Data estel·lar bio eco Dijous 20241121
En respuesta a comentarista porque el blogger me da problemas:
Abundando en el tema: donde caben 12 bolis, caben 100 minas de boli o "el boli de dentro" o "lo que pinta y va dentro del boli" aptas para irlas sustituyendo en las cápsulas exterioras. Claro que todo se rompe pero generalmente dura años y años una cápsula. Ocupa menos espacio oficinas, centros educativos, etc... pueden hacerlo. Total: los alumnos poniendo minas, o un encargado y eso ya son centenares de de miles bolis en toda España en un año... en una oficina, o el que lo use o alguien que se encargue ¿un par de veces al año? de cambiar todas las minas. O, tan listos que fueron para inventar una máquina de montar cigarros con el papel y la droga comprada en el estanco, pues lo mismo. Pero que podemos seguir aumentando la apuesta hasta el máximo y siempre encontraremos a consumidores, usuarios, directivos, trabajadores y, sobretodo, DECISORES, EMPRESARIOS, POLÍTICOS que no quieren mover un dedo para mejorar nada o que llaman mejorar a meter el dedo en el ojo de la gente.
Por fin regresé a 1994 e hice un tajo con las tijeras en el tetrabrik: ¿para qué sirve ese cacho de plástico del tapón en una un envase que me dura entre 1 y 3 días, tanto si me lo bebo como si no, porque eso dice el "consuma preferentemente"?
Pero, claro, también hay que poner sobre la mesa el "ahorro energético" de poner la estúpida hora de invierno pero no encender las luces de la calle hasta que no es noche cerrada cuando toooooodos los polideportivos, tengan un par de tenistas o 24 niñatos peloteando tienen unas lámparas la potencia de uno solo de cuyos focos sirve para iluminar varias calles durante horas.
Aún recuerdo acabar de hacer los deberes con las luces de un campo de fútbol cercano y esa locura ha ido a más.
Añádase el desfase de luces de centros comerciales.
Eso sí: en las calles no y mal puestas.
Como si la iluminación solamente contaminara por el gasto de energía y por contaminación lumínica contra el cielo cuando es de las calles pero fuera excelente cuando de es centros comerciales o de campos de fútbol, tenis, pádel, baloncesto y demás.
Y ni uno de esos sitios usa energía solar.
De igual manera que ni un sólo coche comercial tiena una placa solar en el techo, que serviría para rellenar de energía las luces interiores, aparato eléctrico, etc.
Ya no digo de poner energía mini-eólica en ventanas, balcones... la primera y única vez que lo escuche (antes y después lo lei alguna que otra vez) fue en un curso para parados en el apartado aquel inútil de "medio ambiente" que va con lo del "català" que nunca se hace porque ¡mentira! el curso se hace en catalán. ¿Cómo se van a hacer esos cursos en catalán si los que dan los cursos no lo saben, no se pueden expresar en en ese idioma y encima los asistentes no conocen ni balbucean en catalán?
Pues imaginad energía mini-eólica, tamaño de un ventilador que capte en vez de que emita viento en balcones, ventanas, tejados o alerones, en los intersticios de camiones, camionetas coches, allí donde penetra el viento de un vehículo ¡generando energía! Por tanto ayudando a gastar menos combustible, a contaminar menos.
Pero soy consciente de que no es solamente "la gran industria" ni "el lobby del petroleo y energía sucias" (más convocados en la COP-22 de Bakú que de delegados institucionales de gobiernos). Es la población.
Si algo me ha quedado claro es que el cambio climático con su calentamiento global tiene algo de de democrático: se podría usar el vocablo negativo de Montesquieu o de otro para las desviaciones de cada sistema de gobierno en ese caso que sería "Demagogia". Es el clima que quiere mucha gente y lo compruebo cada vez que pesco una conversación.
La destrucción de la Naturaleza forma parte de uno de los deseos íntimos y a veces públicamente expresados por gente aparentemente corriente pero será "corriente eléctrica de silla eléctrica movida por energía nuclear activada con agua contaminada y calentada con carbón de central térmica", pero son felices al lograr lo que quieren.
Vuelvo a responder al comentarista porque el blogger me impide publicar la respuesta: Existen unas cosas llamadas botellas y otras llamadas cantimploras. Las segundas duran siglos y son muy reutilizables, aptas para excursiones y acampadas y tienen tapón. Las botellas suelen ser de un único material, cristal o plástico... pero el tetrabrik es cartón con aluminio (bauxita extraída del Amazonas, procesada en grandes naves intensivas en energía propiedad de un oligopolio global en un proceso muy contaminante por sí mismo) y encima llevan el tapón que es de plástico, ni de aluminio ni de cartón: 3 materiales, 2 de los cuales (aluminio y plástico) muy contaminantes.
Y ahora que lo pienso... anda que no hemos llevado en una cesta con otra comida, tetrabrik de leche abierto, apretado y sin que se saliera... pero es que incluso una especie de tipo bluetack o de velcro o algo así sería más sostenible.
Pero el problema es de origen: el tetrabrick necesita tener una manaza de oso para ser agarrado.
Es inestable en cuanto pierde la forma, que es casi siempre.
Solamente tiene una gran ventaja pero es para el fabricante y para el almacén: si habéis leído Superlópez Los Cabecicubos o El Mago de Oz (creo, porque se me mezclan cosas en la cabeza): al ser prismas trapezoidales cerrados al vacío son como ladrillos que se pueden apilar ocupando un espacio sin huecos de aire intermedios, es decir, aprovechando el volumen de manera óptima para un palet, etc. Pero ¿a mí qué me importa si las empresas lo pueden guardar bien y lo pueden transportar bien?
Yo quiero que me sea cómodo, práctico, limpio (no lo es: salpica de siempre y más con el tapón), fácil de agarrar, de servir y de guardar...
Los nuevos tapones son más estrechos: necesitas manos de oso grizzly para agarrar el tetrabrick y dedos de abeja para abrir el tapón.
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