Supongo que no seremos los de la maginoteca los únicos para los que un personaje es un personaje cualquiera hasta que un día no descubrimos su característica principal.
Hasta entonces, miras las historietas y te ríes o no, o ves las batallistas y pasas páginas.
En cierta página, historietas o escena, a veces uno descubre por qué se llama así o el origen del personajes.
En la revista Pulgarcito "Decana del tebeo español" publicada entre 1985 y 1986, durante unos 30-40 números (siempre con la ilusión de encontrar uno más avanzado), aquello que nos pareció durante una vida un conjunto de refritangas, se nos apareció como un último homenaje bastante ordenado y ajustado tanto a la histórica cabecera como a la trayectoria editorial en cuanto a selección de series antiguas y en cuanto a variedad de autores. Un poco de todo y un poco de todas las épocas.
Esa es una.
Otra son esos personajes raros por el formato de una tira vertical, horizontal, 3 cuartos de una página... con la foto veréis lo que quiero decir. Aparentemente, intercambiables, salvo Ángel Síseñor porque siempre dice la expresión de su apellido.
Eso me pasa con un tal Filiberto, personaje de Cifré que solamente recuerdo haber leído en este publicación de 1986.
Me lo encuentro y lo leo, agotado porque la doble paginita colocada al final de la revista se las trae con ese montón de chistes, chascarrillos o anécdotas (cambia con cada número).
En esta historieta es cuando entiendo con qué tipo de personaje nos tratamos: es un vendedor. Pero no pusieron ninguna rima ni subtítulo alusivo: "Filiberto, comerciante elegante", o algo así.
Aquí queda claro. Además, en pocas viñetas Cifré ¿con guión suyo o de Rafael González? nos monta una trama realmente complicada y que uno no puede adivinar en seguida.
Como somos malpensados ya sospechamos casi enseguida que no hay un interés humanitario pero ¿a qué esas prisas? Pues hasta la última viñeta no lo sabemos.
Pulgarcito número 20 abril 1986 |
He preferido dejar la doble página porque me iba bien escanearla así. Además, así entenderéis mejor lo que digo del agotamiento: los chistes de "tan... tan...", las Vidas Ejemplares (serie de Vázquez que sí hemos visto otras veces y que tuvo resurrecciones varias sin ese nombre pero con esos ripios, como la de Domènec a partir de 1983) y luego la historieta de Filiberto.
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