Meritocracia: gobierno de los que acceden por méritos. O acceso por capacidad en el puesto adecuado.
Evidentemente eso es falso, no existe. En España menos. En Catalunya, ja.
Lógicamente quien accede a un puesto, defenderá que sí. Pero ¿quién lo ha puesto allí? El enchufe existe continuamente. Sicilia, Catalunya... "no, és que es un país molt petit". És clar que n'és, de petit, si el teniu trossejat entre quatre. Y a nivel español, igual, porque "el amiguismo campa por doquier". Lo bueno de esto es dar nombres.
Lo que pasa es que en Italia lo tienen claro y hay quien saca estadísticas diciendo que son los peores... No, los peores son los penúltimos, que no publican la gráfica.
En @Linkiesta
Para los que aún no dominan el idioma italiano: al lado del rojo, donde pone Spagna, quiere decir: España.
¡Ay, no hagas daño a la marcaespaña! No, si lo que pasa es que yo quiero que devuelvan lo que es mío. Venga la cartera, ladrón.
Más explicación.
En una cadena en catalán, el domingo por la mañana (que fuera el sábado), uno de esos programas bochornosos sobre lo bien que se hace aquí todo. Espacio "homanets", hablando sobre un tal Pere Rovira, fundador de la Escola Aula. "Artur Mas no s'aturarà perquè va ser alumne de Pere Ribera, i aquests no s'aturen. Els deixebles o exalumnes estan estesos per tot arreu"... porque lo hizo muy bien. El tipo era republicano, muy de izquierdas, tanto que montó su colegio en Pedralbes, conocido barrio con graves problemas sociales y económicos. No se fue al Somorrostro, ni a algún barrio de Santa Coloma, L'Hospitalet, Badalona o Sabadell. También Montcada i Reixac. Nunca abrió sedes en esos barrios opulentos. Se conformó con su labor en un modesto barrio de barracas como Pedralbes, al cual asistía gente sin recursos que llegaron a lo más alto: Artur Mas, José Manuel Lara (Editorial Planeta), Josep Oliu (família Banc Sabadell).
En realidad, hubiera bastado con haber dicho: montó el tío un cole privado. Se hinchó a ganar pasta y les dio una escolarización aceptable a gente de pasta.
Pero no: había que decir que era un gran pedagogo porque iba dando la contraria a los alumnos, como tantos profes.
No era meritocracia pero 50 años de propaganda y la ayudilla de la radio en épocas de inicio de preiniscripción, daban por asumida dicha falsa meritocracia.
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