Los negros... escritores, dibujantes, pintores, entintadores, coloristas, documentalistas... personal que trabaja para un autor de éxito en cualquier campo, que firma pero no acredita a esos colaboradores. Es un término que se remonta a Dumas.
En el campo de los tebeos se ha hecho famoso con Mortadelo y Filemón. La típica pregunta de esquiva respuesta es: "Señor Ibáñez, ¿y los negros?"... "oh, sí, la editorial puso a una gente, uno hacía el lápiz, otro la tinta, otro escribía el guión y otro lo leía... qué malo era... pero yo no tuve nada que ver". Y así queda la cosa...
Y, claro, es evidente que no fueron sólo las series creadas por Ibáñez las que los tuvieron. Vázquez y Escobar fueron otros casos, fuera por parte de entintado o del casi todo. Porque ellos quisieron o porque fueron obligados por el editor... pero lo relevante es que hay cambios de trazo, a veces de estilo de guión, y que no sabemos quién hizo qué, cuando no costaba nada acreditarlo, y además ¿acaso era malo que esa gente tuvieran esa distinción clara de cara al público?
En el caso de Escobar, ya lo había podido leer hacia 1990. Me parecía increíble.
Y ahora, otra vez en la hemeroteca de La Vanguardia localizo algunos casos:
Para comenzar, dos imágenes, una de las cuales es un recorte de la otra porque he pensado que se vería mejor el contenido. En octubre de 1986 la guerra por la autoría de los personajes procedentes de Bruguera estaba en pleno apogeo. Victor Mora se nos aparece como el más batallador. Queda claro que los autores intentan impedir que se publiquen historietas sin su concurso ni su consentimiento... ni su lápiz. ¿Lo consiguieron? Es uno de esos misterios. Porque si sabemos que Ibáñez redevolvió un 23MF de unos años después, es porque antes no estuvo...
Nótese cómo no está en Economía sino en Sociedad
Emblemática página de La Vanguardia sobre el fallecimiento de Escobar, con una imagen muy bonita de los personajes en una foto de familia. He destacado que hacía al menos 2 años que Escobar no dibujaba las páginas de sus personajes. ¿Sólo se publicaban refritos o había entregado montones de páginas, tal que tuvo para llenar años? ¿O acaso las dibujaba otro? ¿Quién o quiénes? ¿Cuáles eran sus nombres? Puedo añadir que años antes ya había leído que Escobar abocetaba o simplemente que sus historietas estaban desposeídas de su autoría... ¿qué nombres tenían esos ayudantes, colaboradores, entintadores, acabadores del lápiz? ¿Qué trabajos anteriores o posteriores realizaron en el mundo de la historieta? Lo que está claro es que, en todo caso, los guiones parecían bastante suyos o que seguían bastante el estilo de Escobar, más aquí o más allá, pero aquello no tenía gran diferencia con una historieta de Zipi y Zape por Escobar (excluyendo las de los años 40, por supuesto).
Y aquí tenemos la acreditación oficial, por primera vez en la historia de de dos dibujantes de Zipi y Zape (o de otra serie, puntera o no) que no eran los originales en las editoriales Bruguera y B-Grupo Zeta : Cera y Ramis.
(puntera o no: a lo sumo se hizo con alguna serie en sus momentos iniciales o con alguna serie de chistes sueltos... o con Doña Urraca por Schmidt y no por Jorge... pero no se acreditaba a otros dibujantes)
3 comentaris:
Me han contado, no sé si será verdad, que cuando venden Bruguera, sólo se quedan las planchas de lo que creen que pueden rentabilizar, zipi y zape, mortadelo y poco más, y el resto lo tiraron a la basura.
Siempre vieron esto como un negocio sin más, mientras que para los lectores, era un nuevo arte.
Si no recuerdo mal, Cera en el foro de la tia, nos contó que estuvo entintando a Escobar en sus últimos años, porque no tenía buen pulso para ello. Se sobreentiende que Escobar seguía a cargo del lápiz. Ibáñez también ha dicho en numerosas ocasiones que Escobar trabajo hasta el último día.
Para lover: Por lo visto, en Bruguera guardaron en archivos la mayoría del material... hasta que un día -aún en Bruguera y no en Ediciones B- decidieron hacer espacio. Hemos oído y leído de todo: planchas que se usaban para hacer fuego para la calefacción, vendidas a peso al trapero, usadas para secar el suelo después de fregar, entre varias que se las quedaron los directivos listillos, así por el morro. Esto es un contexto de inexistencia de derechos de autor sobre la obra (las series, tipo Zipi y Zape, normalmente estaban registradas en el Registro de la Propiedad industrial, como marcas industriales y no de autor). Asimismo, muchos dibujantes veían eso como un trabajo: se fabrica, se cobra y adiós (en entrevistas recientes se nota esa sorpresa en varios autores); por otro lado, los concienciados tuvieron que luchar para obtener la devolución de los originales, y hoy en día, pese a todo, no es fácil, diga lo que diga el papel. Sin embargo, sabemos -las hemos visto en exposiciones, que hay montones de originales dando tumbos, que existen en algunos archivos del Grupo Zeta, que hay gente particular que los tiene...
Par Hergest: ¿verdad que sí? Pero igualmente, ¿eso se refiere a esos dos últimos años? ¿la noticia de La Vanguardia es incorrecta? (muy posible porque la prensa y la información no se llevan bien, por lo general, y menos si se trata de tebeos).
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