Todos podemos ser apócrifos.
El bienio 2016-2017 habrán notado los lectores de la maginoteca la gran cantidad de referencias a la colección de retapados llamados Risalandia. Fueron unos tomitos de 3, 4 o 5 revistas encuadernadas en cartón blando. No es que su contenido valiera mucho pero a mí me vale, así que, si no las queréis...
El caso es que tuve que arreglar una que tenía por ahí. Ni siquiera tengo claro que su contenido sea el que corresponde, pese a estar bien pegado. La portada incluye portaditas del interior pero aquí no coinciden.
El caso es que esto NO ES LA CONTRAPORTADA sino una reproducción impresa, limpiada, alterada con elementos tan simples como el antiguo Paintshop5, el espantoso Paint de Windows y el programa de dibujo de LibreOffice. El resultado queda lindo. Hemos recuperado la portada y hemos reconstruido el lomo.
Se escanea otra imagen.
Se imprime en colores en papel gvarro o un papel algo recio y que sea admitido por la impresora. Otra opción es hacerlo en papel de pegatina y pegarlo luego sobre una cartulina, papel gvarro o similar. O imprimirlo en papel normal y pegarlo con pegamento o con celo de doble cara a una cartulina...
Para reconstruir el gato hemos sudado: la mejor versión surgió ¡de la página Devianart!
Se ha pegado con cola de carpintero de la que os sobra de montar muebles del Ikea.
Y se ha prensado durante días debajo de libros y tebeos: fácil para el chache. Otra cosa no, pero peso de papel...
Eso fue a finales del 2016. Salido de cuidados intensivos, el Risalandia vive feliz por ahí.
Creemos que el dibujo de ese niño mezcla por edad y aspecto de Pulgarcito y de Tete Cohete, pueda ser obra de Raf pero no nos consta la firma. Claro que también puede ser Sanchis, diseñador, portadista y realizador de anuncios durante los años 1970.
Y aquí está la no contraportada y el no lomo el Risalandia número 20:
1 comentari:
Muy buen trabajo!
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