20140711

El Capitán Trueno contra Erik, Kiril y Titlán

Data Estel·lar senseavisar Divendres 20140711

Por más años que pasamos en cibercompañía truenófila, a nadie se le ocurrió rememorar con fuerza estridente las aventuras del actual tomo 2, cuya segunda edición sacó Ediciones B-Grupo Zeta en el 2013.

Comienza con el número 49: El Mar del Misterio ¡La más dramática aventura vivida por un ser humano!  en Colección Dan, nº153... Ah, cómo me gustan los subtitulos de la Colección Dan

Llega hasta el número 96: ¡La última lucha!, ya sin subtítulo porque corresponde a la Colección SuperAventuras nº61, publicación en versión apaisada tan distinta de la vertical y de gran formato revista Superaventuras Trueno Color/Jabato Color de décadas posteriores).

El primer tomo fue degenerando en el tono de la historia y sobreodo en el dibujo. Se ve que Ambrós se piró ya en el primer año de la cole. 

El segundo tomo no comienza mejor salvo por lo bizantino de la aparición de antiguos enemigos y enemigas. Incluso las portadas son detestables. Conforme avanza la serie, no noto eso de las caras pegadas (dibujadas por Ambrós pero utilizadas por otros dibujantes). En cambio, sí se aprecia en portadas y viñetas interiores el uso de figuras de otras viñetas (el Capitán cayendo al pozo del Mago Morgano). Parece que hubiera varias manos, a veces con Ambrós. El interesado puede encontrar listados de autores por la red, así que no insistiremos. Y no le pongo los enlaces, para que trabaje un poco.

La historia se sitúa en el Mar de los Sargazos. Hoy es un tema bastante olvidado pero hasta finales de los años 80 recuerdo historias, cuentos, narraciones, tebeos que versionaban las peripecias de las naves de Colón por ese mar. 

Fíjense que ni siquiera suelen emitir documentales sobre ese lugar, manteniéndose cierto misterio para los que lo puedan recordar.

Los Sargazos nos indican el inicio de una epopeya americana. Barcos empantanados tal vez de diferentes años con poblaciones ancladas allí a merced de mercaderes japoneses de esclavos a las órdenes de Hirachi.

Y así es, una epopeya americana, aunque con giros y revueltas varias: nos iremos al Ártico, tras otro naufragio Con ola gigante... y aquí ya hay varios elementos que se verán en aventuras posteriores: el bajel del dictador marino Tochiro, también japonés, cuyo imperio había de durar mil años, tuvo un encontronazo con un tsunami (Trueno Color, 8, Editorial Bruguera).

Se encontrarán con esquimales, dinosaurios en el Ártico y en algun sitio cercano al norte de Centroamérica  pero también  con vikingos, con barcos fantasmas... por fin, ¡casualidades de la vida! Con cierta dama nórdica. 

¡Y conocemos al gran Príncipe Gundar! Con cuatro pretendientes a desposarse con Sigrid, a cual de ellos más interesante. Lloren ustedes por el honorable príncipe Hakim, pero admiren que un ¡bajel mongol! comandado por Kung Khan llegue a tierras vikingas. Enfurézcanse pero sorpréndanse ante la inventiva del malvado Erik El Fuerte, con una isla cuya entrada sólo se asemeja a la de aquel lejano descendiente del Capitán Trueno, El Corsario de Hierro, donde vive y es alojado por su mentora en el siglo XVII. Con cada uno de ellos hay para realizar otra historia de las buenas: ¿cómo es que Hakim se enamoró de Sigrid? ¿Qué peripecias pasó el barco de Kung Khan antes de llegar a la isla vikinga?

Todos los personajes que van apareciendo son carismáticos. No merecen la típica pena de muerte que ejerce sobre ellos Víctor Mora, ese castigo tan europeo y que han ejercido de manera desmesurada Hugo Pratt o Giraud o tantos otros. Es un recurso fácil para deshacerse de personajes molestos.

Es para hacérselo pensar: paladín de la justicia y los derechos humanos, el castigo típico del Capitán Trueno, sin embargo, es la pena de muerte, ejercida por él o por algún habitual accidente que acaba con la muerte del malvado.

La saga de La boda de Sigrid dura muchos números. Desde el 58 hasta el 78, y es una continuación directa de la huida de los esquimales comandados por Nanuk. Víctor Mora se esfuerza por emular a Hal Foster, y la historia hace un hiato a base de una tormenta marina. Así se alejan de los vikingos, y llegan a Winland, que parece un sitio más sureño que norteño, a buscar el plano de... pero no lo voy a explicar todo. Es imposible. El caudal de aventuras es inagotable. 

Nos sabe mal perder de vista a Gundar, con esa pinta de Astérix... creados a la vez. Pero queda en ¿buena compañía? Bueno, no sé por su vida criminal anterior si lo es...  pero las mujeres, como Zaida, tienen una menor tasa de mortalidad en las historietas de Víctor Mora.

Como Foster, en varias ocasiones, Mora intenta dar a entender que hay una continuidad: en la corte de Gengis Khan se habla de ese poderoso Capitán Trueno. Crispín explica una historia a un compañero de fatigas. Tal monstruo se parece uno al que se enfrentaron tiempo atrás.

Hablando de monstruos, siempre son dinosaurios, con sus nombres. No se les llama dragones, aunque podríamos entender que el narrados los denominara científicamente pero los personajes lo hicieran con la nomenclatura popular. En ese sentido, Mora es más avanzado que Foster.

Tras la historia de Kundra y Kyril El Astuto (pero menos que ella), se enfrentan a un pueblo arborícola (con dinosaurios, claro). La historia de Kundra es otra de las grandes sagas del tomo, aunque surgida de la Boda de Sigrid.

Comienza la lucha contra la superchería que ejerce Víctor Mora contra las religiones opresoras: el dios Zankú que habla. Los hechiceros que mienten, se alían con los usurpadores y casan a las parejas (luego son curas, y la censura se lo saltó).

Por fin, consiguen que los indios les fabriquen un globo de Morgano... y eso tras (nº87, ¡Salvamento arriesgado!) haber elegido el Capitán a un nuevo jefe a dedocracia pero habiéndose informado antes de todo..., ah, sí, que los amigos son considerados dioses, y también recupera al consejo de ancianos, "que Tamak nunca los escuchaba, p1v4 del nº87...

Es mucho trabajo pero no desfallecen. Al contrario, se alegran de seguir con nuevas aventuras. Incluso sólo les molesta ligeramente que el globo vaya en sentido contrario al de su naufragio... bueno, uno de ellos, que ya se sabe que a Trueno le dieron el carnet de marino (el M1) en una tómbola.

Entonces llegan a la otra gran saga del tomo: la saga de Titlán El Tirano, desde el 87 y hasta el 96... pero ahí el Capitán Trueno se muere, así que yo no sé si vale la pena leerse los tomos posteriores.

Erik El Fuerte fue muy poderoso, y estaba bien parapetado en su isla... pero Titlán, ah, tiene ansias "convertirse en el emperador de todos los aztecas" que números después se convierten en "incas" (resumen en p1 del cuadernillo 89, ¡Titlán El Tirano!)... qué más dará. Son indios con trajes chulos y pirámides.

Heridos, hambrientos, y con la ropa que se arregla sola, secuestrados, amenazados, encarcelados, golpeados... con una sensación de que son policías en una manifestación iba a decir de una dictadura pero hemos visto desde el 2011 en países que se llaman democráticos escenitas similares... pues ni así pierden la sonrisa. Se ve de verdad al Capitán Trueno bromear con Goliath, incluso cuando éste no tiene ganas (nº91).

Titlán enseguida se da cuenta del poder que le puede otorgar una flota de globos para conquistar el mundo entero... lástima que no veamos dicha flota. Aunque eso mismo ya sucedió en algún lugar de Asia en el tomo anterior, ¿no?

Víctor Mora es ingenuo, y en el cuadernillo nº90, ¡El espectro que susurra!, p5v1, nos dice que Titlán tiene pesadillas por culpa de haber matado a tanta gente... como si la mala conciencia existiera entre los que no tienen conciencia.

En esta saga es donde aparece el puma Garritas, tan odiado por el fandom. No sé por qué.

Simplemente con haber tomado los cuadernillos 49 a 80, se podría haber realizado una película de aventuras memorable. No hay que explicar el origen ni de los personajes ni sus nombres. Un inicio de "ahora están en el mar de los Sargazos" o "ahora están huyendo de los esquimales", en plan rápido de 5 minutos mientras pasan las letras del título y los protagonistas, y que nos dejen claro que estamos ante unos aventureros que se lo pasan bien dando vueltas por el mundo en lugares de lo más extraño para la Edad Media. Un poco como aquellos episodios de MacGiver en cuyo inicio había una mini-aventura, que era mejor por condensada que la historia larga del episodio.

Luego ya vendría la Boda de Sigrid, eje de la película, donde hay lucimiento para todos los personajes, los tres protagonistas, y los tres pretendientes, junto al malvado cuarto pretendiente (no considero al mongol malo del todo). Papel de Sigrid. Bosques, emboscadas, animales feroces, cuevas submarinas con subidas de marea, barcos, tesoros, grandes secretos... el final sería un "hay más aventuras". 

¿Y por qué nadie repetía ni cacareaba ni cacarea sobre estas aventuras tan fenomenales? ¿Y por qué una película del Capitán Trueno no puede ser así? ¿Tan imposible es que no haya una aventura en plan videojuego en la que cada uno pueda elegir cuál pretendiente es, con un desarrollo el que sea?

¿No es posible tener una visión de estos personajes antes de su llegada a la isla? 

¿No es posible una nueva versión en la que salvemos al honorable Hakim, solamente muerto por la vagancia del guionista por arrastrar a un personaje más? Tan fácil como era darle un barco, o que Gundar lo llevara de regreso a su hogar. ¿De verdad Kung Khan sólo puede ser malo? Podría ser un aventurero, unirse a los demás contra el secuestrador tirano... en fin... que hay más posibilidades...

Si  este mes sólo puedes leer un tebeo de aventuras de que nunca te hubieran hablado sospechosamente, con esquimales, mongoles, vikingos, arborícolas, aztecas-incas, japoneses, árabes y españoles... esta es tu oportunidad: El Capitán Trueno, tomo 2, apaisado. Ediciones B-Grupo Zeta, 2ª edición: 2013. Tiene una pega: pese a que la sobrecubierta es de lomo verdoso y tapas blancas, las tapas son negras (puaj).