fijéis en la diferencia de planteamientos entre Don Filón y Carpeto Veto. El primero quiere meter el dinero en un banco para obtener más beneficios o no perder los que tiene. Carpeto Veto no se fía de las cosas modernas, como esos bancos comerciales cuya "proliferación" (sic) odia. Por tanto, le ofrece una alternativa rupestre. Si Carpeto Veto lo propone es porque odia el sistema financiero más moderno que por financiero.
Si Don Filón acepta la propuesta de Carpeto Veto de enterrar el dinero es porque tiene miedo de que los bancos quiebren por la crisis. Más concretamente, de que el banco que él haya elegido, quiebre y le deje sin dinero. El capitalista del riesgo cero que lo quiere tener todo controlado ¿os suena de cualquier otro? acaba confiando en un tipo que odia cualquier cosa moderna. Don Filón acepta lo moderno, acepta el nuevo sistema capitalista y liberal, salvo cuando le supone perder dinero.
La viñeta final tiene ese tipo de imposibles juegos de palabras y de conceptos de Gosset, tan estupendos, aparentemente fáciles pero difíciles de rimar o de conseguir: inmóvil, inmovilistas, mover el aparato locomotor y ambos corriendo, el perseguidor Don Filón porta el pico que ha comprado antes el perseguido Carpeto Veto.
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