Data Estel·lar bungu Dijous 20150423
La Maginoteca no suele recomendar tebeos. ¿Para qué? Mira, ojea, hojea y decide.
Sin embargo, me llegó un tebeo de esos que no me pensaba comprar y que voy a escribir en MAYÚSCULAS: BARCELONA. LOS VAGABUNDOS DE LA CHATARRA. Norma Editorial. . Primera edición: abril 2015.
Guión: Jorge Carrión. Periodista en prensa diaria y otras yerbas.
Coloristas asistentes: Miki Aloy, Isavena Comeras... y además agradecen a mucha gente que pasó por allí.
Ni idea del precio: me lo dieron.
Es un tebeo que debería ser del género-formato novela gráfica pero no es novela... es un reportaje gráfico.
Toma a un dibujante y que se pase el rato dibujando, como si estuviera tomando notas en una rueda de prensa o haciendo fotos sin parar. El dibujante no es lo más difícil que ha hecho: parece más dificilillo dibujar músicos mientras los demás bailan conciertos con luces parpadeantes y envuelto ruido (si es de pago es música, siempre lo olvido)
Pues eso es lo que tenemos.
Provocador el título al poner el vocablo "Barcelona", que es "la marca Barcelona" a una temática de pobreza, cuando sabemos que la pobreza no está en la agenda política, pública ni mediática, más allá de cuatro estertores.
La pobreza se sustituye por cosas raras como "el crecimiento del PIB", "las vallas de Melilla y las devoluciones en caliente y el hacer cumplir la ley", "las previsiones para el año que viene sobre la perspectiva de la economía española"...
Meter la Barcelona de los cruceros de lujo, de las tiendas de lujo, de los turistas de lujo, de los rascacielos yi la especulación de lujo, de los Aguirre-Newman Real States Agencies todoeninglésinventaupávender+... meter esa Barcelona en el tema de la pobreza como no se hacía desde ¿cuándo? ¿desde nunca? ¿desde el Equip Butifarra! en los años 70? ¿Desde antes de los Juegos Olímpicos? ¿Desde la urbanización de Carpanta de 1984? ¿desde los intentos que hizo Alfonso López?
Los vagabundos de la chatarra son esos seres que deambulan de contenedor en contenedor buscando chatarra, metal, cobre, maquinaría electrónica... con carritos de los supers (nos explican cómo los consiguen: a veces pidiéndoselos a compradores para no gastar los 50c o el euro que vale).
La mayoría son negros. Cayuqueros los llamaba yo, porque pensaba que eran los de los cayucos que llegaron cuando ya estaban en crisis.
El tebeo en incompleto, precisamente porque los negros salen menos, pero no es menos cierto que es una necesaria aproximación a esta situación social. Están por todos lados, recorren kilómetros y kilómetros, los escasos reportajes televisivos explican por boca de gente que les compra que con el dinero que consiguen o al que se paga esa chatarra NO se puede vivir.
Cuando digo "incompleto" quiero decir que no se explica todo, que igual hay cosas que estarían también explicadas en un estudio sociológico sobre Economía Étnica: Empresariado Étnico en España, por Joaquín Beltrán, Laura Oso y Natalia Ribas (coordinadores), , 2006, Cidob.
El reportaje, en un momento determinado, da un vuelco hacia raíces anteriores, hacia la autogestión de un pintoresco personaje que parece hacer su propia revolución, Abudu o Kheraba. Se hunde en el fangar de la violencia policial del estilo "le pegaron un montón de tiros a un camerunés" de manera desproporcionada. En otro momento, se explica lo de los deshaucios de okupas de naves industriales convenientemente abandonadas por latifundistas de terrenos urbanos que sólo esperan la próxima burbuja inmobiliaria.
Diseccionan en pocas líneas y viñetas el 22@ o antiguo Pueblonuevo o Poblenou. De industrial a de servicios de grandes empresas con rascacielos. De talleres de coches a gente que compra y vende ligas de fútbol, que son millonarios siempre en bancarrota.
Parcialmente nos muestran el gran secreto en campo abierto: els Encants o Mercat de Bellcaire, el rastro de Barcelona donde, presuntamente, se puede encontrar de todo. Cierto periodista considerado cronista de Barcelona, adscrito al diario La Vanguardia, comentaba en un documental audiovisual que la alta burguesía del Eixample se deshizo de gran cantidad de objetos de artesanía, orfebrería, lámparas de cuidado trabajo... que acabaron en el rastro a precios irrisorios.
El tebeo juega con escenas sueltas, con separaciones por medio de textos insertos en la historieta: hojas explicativas con el dibujo de clips, etc. Que la historieta es el medio más potente lo demuestra la facilidad de uso de cualquier elemento formalmente ajeno para convertirlo en una viñeta más, en un recurso estilístico más o en una forma de transmitir la información más.
Mención aparte son las opiniones de los autores, y pienso que el famoso Maus tiene responsabilidad, dado que su uso está muy extendido en la novela gráfica.
Los autores salen en bicicletas del bicing de Barcelona, como gafapastas que son, lo que nos permite ver otros paisajes de Barcelona, calles, etc.
Dialogan sobre lo que van a hacer, con quién se van a encontrar (un poco como lo vimos tiempo ha en historietas sobre periodistas, precisamente, o sobre detectives), pero también sobre las impresiones u opiniones. Una de ellas me sobrecoge: irse a jugar a fútbol porque ya se está harto de tanta miseria.
Es decir, ellos pueden escapar de ese entorno y volver al Gafapasta's Center, que es un trabajo de oficina más, con horario definido y acotado en el tiempo y el espacio: acabado el encargo, el reportaje, se pueden alejar definitivamente de esos barrios. Tremendo.
Esto lo escribo uno de esos días en los que he oído sobre un desahucio, dos o tres cánceres, una separación, una problemática infantil y una depresión, en conversaciones dispersas como quien no quiere la cosa.
No se hacen largas sus casi cien páginas. Uno siempre espera una explicación más. 93 páginas, con un prólogo en texto, a lo que se añade un epílogo con 4 páginas de entrevista a Joe Sacco, el gran referente en el periodismo gráfico (véase Gorazde Zona Protegida). Es una entrevista que a mí me suena que fue emitida en un programa gafapa del canal33. Al verla pensé: pero si...
Al final es cierto que hay un toque como de reportaje de ComandoActualidad o del programa ese de Glòria Serra, que se muestran cosas pero no se profundiza. Sin embargo, hay menos impactos visuales, menos portazos. Hay más reflexión. En el comic el lector domina con sus manos y con sus ojos y con su interés por permanecer el tiempo que desea ante una imagen. Si esa imagen tiene contenido, y en este tomo lo suele tener, tiene datos, o puntos de interés, el lector puede sacarle mucho provecho, al margen del texto escrito. Es la gracia: el tebeo no es sólo texto ni sólo imagen.
Viñetas de doble página, primeros planos, planos generales, bicicletas, caras, barcos, platos de comida o manifestaciones ¡Ahora lo veo en esa página!, siluetas, colores, páginas oscuras, un poco de todo.
No es como la típica novela gráfica que sólo sabe poner esos mazacotes de texto superior que siempre nos han dicho que o están superados o son de malos comics. Es un tebeo que usa una gran variedad de elementos gráficos de la historieta.
Para mejorar: cuando hablan en catalán, tendría que estar escrito en catalán. Sobretodo, el discursillo de un inmigrante en una rueda de prensa. Forma parte del idioma como medio de ascenso social: te van a escuchar más o antes si hablas en catalán (jo, y el chaval, un inmigrante que vive de okupa sin trabajo ni nada, mira el esfuerzo que encima hasta sabe catalán). Cosas catalanas, pero es que es el contexto social, cultural, político y mediático.
Para el debate: Jorge Carrión le suelta a Joe Sacco:
"el auténtico new journalism está en el comic de no ficción".
El dibujante Sagar lo dibuja con los ojos cerrados, con un cierto aire de ridícula superioridad, lo que ya parece una especie de opinion del dibujante del estilo: "jo, tío, t'has pasao": guionista y dibujante pueden expresar a la vez sus opiniones, uno con el texto y otro con el dibujo. Ignoro si otros medios son tan dúctiles.
No hay más justificación de esa frase, pero es interesante que se dé dicha opinión.
Da la sensación de que uno pudiera ir a su librería de comics habitual y preguntarle a su, ejem, librero favorito, qué nuevo tomo de comic de reportaje periodístico de no ficción ha salido ese mes. Yo una vez pregunté por el Superhumor Superlópez número 5 y un poco más si me deportan.
De todos modos, está claro que los medios de la historieta son útiles para estos reportajes. Dado el recorrido de venta de un comic, sugiero reportajes un poco perennes, como el de los nuevos chatarreros al que Ecoembes y Ecovidre y los ayuntamientos y gobiernos varios odian porque les quitan el negocio, porque reaprovechan, reutilizan antes que reciclar (que es la última R): antiguamente, años 90, se decía, que primero se reduce, luego se reutiliza y luego se recicla. Cuando tiras una botella en un contenedor diseñado para romperla, no se reutiliza la botella, no se limpia ni se lava ni regresa a su posible circuito. A lo sumo, se reaprovecha el cristal.
Vale, muy bien: pero yo leo Superlópez. Ah, vale, en ese caso, tú ya sabes de lo que va la cosa, porque Jan hace muuuuuuchos años que desvela cosas de ese estilo en sus álbums. No es más de lo mismo porque no es el fondo en el que transcurre una aventura (sea ésta una excusa para contar lo otro), sino que aquí son dos periodistas (el que escribe y el gráfico, lo que pasa es que el segundo no va con la cámara de fotos simplemente sino que también va con el lápiz y el bloc de dibujo).
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