Data Estel·lar buuuu-uuu-buuuuuu Dimecres 20170301
Ya te habrás fijado de que hace tiempos en el blog nos dio la tontuna de poner anuncios sacados de revistas de historietas. Sobretodo nos hacía gracia aquellos que anunciaban otras publicaciones, y aquellos en los cuales apareen personajes, dibujados o no por sus autores.
El anuncio más raro de todos es el que ofrecemos ahora: se trata de un sorteo para un crucero cuando nadie hacía cruceros. Pongamos una fecha de turismo de cruceros de masas: hum... 2010, pues eso. Después de los viajes en avión, llegaó la fiebre cruceril, que no la entedemos porque meterse en un bloque de pisos que navega soltando pringue, conducido por esclavos filipinos y malayos con el pasaje haciéndose pasar por amigos de todos y sin acceso real a ver el mar pero con un montón de bares y discotecas y demás sitios bajo techo es algo tan impropio de estar en la mar que desazona pensar que Barcelona se haya convertido en la Meca del No-Mar por parte de las empresas de cruceros.
Anuncio del crucero en Pulgarcito número 12, marzo 1986 |
Pero en 1986.. o en 1996 no se anunciaban cruceros. Incluso para el año 2000 era algo anómalo en la estructura de turismos. Fue luego cuando alguien dijo: "me he gastado 1200€ pero lo mejor que puedes hacer con tu dinero". Hablo de gente que no suele mojarse los pies en la cercana playa.
Más aún un crucero es caro, entiendo que es complejo de montar, así que sorprende mucho que Editorial Bruguera se gastara sus ultimas perras gordas en montar un crucero. ¿Cuánto dinero valía eso? No le pagaban a los trabajadores pero tenían dinero para montar un crucero. Esas cosas que hacen las empresas y luego pretenden que seamos solidarios con ellas, con los dueños, accionistas y directivos.
El caso es raro.
Se anuncia un crucero en el que unos lectores ganaría un viaje para estar con sus dibujantes. Mira que es rara la cosa. ¿Incluso en época de bonanza empresarial los dibujantes tendrían ganar de hacer eso? Hombre, a la fuerza ahorcan, porque no deja de ser más trabajo que vacaciones. El caso es que se da una imagen fantabulosa de una empresa que se está yendo a pique, que se hunde.
Siempre he tenido la curiosidad por saber si alguien ganó el sorteo, si pudo viajar.
Me recordaría a aquel cosmonauta que salío de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y, al aterrizar al cabo de varios meses, regresó a la Federación Rusa, la URSS ya no existía, y su país estaba ya en ruinas, del presunto comunismo no quedaba ni rastro y la agencia espacial rusa ya estaba más olvidada que otra cosa.
Nunca he visto el listado de agraciados. No me gusta publicar nombres de miembros del club Zipi Zape, o de ganadores de concursos, porque aún considero que hay que mantener una cierta privacidas, aunque los datos fueron hechos públicos. Es decir, tampoco publicaría esa lista pero es que sencillamente jamás la he visto.
El dibujo extrae dibujos de Zipi y Zape y Mortadelo. Me pregunto si pensaban llevar a un Ibáñez que se había largado de la editorial hacía un tiempo y que ya publicaba a Chicha, Tato y Clodoveo en la revista Guai!
El dibujo de Mortadelo me parece apócrifo. El de Zipi y Zape lo tengo visto pero no sé de dónde, como de alguna historieta larga.
El barco no me parece dibujado por Ibáñez ni por Jan ni por Escobar. Propongo a Nabau, y sería un barco de una historieat del Capitán Barlovento. Valdría la pena saber su origen porque ocupa media página, y uno se imagina que viajará en un barco pirata hasta la Cova del Drac.
El viaje es a las Baleares.
El sorteo iba a ser a finales de abril.
El cupon señala la revista "Pulgarcito" en la que se publica, así que entendemos que otros cupones señalan la revista que sea. Queda con eso claro que la función el sorteo es tener datos sobre los compradores: origen geográfico, revista que han comprado (para tener datos fidedignos sobre lo más vendido), edad y sexo, que son los datos clave que se pueden conseguir y que van a un apartado de correos y no a una dirección tipo "Camps y Fabres número 5", como si alguien estuviera haciendo el estudio de marketing por su cuenta, evitando que llegara a las oficinas, un día estuvieran cerradas e inoperativas y no pudieran explotarse esos datos. Me pregunto quién fue el directivo que realizó ese estudio de marketing convertido en concurso, qué conclusiones se obtuvieron y si sirvió de algo para la etapa de Garibolo (1986-1987) o de Ediciones B-Grupo Zeta o si le sirvió a aquel directivo para su vida profesional particular e individual, que es lo que me huelo.
Lo que pasa es que suena a tonto hacer eso. Gastarse lo que parece un dineral para algo que no tiene solución porque la crisis de la editorial era financiera (créditos e inversiones en dólares en un México quebrado) y no por la huida de los lectores, aunque una bajada de ventas se hubiera comenzado a dar: los datos del Anuario El País para 1986 rondaban los 40000 ejemplares para sus revistas principales, cosa que no era poco pero seguro que no era tanto como se esperaban. No sé si en el 2017 o en el 2007 o en 1997 había alguna revista, fuera de las cuatro del corazón, con tantos ejemplares vendidos. Y sospecho que eso por las peluquerías más que por la gente particular.
Si queréis lo pongo al revés: aunque hubieran hallado la fórmula para tener doscientos mil lectores mensuales, la empresa había chocado con su iceberg particular. Para desgracia de los trabajadores y de unos lectores que nos quedamos sin ese material, sin esas historietas de risa y sin su posible evolución. En Ediciones B-Grupo Zeta no supieron sacarle el jugo, y siguen sin saber. Y no tienen lectores pero la empresa ha continuado con su más y sus menos.
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